El reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas.
Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...
Recordando la terapia de besos y caricias que recibió, para compensar sus nervios por abordar el vuelo rumbo a Miami, iba Valentina en el Jet privado de la cadena de hoteles, su terror a viajar era reducido porque en esta ocasión no viajaría con tanta gente hacinada.
El cansancio de una noche larga de sexo con Juliana, la cual vería en dos días, estaba haciendo estragos, por ello trataba de relajarse por los minutos del vuelo, sin embargo, estaba haciendo mella el cómo separarse de Lucho, las palabras y razones que le expondría.
Este viaje era decisivo, su día no iba a estar nada fácil.
Al llegar al hotel entra al lobby, un recinto amplio, elegante y muy bien iluminado, aguarda para ser anunciada. Para su sorpresa Lucho, en voz de festejo irrumpe delante de todos los presentes.
Caminando hacia ella le dice, —¡Valen! —dijo efusivamente— Valentina, mi amor —su sonrisa y emoción eran fuera de lo normal, toma por asalto a Valentina y le da un abrazo y le estampa un beso.
Evidentemente sorprendida se separa de él lo más pronto que pudo. —¿Lucho, ¿qué te sucede? —lo cuestionó.
—Son muchos días extrañándote, esto me ha servido para saber que no puedo vivir sin ti —evidentemente emocionado, aprovecha la ocasión y se arrodilla—, Valentina Carvajal ¿quieres ser mi esposa? —dice mostrándole una sortija de compromiso, de tantos quilates que iluminó todo el lobby.
En cuestiones de segundos los flashes arreciaron, tomando por sorpresa a la actriz, a su vez se percató que estaban grabando todo, y que eran el foco de periodistas y todos los presentes. Los sentimientos de Valentina se enfocaron en lo malo de todo en su conjunto, no podía tomar gesticular palabra alguna, evidentemente asombrada y molesta, no podía expresar su rechazo, pero evidentemente tampoco su aceptación a aquella escena.
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Se inclinó hacia él, obviando los flashes. —Lucho, párate por favor. —sonreía entre dientes y le tomo de la mano para que se aparara.
—Val, están filmando necesito tu respuesta. —le dijo con una sonrisa enorme, se incorporó tomando la mano de ella, en ese justo instante sonrió a las cámaras en señal de aprobación. Todos aplaudieron, la cara de sorprendida no se ajustó a la realidad; las fotografías con la noticia comenzaron a circular en segundos.
Evidentemente anonadada Valentina mira a los lados y ve unas oficinas, decide dirigirse hacia allá en busca de privacidad.
Caminando a paso apresurado detrás de ella, le dice —Baby, detente sé que estas sorprendida, pero es que te amo y quería que todo el mundo se enterará. —le toma su mano, en ese momento Valentina se da cuenta que tiene el anillo en su mano, sus orbes celestes casi explotan.
Seguidamente se lo quita y cae en cuenta que las fotografías iban a ser un gran problema —Yo no he dicho que sí, esto ha sido una emboscada Lucho. —le devuelve el anillo.
