El reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas.
Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...
Inició el mes con muchos compromisos para Juliana y el doble para Valentina, desde el fin de acción de gracias que pudieron compartir juntas en su totalidad, tenían planeado reencontrarse para ciertos eventos a los que Kate pudo coordinar para que estuvieran juntas.
Valentina tenía miles de compromisos, desde eventos de pre-nominaciones a las temporadas de premios del cine y la televisión, que arrancaban desde la segunda semana de enero, así como entrevistas por sus películas y eventos con marcas y fundaciones.
Ambas seguían en sus actividades.
Ese fin de semana con ella, Juliana decidió volver al pent-house que su padre le había escriturado. La alegría de reconciliarse con Macario estaba generando buenas sensaciones. Todo, poco a poco, estaba tomando su curso ideal. Sólo estaba aguardando con paciencia que su relación con tuviese el giro que tanto había deseado, para que su alegría fuese completa.
Estaban conscientes del problema que generaba que Juliana tenía varios compromisos y planes de trabajar en Nueva York y Valentina en LA.
Cada oportunidad, cada llamada, cada mensaje, cada encuentro era bien aprovechado por ellas, profesando un amor a prueba de todo...
La rubia aspiraba terminar la película en el mes de febrero, y luego viajar a LA sólo para eventos de post-producción, pero le urgía estar al lado de Juliana. Y estaba dispuesta a cambiar su centro de residencia a esa ciudad, lo de las ausencias por sus filmaciones era algo que pensaba que iban a poder manejar sin muchos problemas, pero los retos eran grandes.
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—No puedo decirte que lo tomes o no. Es decisión tuya. —respondió Kate. Estaban en medio de una conversación telefónica, Valentina la tenía como asesora y a veces como la contra-parte a la voz de su conciencia.
—Estoy en tres y dos, me muero por aceptarlo, pero eso me alejaría más de Juliana. Esto no lo esperaba. —se desahogaba. Era la primera persona a la que llamó luego de recibir una oferta de trabajo que le presentó Matt.
—Son seis meses... y no estamos hablando de cuatro o cinco horas de viaje que las distanciaría. Es otro Continente Valentina. Sólo medítalo bien antes de firmar.
—Estoy luchando conmigo misma, necesito contarle a Juls.
—Sólo te pido que no te fíes de la respuesta que ella te dé. La conozco, te dirá que sí, que ella estará feliz por tu nuevo proyecto y que "entenderá" —mentalmente hizo las comillas, al tiempo que blanqueaba sus ojos, conocía a Juliana y sabía perfecto lo que esto le iba a traer—. Mi amiga daría la vida por ti, sólo tenlo en cuenta. —concluyó la ojiverde.
—Tienes razón, tengo que sentarme a sopesar si acepto o no. Igual tengo hasta enero para darles mi respuesta. ¿Tú no crees que Juls tenga tiempo en su agenda para pasarla conmigo, aunque sea dos meses de esos seis? Me gustaría igual disfrutar de Europa con ella, si me llego a decidir, claro está. —indagó. Kate manejaba artísticamente a Juliana y también era su mentora en el mundo de los negocios de su familia. Juliana había decidido ir más allá de la Fundación que manejaba de su familia.
