El reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas.
Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...
—Jul. —insiste Kate, golpeando a la puerta por tercera vez.
Juliana estaba sentada en el sillón, no quería pararse, en realidad no tenía ganas de nada.
La insistencia de Kate se acentuaba.
—Sé que estás aquí, el portero me dijo que no has salido. Abre la puerta o busco quién la eche abajo Jul. —fue convincente en lo planteado.
Juliana sabía que debía abrir o cumpliría con su amenaza. Se levanta y va en camino a la puerta, la abrió. Sin esperarla, se devuelve a la sala con Kate siguiéndole los talones después de haber entrado desesperada.
—¡Jul! ¡¿Qué sucede?! Sabemos que no es un día fácil, pero tú no eres de las que se esconde ante los problemas. —la tomó del brazo y la hizo detener, para que le diera la cara, al no tener respuesta dio unos pasos y se acomodó frente a ella. Al fijarse que había llorado, quedó impactada y le preguntó: ¿Quién te ha hecho esto? No me digas que Carvajal, porque sería el colmo... hoy no...
—No, no ha sido ella —la interrumpió—, bueno en parte, y también has sido tú. —le reclamó con la mirada.
—¡¿Yo?! ¿Qué se supone qué he hecho? —preguntó consternada.
—Me has mentido Kate, tú y Val, todas, no han tenido confianza en mí.
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Kate quedó en silencio, sabía que Juliana estaba muy vulnerable, y necesitaba hacerla hablar, tomó de sus mejillas, e hizo que sus miradas se alinearan, le transmitió tranquilidad durante unos segundos de silencio, al saberla más clamada, prosiguió. —Vamos linda, ya puedes hablar, sabes mejor que nadie que todo tiene explicación. Ahora habla. —solicitó calmadamente.
—Macario vino hoy... Me contó todo lo que hicieron ustedes para ocultarme que estoy totalmente en la calle.
—Oh linda, entiendo todo, pero ¿cómo se enteró? —cayó en cuenta que todo fue manejado con la mayor discreción, Camila, Valentina y ella eran las únicas que manejan la información.
—Ese es otro maldito problema Kate —se soltó de ella y se fue a sentar—, hay una persona de mi equipo que le está pasando información a él. Sabe todo, sabe que lo que mandamos a Londres con Val y Henry fue una porquería, sabe que hoy le dirán que no a Complicity y de paso estoy segura que él es causante del accidente de Katie. —llevó sus manos hasta su rostro, derrumbando su espalda en el sofá, como muestra de su impotencia.
—Jul, no pudo creer todo esto —se sentó igualmente a su lado—, pero vamos no puedes caer, eso es lo que él quiere, verte así, no le puedes dar el gusto. Tú NO, conozco a tu padre, está usando su metodología de atacar todos los flancos más vulnerables de su adversario para luego conseguir lo que desea. Y eso eres tú —tomó su mano—, y tú no estás sola.
—¿Con quién cuento? ¿Con ustedes? ¡Me engañaron Kate! —retiró su mano del agarre— ¡Me mintieron y sabes que lo odio...
—Jul, sabía que te iba a molestar esto, créeme te conozco, pero en ese momento no era viable decirte la situación. Yo no iba a hacerte daño, no más, porque, aunque estabas feliz por haberte declarado, sé que estabas destruida por dentro por la reacción de Macario —volvió a agarrarle la mano—, no iba a permitir que sufrieras más. Fue cuando pensé en Valentina. Si yo hubiese tenido los fondos sería conmigo sólo tu enojo. —explicó.
