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Natalia:
Habían pasado 3 días desde que Alba dejase claro que me iba a dejar intentarlo , no habíamos vuelvo a vernos desde entonces sólo nos habíamos intercambiado algún mensaje deseandonos un buen día o una buena noche pero nada importante.

Hoy tenía pensado darle una sorpresa asi que cogí el bus a las 14:30 y me encamine a su universidad.

Camine por el campus buscando su coche para esperarla justo ahi.

Estuve unos 15 o 20 minutos hasta que su voz sono a mi espalda.

-¿Qué haces aquí?-preguntó un poco sorprendida.

-Hola a ti también Reche-dije con una sonrisa vacilóna.

- Lo siento,  Hola Natalia-añadió sonriendo-¿Qué haces aquí?-volvió a preguntar.

-Vengo a invitarte a comer-dije.

-¿A comer?-repitió confusa.

-Si , ya sabes Reche eso que hacen las personas cuando tienen hambre -añadí sonriendo.

-Yaya, se lo que es comer idiota-sonrió.

- En ese caso ¿vienes?-dije estirando la mano para que me sujetara.

Miro a mi mano y mi rostro alternativamente durante unos segundos.

-Vamos-dijo empezando a caminar sin nisiquiera tocarme.

Suspiré y la seguí hasta montar en el coche.

Alba:
El detalle de venir a buscarme para comer me encantó,  me pareció de lo mas tierno pero ¿cómo se le ocurre tender la mano? Ella sabía que no quería problemas y no paraba de ponerme en situaciones comprometidas.

-¿Dónde vamos?-pregunte cuando salimos del campus.

-Al parque del capricho-dijo sin nisiquiera mirarme.

Sabía que le había molestado mi ignorancia pero no podía permitirme que me vieran con ella en público.

-Natalia siento no haber cogido tu mano pero ya sabes que prefiero que nadie son vea-dije tras unos minutos en silencio.

-Tranquila....normal-murmuró.

Suspiré. No quería que tuviese que vivir una historia en la clandestinidad,  a su edad las historias tienen que ser intensas y eternas no a escondidas y lentas.

- Lo siento , de verdad -susurre apoyando mi mano en su muslo cuando paramos en un semáforo.

-Dejalo ya Reche-finalizo.

Otra vez este silencio incomodo que se crea entre nosotras cuando algo no va bien.

En mi cabeza una batalla se libraba a todas horas y mi corazón no paraba de ponermelo aún más difícil.

Mi cabeza me gritaba que debía dejar de acercarme a ella que todo serían problemas y que nada podía salir bien entre nosotras . Mi corazón me decía que no la dejase ir que como ella me hacía sentir nunca nadie lo había echo.

¿Y ahora qué hago? ¿A quién escuchó?

-Ya estamos aqui-dice Natalia interrumpiendo mi debate interno.

Sonrió ampliamente mientras salgo del coche para entrar junto a ella en el parque.

-¿Y esa mochila?-pregunto mientras caminamos buscando un árbol para guardarnos del sol.

- La comida rubia-dice sonriendo.

La miro con sorpresa mientras se coloca bajo un árbol con una manta y 3 fiambreras con ensalada fruta y gazpacho.

-Vaya...-susurro alucinada.

-¿Te gusta?-pregunta mirándome desde abajo.

-Mucho-añadió asintiendo.

Me senté junto a ella como un indio mientras sacaba la bebida de la mochila.

-Gracias por esto Natalia-dije al cabo de un rato.

-A ti por dejarme demostrarte que no somos imposibles-añadió.

La mire durante un instante a los ojos y pude ver todo lo que me decía.

Acarició mi mejilla con su pulgar hasta descender a mis labios cerrando los ojos para sentirme.

-Mirame-susurre.

Sus ojos se clavaron en los míos llevándonos a las dos a un lugar donde sólo estábamos nosotras.

- Me gustas Reche-susurro débilmente.

Sonreí y acaricie el puente de su nariz con un solo dedo.

Me acerqué muy despacio a su cuerpo y deposite un delicado beso sobre su frente.

La oí suspirar sabía que quería más pero no estaba lista para eso.

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Hola

¿aguantará Natalia todo el tiempo que Alba le pide?
¿empezar a Alba a dejarse llevar algún día?

Mirame mujer en tus ojos veo el universo

Descubramoslo

-BLUE💙

TODO CAMBIÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora