Complicity (Terminada)

Baile

Los flashes incomodaron su visión, Juliana no pudo disimular su ceguera, eran muchos los destellos, Melissa la ve divertidamente.

—El secreto está en no concentrarte en ellos. –se acerca y le dice sonriente cerca del oído de Juliana.

—Mel pero, ¿cómo? si es que precisamente no me dejan concentrar en nada. –dice sonriendo.

—Hablemos –propuso y la mira sonriente sin soltar su mano–, ¿a qué te dedicas?

—Okay. Estoy cursando mi último periodo como productora cinematográfica.

—Demasiado interesante, o sea que algún día podría estar trabajando para ti.

—Algún día, si, es posible. –suspiró.

—Me encanta tu respuesta... no hay límites cuando amamos lo que hacemos. –opinó.

—Bueno viniendo de ti que eres un ejemplo, concuerdo. –sonrieron. Y se quedaron viendo en silencio por unos segundos.

—Disculpa que te tome la mano, no creas que soy una abusadora, pero es una norma de etiqueta, y para mí de buena suerte. –especificó, allí en el sitio de espera a la señal para seguir a la alfombra roja.

—Tranquila. –le sonrió.

Juliana se percató que Valentina estaba llegando a la sala de espera, la vio radiante, hermosa como siempre; sus miradas se encontraron, en el momento justo en el que Melissa se acerca más a la morena para decirle que ya es el momento de avanzar. Aseguran sus manos, se sonríen mutuamente y empiezan el recorrido por la alfombra roja con el acompañamiento excesivo de los flashes.

—Naye, ¿qué broma de mal gusto es esta? –dijo señalando con su mirada a Juliana junto a Melissa Benoist.

—¡Wow! –la quijada de Nayeli cayó al piso– Juliana me la tiene que presentar. –decretó muy emocionada.

—¡¿Naye?! –sus ojos se fijaron con rabia sobre Naye, para luego dirigirlos a la alfombra roja donde notaba a Juliana tomada de la mano con aquella mujer, sonriente y radiante.

—Valen, no tengo idea, sé que la hermosa Melissa vendría, pero no sabía que es amiga de Juliana, es impresionante, se ven demasiado hermosas. –dijo sin pensar, ya que estaba concentrada en la presencia de aquellas mujeres.

—¡Por todos los cielos! ¿Qué hace tomada de la mano con ella? –pensó en voz alta.

—Valentina contrólate, aquí hay mil fotógrafos, armar un escándalo provocará lo impensable. –advirtió disimulando sonrisas para todos lados.

—Lo sé, lo peor es eso.

—Voy a tratar de estar vigilándote, pero si sucede algo es sólo tu culpa Valentina.

Estaba aguantando sus ganas de llorar, no podía imaginar su vida sin Juliana, pero estaba consciente de que la única culpable por no estar juntas era ella, sólo ella, se recriminó a sí misma.

—Esto me parece muy irónico. –comento Juliana a Kate, con quien conversaba después de que Melissa se excusó para una entrevista en vivo.

—¿A qué te refieres? ¿A qué tienes a las dos mujeres más bellas del espectáculo a tus pies? O ¿A qué no sabes cuál es más bella? –preguntó burlesca apreciando a Melissa, estaba deslumbrada por aquella mujer.

—¡Kate! No estoy bromeando –se enfatizó–, hoy soñaba con pasar este recorrido de la mano de Val, y mira lo que ha sucedido.

—Jul, hazme el favor y no pienses en ello, ya el semblante de tu cara pasó de radiante a mujer con despecho. –reclamó.