Capitulo 71

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Sólo me limito a verlo. Pero no logro contestarle.

Hay un silencio mientras ambos nos miramos fijamente, pero su mirada es cálida aunque algo diferente a las otras veces. De verdad pareciera...como si me hubiera olvidado.

–¿Se encuentra bien? –pregunta.

–Deja de fingir.

Tan sólo me mira sin decir nada más. Doy pasos hacia la banca, pero en ningún momento dice nada. Entonces me siento en la misma.

Él desvía la mirada de mí y mira hacia alguno de los locales, mientras yo...solamente lo observo.

–¿Por qué estás aquí? –le pregunto.

Se pone de pie. –Lo siento, joven –voltea a verme, trae un abrigo largo que le llega hasta los muslos en tono gris, también una bufanda negra delgada en el cuello amarrada de forma meticulosa y elegante, con los gruesos lazos cayendo por su pecho–. Usted me confunde.

Pasa frente a mí, y da pasos marchándose pero lo tomo por la parte baja de su abrigo impidiéndole que siga caminando y accidentalmente su pierna roza con la mía y una repentina sensación que me hace no poder respirar por segundos me sacude, mi corazón palpita fuerte  simplemente por ese roce, y mis mejillas van hirviendo. Mi cuerpo está reaccionando de una manera extraña.

–Siéntate...Yoongi –pido.

Voltea a verme, cuando se detiene.

–Joven, le ruego que me suelte. Usted me está confundiendo.

Lo miro fijamente que aunque en el semblante de mi mirada haya reproche él me mira con gesto tranquilo.

Da un ligero movimiento dándose tan solo un poco la vuelta sin dejar de mirarme para así tal vez creer que lo soltaré pero por el contrario sólo hago más fuerza en el apriete de la tela de la parte baja de su abrigo, impidiéndole que se marche.

Pero sólo hay un silencio, mientras ambos sostenemos nuestras miradas.

–Deja de fingir por favor. Siéntate, por favor, Yoongi.

–¿Qué quieres, Taehyung? ¿Por qué quieres que me siente? Yo he respetado lo que me has dicho. Olvidar tu nombre, olvidar todo como lo dijiste. Incluso estoy olvidando a Yoongi. Lo estoy haciendo, ahora no sé quién eres. Es lo que querías.

–¿A qué has venido?

Pasan segundos en silencio. –¿No puedo venir a la plaza?

Voy quitando la fuerza de mi agarre sobre su abrigo, mientras sigo mirándolo desde abajo.

–Sé por qué lo hiciste. Te conozco.

–Entonces...¿no puedo salir?

No digo nada. Solamente me limito a mirarlo, intentando buscar las palabras, pero es como si no me salieran, como si todo dentro de mi consciencia me traicionara.

–Con su permiso.

–Espera... –cuando se ha volteado para irse vuelve a detenerse–. De verdad...¿me has olvidado?

Y ni siquiera sé por qué le pregunto esto. No debería hacerlo.

Pero...

–¿Qué importa ahora eso? –habla en la misma posición, dándome la espalda.

–Quiero saberlo.

–No entiendo para qué –dice, después de voltear el rostro un poco para encontrarse con mis ojos.

Online Gamer ~yoontae~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora