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Alba:
Lo había echo , había besado a Natalia Lacunza.

Nunca me había sentido tan cerca del cielo como en el instante en que su lengua acarició la mía con una delicadeza exquisita.

-Dios...-suspiré separándome de ella y apoyando mi frente en la suya.

Acarició mi mejilla con su pulgar delicadamente mientras me miraba sonriente.

-¿Deberíamos hablar de esto?-pregunto sin dejar de sonreír.

Nege débilmente y la mire a los ojos.

-No quiero hablar , quiero que nos dejemos llevar Natalia-dije sinceramente.

-En ese caso no tengo nada más que decir-añadió tras unos segundos en silencio.

Me gustó mucho que entendiera que prefería dejar las cosas fluir y no forzar situaciones.

-Tengo que marcharme , e quedado con unas amigas para tomar algo, luego te veo ¿vale?-dijo suavemente.

-¿Te parece bien si preparo algo y cenamos juntas cuando vuelvas?-pregunte tímida.

-Por supuesto rubia,  me encantaría-dijo besando mis labios de nuevo.

Sonreí cuando se separó y volví a mirarla mientras acariciaba su mejilla.

-Ten cuidado Lacunza,  no bebas -añadí riendo.

-A sus órdenes Reche-dijo poniendo posición de soldado.

Se me escapó una carcajada por su gesto y ella sonrió conmigo.

-Eres una payasa Lacunza-dije.

-Lose rubia,  lose -susurro antes de besarme y salir de la estancia.

-¡Te espero!-grite.

-¡ No esperaba menos de ti!-respondió a lo lejos.

"Idiota"pense para mi mientras sonreía como una imbécil

Pasaron 3 horas hasta que Natalia volvió a él chalet . Para entonces yo ya había acostado a Íker y preparado una cena especial para las dos.

-Hola-saludo entrando en el comedor.

-Hola Natalia-respondi mientras colocaba los últimos platos en la mesa.

-Vaya.... es impresionante -dijo alucinada por la mesa que se encontraba ante ella.

Iba a ser nuestras primera cena a solas asi que coloque un mantel blanco y la vajilla negra que la señora Lacunza guardaba para ocasiones especiales. Compre una botella de champán para compartir y preparé un salteado de verduras al vapor.

-¿Te gusta?-pregunte cuando empezamos a comer.

-Esta increíble rubia-respondió acariciando mi mano sobre la mesa con una sonrisa en sus labios.

Sonreí como respuesta.

Pasamos la cena hablando de cosas banales , nada relevante.

Cuando terminamos los postres salimos al gran jardín,  nos sentamos en una hamaca y contemplamos las estrellas que desde aquel lugar se dibujaban con total claridad en el cielo.

-Es impresionante, me siento insignificante -susurro la morena sin dejar de mirar al firmamento.

Gire mi cuello para mirarla detenidamente . En sus ojos las miles de estrellas se veían con total claridad , en la oscuridad de aquel jardín su rostro brillaba más que cualquier acontecimiento celeste.

-¿Qué miras tanto?-dijo al darse cuenta de mi insistente mirada.

-Estas muy guapa-respondi sonriendo.

Giro su rostro para quedar frente al mio y nos miramos con detenimiento durante largos segundos.

-Tu eres preciosa Alba Reche,  realmente preciosa-susurro.

Abrí los ojos sorprendida, nunca antes lo había echo.

-¿Me has llamado Alba?

Asintió sonriendo y reí por su reacción.

-Me gusta como suena cuando sale de ti -confese.

-Ami también-añadió.

Acarició mi mejilla delicadamente y antes de poder decir nada sentí sus labios sobre mi de nuevo.

No sabría como describirlo pero sólo podría deciros que fue delicado y tierno.  No había prisa en nuestros labios sólo queríamos sentirnos y disfrutar del tacto de la otra y lo hicimos toda la noche bajo un manto de estrellas que juraron guardar nuestro secreto.

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Lamento tardar tanto. Estaré más activa esta semana espero.

¿Qué pensará la madre de Natalia cuando se entere de esto?
¿Y sabela?

"Podía ver mi futuro en tus ojos y joder eso me acojonaba"

Descubramoslo

-BLUE💙

TODO CAMBIÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora