El reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas.
Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...
Camino a los estudios de grabación, en su primer día, Valentina va rebosante de felicidad, le era imposible dejar de pensar lo feliz que le hacía estar con Juliana y que después de todos los escenarios y os contras que ella misma se creó desde que descubrió su amor, todo haya terminado bien. Pensaba, "Entonces esto es el amor, mi primer amor...", todo le era perfecto. No podía pensar en más nada hasta que llegó de vuelta a su realidad.
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—¡Buenos días! Soy Nayeli, seré su asistente Srta. Valentina en roda la grabación. —le dijo en la entrada de los estudios, con la mano extendida.
—¡Hola! Por favor, solo Valentina, es un placer —estrechó su mano—, quisiera saber si Mateo vendrá hoy, tengo varias llamadas de él. —lo dijo mirando su celular y en camino a su camerino, guiada por su asistente.
—Si, él la está esperando.
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Luego de ir conversando y conociendo algo de su nueva asistente, en camino a su camerino, Valentina iba con expectativas a la insistencia de Mateo por reunirse, no era común que estuviese allí, él era un hombre muy ocupado.
—Querida, me encanta tu puntualidad —le saludo con un abrazo—, estoy súper complicado con mi agenda. Te tengo muy buenas noticias —fue guiando a Val hacia su silla para que conversaran sentados—, Lucho me dijo que no habían podido conversar ayer, entendió que tu cansancio por viajar en tren te tenía extenuada, no quiso insistir.
Valentina pensó lo que en realidad la tenía cansada y no era precisamente el tren, asintió y no puedo detener una sonrisa que se le escapó, al pensar toda lo que había hecho en su primera noche San Valentín enamorada, que a su vez le estremeció todo el cuerpo tal cual un flujo de corriente con epicentro en su vientre, disimuló para seguir con la conversación.
—Pero hoy debes ir a reunirte con él en el Ritz a las seis, para finiquitar y firmar el contrato que ya mandé a revisar con los abogados de la firma, y todo está bajo orden —le entregó una copia en sus manos—. La campaña será todo un éxito. -le tomo el brazo en señal de seguridad.
—Ya va, no entiendo —completamente absorta, se acomodó en la silla y pregunta—, ¿qué es esto? —señala el documento en su mano, generando una hojeada sin atención— explícame, me he perdido.
