Juliana y Valentina decidieron caminar hasta el teatro desde la casa. Caminaron tranquilamente por casi diez manzanas, Valentina estaba maravillada por cada zona que pasaban y disfrutando del clima londinense.
En esta ocasión era distinto al paseo que tuvieron en la mañana. Valentina no tomó la mano de Juliana y rechazó los intentos que hizo, las únicas veces que la tomó fue para cruzar las calles, haciendo pensar a Juliana, «Claro me toma la mano porque es un reflejo de protección, pero sigue molesta conmigo, ¿cómo puede estarlos después de lo que le hice sentir?, me vuelves loca Carvajal...»
—¿Quieres tomar el té? Es hora —se detuvo y señaló su reloj de pulsera y con el mentón un sitio tipo cafetería—, ¿sí?
—Sí, claro, qué mejor sitio que aquí para tus manías. —respondió Val, dirigiéndose al sitio.
—No son manías, son costumbre. —dijo entrando al local, donde caminaron a una mesa con excelente ubicación hacia la calle.
Hicieron el pedido y mientras esperaban,
—De verdad, ¿sigues tan molesta conmigo? —preguntó Juliana buscando la mirada azul.
—No, Juliana, sólo que se me hace difícil sacarme de mi mente la imagen de tu espectáculo. Quizás no lo puedas entender.
—Ya te he dejado claro que sólo mi amor es para ti.
—Ju...
Son interrumpidas por la mesonera que les sirve el pedido y comienza a servirles, se retira.
—Decías... —continúa Juliana, comenzando con el té.
—Pues... debes considerar que para mí tú eres una persona demasiado correcta y sensata, y por ello entiende que el hecho de que le hayas correspondido el beso para mí no simplemente no me da buena espina —toma su té y prosigue—. Hay algo que no encaja en esto.
—Sí, tienes razón, te entiendo... he defraudado tu confianza en esa imagen que te creaste de mí.
—No es una imagen que me he creado, es lo que tú eres, lo que siempre me has demostrado, al menos que todo sea una falsa. —coloca su tasa de té en la mesa y la mira fijamente.
—¡Por Dios Val! Necesito que me perdones, y dejes de ver cosas donde no las hay.
—Deja que se me pase. No me puedes obligar, y lamentablemente así soy, no creas que no analizo las cosas y más si salen del contexto normal. —sigue comiendo de los bocadillos y los saborea con gusto, le evita la mirada a Juliana.
—Bueno, si disculpa. No te voy a obligar a que no seas tú. Te voy a demostrar que estás equivocada. Seguiré buscando mis puntos para que vuelvan a estar a nivel contigo. —le dice tomando su mano.
—¡Oh por Dios! Esto bocadillos están geniales. —cambia de tema. Juliana la entiende.
—Antes de cambiar el tema, como siempre acostumbras, déjame decirte que celosa te ves demasiado sexy, y me pones... —toma la taza de té y ve graciosamente como hizo sonrojar a Val.
Después de conversar y devorar todos los acompañamientos del té, siguen su camino y llegan al teatro.
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Complicity (Terminada)
RomansEl reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas. Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...