El reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas.
Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...
Es viernes, Juliana decidió levantarse de su cama, y darse una ducha en la que pretendía dejar rodar lo sucedido la noche anterior.
«Rayos, ¿qué debo hacer? Le estoy haciendo daño a Val, pero si hago lo que ella desea, me estaré haciendo daño a mí... Y no puedo... no quiero... Dios...», se reprendía a sí misma en medio de la ducha, sus lágrimas corrieron al confundirse con el agua.
Todo se estaba saliendo de control, ella deseaba vivir su vida plenamente. Saliendo del closet no quería seguir escondida y no podía obligar a Valentina a que ella lo hiciera, estaba clara, pensaba muy bien lo que ella sufriría si su carrera se viera afectada por su sexualidad.
En la universidad, en su trabajo y su familia sabían que era gay, y mantenerse al lado de Valentina en las condiciones que ella quería simplemente era cercenar lo que tanto había deseado conseguir por mucho tiempo, estar feliz y cómoda con ella misma.
Tomó el desayuno y se fue a la Universidad, necesitaba concentrarse en sus prioridades inmediatas. Complicity, era la principal. Kate, como siempre la pasaba buscando, ahora Juliana estaba viviendo lejos de todo su centro de operaciones, sin vehículo el transporte público era su opción más viable, pero sus amigos se encargaban de alargarle esa experiencia, ante la negativa de Juliana de recibirle un auto a Valentina.
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—Ojitos, ¡Buenos días! –saluda a su amiga al entrar a su camioneta.
—Mal cariño, no he dormido bien. –se baja los lentes de sol para que aprecie sus ojeras, ganándose una cara de asombro–. Ha sido una noche horrible. No sabes lo que es lidiar con Valentina ebria. –lamentó ladeando la cabeza, mientras iba conduciendo.
—Kate, esto se está saliendo de control, yo no podré manejarlo. –respiro profundo.
—Sé que no es nada fácil, Valentina necesita mucho de ti, pero te conozco sé lo que te sucede.
—Según tú... ¿qué?
—Te mueres por hacer algo, pero si lo haces te estarías matando a ti misma.
—Kate, no sé qué hacer. Cuando acepte empezar todo, ella estaba con Lucho, me dijo que se separaría y luego salió con anillo de bodas, todo porque ella no puedo cortarle de una vez por su trabajo. Yo lo acepté, decidí ser su AMANTE, sabes lo que significa eso Kate, sabes muy bien el historial de mi Padre y sus amantes –suspiró–, me convertí en lo que tanto odiaba. –bajó la mirada y se asomaron unas lágrimas.
—Vamos, no te pongas así, me afecta mucho verte así, tú eres la fuerte, recuérdalo.
—¿Soy...?, creo que era, Val me ha desajustado en todos los aspectos. Y estoy sufriendo por ella porque está mal, pero es que ella no entiende mis razones, y la única forma en la que puedo ayudarla es estando con ella bajo sus condiciones... eso es lo único que ella va a entender. –lamentó.
—Hey no, sabes que yo no te apoyaría en eso... hacerla feliz a costa de tu felicidad no es justo. Para ninguna de las dos. –señaló la ojiverde.
