Coincidencia

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El sonido del helicóptero despegando desde el helipuerto del edificio de Juliana la hizo despertar abruptamente, fue buscando poco a poco acostumbrar sus ojos a la claridad de aquella mañana de sábado.

Se movió entre sus sábanas, estirándose e inspirando aire para recargar su cerebro de oxigeno e ir despabilando en el día.

Rápidamente cae en cuenta no recordar cómo llegó hasta su cama, sus intentos por recordar la noche anterior llegan hasta el sexto trago de tequila del que se apoderó y la causa del por qué había tomado tequila después de que el whisky no le fuese suficiente para acallar su mente, mente que le estaba explotando dentro de su rebelde cabeza.

Rápidamente cae en cuenta no recordar cómo llegó hasta su cama, sus intentos por recordar la noche anterior llegan hasta el sexto trago de tequila del que se apoderó y la causa del por qué había tomado tequila después de que el whisky no le fuese ...

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«Oh Val..., ¿cómo te sentirás amaneciendo entre sus sábanas...? Ojalá hayas encontrado todo lo que no te pude dar... y seas feliz...», pensó resignada ante lo inevitable, hoy empezaría a batallar contra ese sentimiento que le oprimía el corazón en ese instante y asfixiaba sus neuronas para impedir serle racional.

—Buenos días... —escucha y sale de sus pensamientos, abriendo sus ojos y tratando de sentarse en su cama, siendo un acto fallido, la resaca le impide controlarse.

—¡Oh cielos! Me va a explotar... —se queja masajeando su sien sobre la almohada, pero reacciona— ¡Kate...! —exclama.

—Sabía que el helicóptero te despertaría, pero es bueno el tiempo apremia. —le dice sonriendo y alistando la bandeja del desayuno, pero antes le acerca una pastilla a una Juliana totalmente atónica.

Juliana se acomoda en la cama como pudo y recibe desesperada la pastilla. —¡Gracias! —se la toma—. Kate, no recuerdo nada —temía lo peor—. ¿Cómo...

—Tranquila, no te afanes, desayuna y te iré contando, primero debes activarte —le señala un plato con caldo—. Este es la comida infalible contra las resacas. —sonríe.

Juliana le sonríe tiernamente, y aliviada decide empezar a comer, mientras Kate la miraba en silencio, apreciando la escena. No tocaba el tema, solo asistió a Juliana para que comiera todo lo que le había preparado. Ya finalizando y percatándose de que tenía mejor semblante, decide, cambiar de tema a lo que las expresiones de Juliana les pedían a gritos. ¿Qué pasó anoche?

—Cariño, anoche estuviste muy apasionada... —espeta Kate.

Juliana se atraganta y tose consternadamente.

—Kate, no... no puede ser..., no... perdóname, no recuerdo nada... no sé... —se disculpa sin querer herirla, no encontraba palabras.

Kate ya no puede aguantar la risa, y suelta una carcajada, ante una Juliana empalidecida.

—Ya... —sigue sonriendo—, es broma Jul. Por supuesto que jamás me iba a aprovechar de ti en esas condiciones, por más que me hayas rogado... —se burlaba y reía a carcajadas, recibiendo un almohadazo de Juliana, logró que riera y cambiara de actitud, ya calmadas de su hilarante momento continua.

Complicity (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora