Capítulo 81

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–Mami. ¡Mami! –camino alegre, con una sonrisa en el rostro hacia ella, puedo verla desde abajo, ella es muy alta. Hay un libro en mi mano. Voy directo a abrazarla, pero ella...no me mira, o más bien...su rostro se ve tan borroso y no logro ver eso...

Siento un fuerte dolor en mi muñeca, estrujándome y haciendo tirar el libro en el acto, mis ojos se cristalizan al instante por el dolor.

–¡Ya te dije que no saldrás de este cuarto hasta que te aprendas la maldita pieza!

La miro desde abajo, con miedo, antes de eso he visto como se hacía roja la parte de mi piel donde me estaba apretando, no me gusta como ese color rojo hace contraste en mi piel. —Ya...ya me la aprendí...quiero salir de aquí. Quiero ir a jugar con Jimin... –mi voz sale cortada y con miedo.

Luego una bofetada es impactada en mi mejilla, y después...la toco inconscientemente. —¡A ningún lado irás! Las maletas están empacadas, así jamás lograrás ser un pianista, comportándote de esa manera. Eres una vergüenza Yoongi, siempre serás una vergüenza para los Min. Por eso nadie te quiere, y cuando crezcas nadie te querrá, porque eres un fracasado.

Azota la puerta al salir, tengo miedo por la oscuridad de este cuarto el cual solo sale un poco de luz del atardecer de una ventana, trato de abrir la puerta con desespero pero esta no se abre.

Y puedo escuchar mi propia respiración temblar y mi garganta cerrarse. Me agacho y tomo el libro, el diario de Ana Frank y lo abrazo. No quiero que mi mamá me envié otra vez fuera del país. No quiero irme de aquí...me duele mucho.

Tengo tantas ganas de llorar. Cierro los ojos, no quiero sentarme en la mesa y leer aquellas partituras, no quiero ser pianista, no quiero ser pianista. Quiero a mi mamá y a mi papá, quiero una familia, quiero a mi familia...¿por qué ellos no me quieren a mí?

Pero escucho unos sollozos, alguien llora, pienso por instantes que soy yo, pero yo ni siquiera estoy llorando. ¿Había alguien más en este cuarto?

El librero empolvado...aquél donde había encontrado este libro está algo hacia en frente, como movido...parece que alguien está detrás de él...

Rodeo con curiosidad el librero, y en el fondo...

Hay alguien...

Está recargado en la pared y sentado en el piso, está oscuro allí donde está pero lo alcanzo a ver...es un niño que está llorando, abrazándose a sí mismo, sus rodillas están flexionadas y tiene golpes, su cabello es castaño y su piel de un bonito color tipo arena del mar, pero me entristece al ver sangre ahí, y su ropa...está rota y algo llena del polvo del librero...

¿Por qué me duele mucho ver a ese niño?

Me voy acercando lentamente, él llora muy bajito, luego...me escucha y eleva lentamente su cabecita hacia mí, parece tener miedo.

–Hola –sonrío–. ¿Quién eres?

Pero él me mira extraño...luego...voltea a ver lo que llevo en mi mano, el libro.

–¿Te gusta leer? –muevo un poco mi brazo donde tengo el libro–. Es un libro triste, es el diario de Ana Frank. ¿Quién eres? ¿Por qué estás escondido allí?

Parece cohibirse, luego, vuelve a abrazarse a sí mismo y suelta en ese desgarrador llanto, ¿pero por qué llora?

Me voy acercando y me siento a su lado, ver sus ropas rotas, sus raspones y moretones me hacen sentir mucha tristeza...

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2020 ⏰

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