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Alba:
Vamos camino a Madrid . Yo sentada en la parte trasera del coche junto a la sillita de Oliver que duerme plácidamente sujetando mi dedo índice y Natalia conduze con un gesto sereno.

Aún no hemos hablado sobre el pequeño encontronazo en la habitación del hospital y se a ciencia cierta que tenemos una conversación pendiente.

-¿Natalia cuando vamos a hablar de lo que pasó?- pregunto con algo de miedo.

Traga en seco y pasa su mano derecha por el puente de su nariz a la vez que suspira.

- No tenemos nada de lo que hablar Alba,  todo a quedado claro - responde fría.

-Nat , yo no quería hacerte sentir asi.  Esperaba que si esto sucedía fuese de otra manera por eso actúe así- añadí buscando sus ojos por el espejo retrovisor interior.

- Es culpa mía por pensar que te casarías conmigo . Al fin y al cabo ¿Quién soy yo?- pregunto .

-Eres la madre de mi hijo Natalia Lacunza,  ¿te parece poco? - respondí.

-Por favor Alba ,  no me apetece seguir esta conversación - concluyó a la vez que estacionaba el coche frente al gran chalet de los Lacunza.

Natalia:
Continuar con esa conversación habría sido el principio del fin.

Llevaba una semana machacandome mentalmente por meter la pata y seguir hablando habría echo que rompiera a llorar y no podría permitirlo.

-¡Mamá!-grite al abrir el gran portón.

Alba y Oliver me seguían a poca distancia .

-Natalia hija estamos en la biblioteca - respondió con su voz calmada.

-¡Alba!- Íker salió corriendo desde la puerta de la biblioteca pero frenó en seco al ver el carrito de bebé que Alba empujaba -¡Me cagó en la puta!-grito.

-¡Íker esa boca!-grito mi madre recorriendo el mismo camino que el anteriormente-¡Coño!- exclamó al ver el carrito.

Alba empezó a reír nerviosa y yo la acompañe por lo cómico de la situación.

-Familia,  os presento a Oliver Reche Lacunza- dije con voz solemne a la vez que cogía al pequeño en brazo.

Mi madre se acercó muy despacio hasta estar a la altura de su pequeña cara y comenzó a dejar leves caricias en sus mejillas.

-Hola mi amor- susurro dejando caer una pequeña lágrima.

- No llores mamá- pedí emocionada.

Ella nos miró a Alba y a mi alternativamente y finalmente sonrió.

-Gracia por esto chicas , es el mejor regalo del mundo- sollozo antes de quitarme al pequeño de las manos para dejar mile de besos por su cara- es precioso.

Íker miraba la situación sin entender mucho lo que estaba pasando.

-¿Es mi sobrino?- pregunto algo perdido.

-Yo creo que si pequeño- dijo Alba abrazando su cuerpo por detrás.

Íker con 14 años estaba a escasos centímetros de superar la altura de Alba y esa imagen me pareció una de las más hermosas jamás captadas por mi retina.

Mi hermano camino despacio hasta llegar a la altura de Oliver y se lo quito a mi madre de los brazo para acunarlo.

-Así que soy tu tío eh - dijo acariciando su nariz - en ese caso te enseñaré a soportar a tus madres,  ami me costó años pero lo conseguí- añadió con una sonrisa preciosa.

Todos reímos con el y al ver esa estampa supe que nada podría salir mal.

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Esto se acaba,  ideas para nuevas hostias? (Aún quedan 2 o 3 capítulos más)

-BLUE 💙

TODO CAMBIÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora