Sonríe, pero de alguna forma siento como si su sonrisa pudiera mostrar la confusión en mi pregunta. –Sí, Taehyung –mira fijamente mis orbes–. Moriríamos –me abraza un poco más hacia su pecho y acaricia mi frente y el cabello de esa zona, haciéndolo hacia un lado–. ¿Sabes? Cuando tenías tu fleco cortado de esa forma dispareja te mirabas muy lindo.–Tú tampoco sabes mentir por lo que veo –le doy una mirada de sonrisa irónica fingida.
–No estoy mintiendo, es la verdad. Tú siempre te ves lindo.
A veces me sentía tan raro que él siguiera creyendo eso, porque en realidad no lo estaba.
Acaricio su pecho, su piel es tan sedosa y voy recostando mi cabeza en él, miro hacia algún punto cuando él deposita un beso en mi cabeza, y no puedo dejar de pensar en lo que pasaría si la calefacción se apagara y juntos durmieramos para siempre, dejando atrás esta vida, para quizás reencontrarnos en otra. Y aunque no quiera una sensación pesada y de malestar se forma en mis ojos y garganta, quizás soy tan cobarde y egoísta por pensar de esta forma, quizás lo soy por no querer enfrentar esta vida con toda esta carga y por segundos desear morir junto con él.
–No pienses en eso... –acaricia mi cabello y al instante una sensación de paz y relajación me invaden con fuerza, como si un ser celestial me estuviera tocando para darme esa tranquilidad que tanto necesito, y sí, Yoongi es un ser celestial.
–Eres como un ángel... –mi voz sale adormilada mientras acomodo mi cabeza en su pecho.
Yoongi queda en silencio, como si pensara para él mismo.
–No lo soy, solamente te amo y te conozco perfectamente.
–Lo eres. No digo una palabra cuando tú ya sabes que es lo que me pasa.
Y ahora va acariciando mi espalda al bajar lentamente su mano y recorrerla como si sus caricias de finos trazos lentos en pintura se tratara, con ese tacto tan dulce y protector, que me hace sentir que nada, absolutamente nada puede contra mí.
–Quisiera poder incluso, escapar de mí mismo para...
Quedarme contigo.
Pero mis palabras no logran salir, se quedan estancadas, ahí, en donde tantas han muerto.
–Puedes hacerlo. Quédate conmigo, por favor, Taehyung.
–¿Ves?... –y vuelvo a sentir aquél malestar de culpa, y mis lágrimas parecen querer salir, y una de ellas sale después de segundos y de haberla retenido con fuerza dentro, deslizandose por mi mejilla hasta mojar la nívea piel de su pecho–. Por eso no tengo duda que eres un ángel hecho humano.
Me abraza, rodeando sus delicados y frágiles brazos sobre mi espalda, como si estos fueran de cristal y fueran a quebrarse en cualquier momento. –Entonces, si de verdad lo soy...tengo que protegerte, cuidarte. Si de verdad lo fuera, entonces no encontré allá arriba el verdadero cielo, sino en un mundo cruel comparado con el infierno al que fui mandado, y el cielo lo encontré en ti, en el infierno que quise sanar, en el chico de los extraños mensajes de Online Gamer.
Despego mi cabeza de su pecho, y lo miro a los ojos, ni siquiera sé por qué siento esta fuerte necesidad de hacerlo, sólo sé que lo quiero hacer.
–Online Gamer... –mi voz sale baja.
–Sí... –nos miramos unos segundos a los ojos. Él me sonríe y limpia aquél rastro de lo que quedó de mi lágrima en mi mejilla.
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Online Gamer ~yoontae~
FanfictionTaehyung sufre maltrato y acoso en su vida diaria, no habla mucho y no tiene amigos, le encanta jugar videojuegos y al haber pasado los que ya tenía decide conectarse a un chat de su consola llamado "Online Gamer"... Descubre que muchas personas hab...