Online Gamer ~yoontae~

Capitulo 69

Mi pecho se contrae del susto y la sangre se me hela. Como si los segundos se volvieran fracciones de fracciones, con esa misma rapidez me agacho y tomo las llaves, no quiero voltear hacia dónde se encuentra, ni saber si está punto de llegar hacia mí.

He metido lo más rápido que he podido las llaves en la cerradura de la puerta, la he abierto, pero me petrifico totalmente y el horrible pánico me golpea al sentir sus manos sobre mí, por instantes no logro reaccionar pero cuando siento que me toma con más fuerza y me voltea hacia él pongo resistencia y trato de zafarme, las llaves vuelven a caer al suelo.

–¡No! –forcejeo pero él, como si por instantes tuviera más fuerza que yo me pone contra la pared que está a un lado de la puerta, intento ver su mirada, veo que está enojado, su mirada es muy severa, como nunca la había visto dirigida hacia mí, incluso una fuerte inseguridad me recorre al verlo a los ojos y me es imposible que inconscientemente no me encoja un poco dentro de mí mismo, la gorra que llevaba del trabajo cae al suelo dejando mi cabello cortado de esa estúpida forma al descubierto, pero le sigo sosteniendo la mirada con cohibición aunque me sienta tan mal, o al menos...eso intento. Pero por instantes mi vista se nubla y la debilidad comienza a formarse, un fuerte sentir gélido recorre por el interior de mis venas, haciendo que el oxigeno comience a faltarme.

Yoongi al ver lo que está ocurriéndome disminuye la intensidad de su agarre sobre mí, dejando sus manos sobre mí pero como esas tantas veces que se preocupaba y me daba a entender que él estaba conmigo.

—Taehyung... –su voz sale preocupada, temerosa por ver que exactamente, esta jodida crisis precisamente tuvo que darme en este momento.

Pero me sobrepongo, intento volver en mí con todas mis fuerzas. Y como si fuera mentira, aquella fea sensación va disminuyendo, vuelvo a verlo a los ojos, esta vez su mirada está llena de aflicción y con ese gesto preocupado.

Sólo lo miro pero no se qué decirle. No sé si correr, empujarlo y entrar a la casa, gritarle tal vez, pero quiero llorar; ver su rostro, verlo observándome, un desgarrante sentimiento me hace querer mandar todo a la mierda y echarme en sus brazos.

Eleva su mano hasta tocar parte de mi cabello y mi sien con la parte de sus nudillos en una caricia lenta y protectora, me estremezco al instante aunque yo no quiera, pero parece haber culpa en su mirada al ver mi cabello, como si en fondo supiera qué fue lo que sucedió. Me mira a los ojos pero yo no quiero que lo haga, y a mi mente llegan mis ojeras, mi cara delgada, mi piel seca, y el peso que he perdido. Y me es imposible no sentir...

–Lo sé soy horrible... –es lo único que logra salir de mí pero su expresión cambia al escucharme, como si no se hubiera esperado lo que le diría–. Mi cabello está disparejo y mi fleco cortado de mala forma –me enojo al sentir que sin querer mis ojos se vuelven poco a poco algo acuosos, pero retengo las lágrimas en la garganta–. No pude controlarme... –y me mira fijamente, y por su mirada sé que sabe a lo que me refiero–. He perdido mucho peso como pudiste notarlo al rodear con tus manos mis brazos, antes me quejaba porque pesaba mucho, y ahora...parezco un zombie. Literalmente.

Sus ojos se cristalizan, pero hay coraje en ellos. –¿Por qué Taehyung? ¿Por qué sigues diciendo eso? ¡¿Por qué?! –su gesto se vuelve severo y tortuoso–. ¡¿Qué importa el peso?! ¿Qué si pesas mucho o poco? ¡No estuve casi muriéndome, buscándote hasta volverme loco para qué me dijeras eso! ¡No sabes cuánto me duele que te trates así! ¿Por quién mierda me tomas? Yo te amo a ti, maldita sea, a ti, a Taehyung, no importa como estés, para mí no hay ser ni habrá más precioso que tú, te amo, con tu enfermedad, sin ella, con todos tus pesares, con todo Taehyung.