TODO CAMBIÓ

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Alba:
Pi, pi,  pi , pi.

El pitido incesante del teléfono me desvela a las 5 y media de la mañana.

"No merezco" pienso mientras cojo el aparato sin pararme a mirar quien me llama.

-¿Si?- pregunto somnolienta.

-Albi...- Nat, casi me caigo de la cama al oír su voz.

-Natalia , ¿Estas bien?- pregunto sentandome como un indio.

-No-la oigo sollozar y me preocupo.

-Dime donde estas - Le pido.

Sin decir nada más me cuelga.

Empiezo a agobiarme por lo que me visto lo más rápido posible para intentar localizarla.

Mi teléfono vuelve a sonar y veo que es un mensaje con su ubicación por lo que me visto aún más deprisa y me monto en mi coche conectando el navegador.

A los 15 minutos de trayecto el cual se me ha echo eterno llegó a un bar de mala muerte y la veo al final de la barra abrazada a una botella vacía de whisky.

-Natalia , ¿ Estas bien?- pregunto acariciando si espalda para llamar su atención.

Abre los ojos débilmente y una lágrima cae por su mejilla.

-Albi- solloza abrazandome.

-Estoy aquí cielo,  estoy aquí - susurro mientras la abrazo y me parece mentira volver a sentirla conmigo- voy a llevarte a casa Natalia,  vamos-le digo mientras la ayudo a ponerse en pie.

Caminamos hasta mi coche y le pongo el cinturón de seguridad por que con la borrachera que lleva encima no creo que pudiese hacerlo ella por si misma.

-¿Dónde vives Natalia? -le preguntó cuando me e subido al coche junto a ella.

Me entrega las llaves de su casa junto a un llavero que indica su dirección.

Al llegar observó alucinada la urbanización de lujo en la que vive y ella susurra ebria.

-Mete el código se la tarjeta en el teclado de tu izquierda.

A mi izquierda un portero automático me pide el pin que ella anteriormente a señalado y lo tecleo a la vez que veo la cancela metálica abrirse.

-Es ese de ahí- señala un gran chalé.

Aparco junto a la rampa de su cochera y me dispongo a bajarla.

Entramos en su casa tras varios tropiezos por su parte y andamos el estrecho pasillo hasta llegar al gran dormitorio que supongo que le pertenece.

Un dormitorio pintado en beige con muebles blancos se alza ante mi . Es una completa maravilla.

La acomodó en la cama que preside la sala y le sacó los zapatos para tumbarle.

Cuando voy a arroparla sujeta mi mano y susurra:

- No te vayas por favor, otra vez no. Quédate conmigo.

Su suplica hace que un punzante dolor se coja en mi pecho.

- No voy a ir a ninguna parte Nat , estoy aquí- murmuró tumbandome junto a ella.

Cuando nota el calor de mi cuerpo me abraza fuerte contra ella y suspira con tranquilidad.

"Dios mio como te he echado de menos mi amor" pienso antes de caer rendida junto a ella.

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Dios Me estoy poniendo super soft . Por fin se arregla algo .

¿Qué pasará a la mañana siguiente?
¿Dejarán el pasado atrás?

Siente mi calor , no volveré a irme

Descubramoslo

-BLUE💙