El reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas.
Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...
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Siete años después.
Faltaban dos semanas para el aniversario número siete del matrimonio Valdés Carvajal, el día sería el 14 de febrero, se casaron exactamente un año después de la confesión de amor de Valentina, luego de tantos años de negación.
El pent-house había sido adecuado y remodelado, con la seguridad que había pasado a ser parte del cotidiano vivir del matrimonio. Luego de dar a conocer su romance, el asedio de los medios fue insoportable para ellas, aunado a la gran cantidad de comentarios positivos, pero también negativos, que lanzaron a las redes sociales hasta sus propios fans. De un momento a otro la relación cambió, en algunos aspectos para bien en otros para mal.
Hacer pública su relación les dio paso a la libertad, a demostrar su amor como tanto lo deseaban y eran felices, aun y cuando una cantidad sin fin de personas comenzó a meterse en medio de ellas dos.
Todos se creían expertos en materia del amor y querían opinar, tanto periodistas amarillistas y faranduleros; sus colegas en el medio y hasta sus propios fans. Todos. El asedio fue tal, que los paparazzi vivían enfocados en la pareja, luchaban por captarlas con sus lentes, para luego vender la exclusiva.
Pasaba el tiempo y las redes sociales continuaban inundadas de comentarios, hasta sus propios clubes de fans, tenían frentes para defenderlas, pero desde ellos recibían igualmente recriminaciones, por el haber ocultado el romance. Hablaban sin razones. A pesar de que eran muchos más los que las apoyaban y les aupaban el amor que se profesaban.
No obstante, el peso y el ensañamiento de algunos se multiplicaba, y por ello no paraban de salir teorías de mil tropiezos o augurios de la disolución de la linda pareja.
Encontraron todo ese panorama al volver de sus vacaciones luego de que Valentina saliera del closet, ante una audiencia en vivo de tres millones de personas y tele-audiencia de casi seis millones de personas. Las demandas que pesaban sobre ella fueron desechadas gracias a Kate, quien ahora era la representante artística de ambas y de Melissa, también.
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Asistieron a todos los eventos de premiaciones de la temporada a las que estaban invitadas, por las nominaciones de ambas, ganando la mayoría de los premios.
