Complicity (Terminada)

Amante

Mirando su reloj, faltan veinte minutos, falta poco, su vestido está perfecto, su maquillaje en retoques, su corazón va subiendo de intensidad en sus latidos, mueve sus manos, su cabeza y cuello. Toma un poco de vino y se relaja con la música, está feliz, esperando la llegada de Valentina, se acerca a su balcón, sus ojos y oídos tratan de centrarse en lo que es New York y todo lo que transmite.

Es inevitable su mirada se va lejos y se pierde, pero la imagen de Valentina aparece, el efecto del amor la tiene como por las nubes, piensa, «... ¿qué clase de droga es el amor...?» No lleva una semana de enamoramiento y no puede controlar los deseos intensos que recorren su cuerpo nada más de pensar en su amada. No le gusta no tener el control, aunque parezca todo perfecto, le aterra lo que pasará cuando ello no siga así.

Toma y termina su copa de vino, escucha la puerta, mira su celular, camina hacia la puerta y la abre. Era Valentina.

—Amor... —la calla con un beso muy apasionado, tira la puerta.

Valentina la coloca contra la pared y la sigue besando, desesperadamente.

—Val, respira. —trata de hablarle Juls, pero en realidad se está dejando llevar por el beso y sus caricias, que van usando sus manos inquietamente por todo su cuerpo.

—Faltan quince minutos para llegar al restaurante —le besa el cuello y en leves pausas—, pero te necesito, podemos aprovecharlos. —dice Valentina sumida en una pasión incontrolable.

Juliana se deja llevar, Valentina mete su mano por debajo de su vestido, y con insistentes movimientos de sus dedos dentro de su intimidad consigue acelerarla a la velocidad del sonido de sus besos, su lengua en su boca hacía maravillas, todo esto mientras la tenía contra la pared, entonces Juliana toma aire y le da la vuelta, a sabiendas de que el tiempo era corto, y antes de que le provocara Val un orgasmo que la inhabilitara por unos minutos, la coloca contra la pared, le da un beso muy profundo y apasionado, dejando sin aire casi, baja de inmediato hasta su intimidad, levanta su vestido y aparatando todo enviste con su boca los labios inferiores de Valentina, se arrodilla para darle un beso agresivo que le busca prácticamente borrar los labios y succionar su clítoris hasta que con su lengua le realiza las caricias que tanto le gustan, el jadeo y gemidos de Valentina se intensificaron cuando Juliana se ayudó con sus dedos para acelerar el proceso, lo estaba consiguiendo, Valentina no paraba de gemir y con su mano tenía la cabeza de Juliana sometida a ella, la lengua termino el trabajo, era la implosión. Juliana satisfecha de su respuesta volvió a subir y la besa apasionadamente bajando poco a poco, sus caricias.

Mientras que Valentina volvía a ella, le besaba el cuello, al legar a su oído le susurra. —¡Qué hermoso vestido! ¡Qué bella estás! —la siguió besando lentamente, hasta que pudo reaccionar Valentina, diciendo.

—No puedo creer que nunca hayas tenido sexo antes, eres la amante perfecta —la besa—. Es que me estremeces con sólo respirar sobre mí. —le dijo mirando a los ojos y la besó.

—Quisiera pensar que es amor, no que soy buena, es más creo que me falta practicar —sonríe y la besaba por el cuello—. Te amo Val, te amo. —la besó luego iba acomodando sus vestidos, mientras veía como Valentina mordía su labio inferior, la volvía loca esa mueca que siempre le hacía.

—Te amo —la tomó con sus dos manos la cabeza—, me sacas de mí, no quisiera salir y cohibirme de hacerte mía cada vez que quiera o que sigas practicando... Pero vamos..., cierta personita debe tener mucha hambre. —le dijo mirando a sus ojos mientras acomodaba su cabello, que le había alborotado en su momento.

Ambas se pudieron separar y se fueron al baño a retocar para salir, vieron la hora y estaban retardadas —Val no me gusta llegar tarde, tú y tus inventos—, se apresuraron a salir.