Parada desde donde estaba y con todos los gritos que había no podía escuchar lo que Sebas hablaba con las chicas, solo las veía asentir y luego chocaron todas los cinco, y volvieron a donde estaba yo que los esperaba, aún con los brazos cruzados y el peso de mi cuerpo reposando en mi pierna derecha:
E: ¿Y bien? ¿Puedo saber de lo que hablaban?
S: No, es un secreto.
E: Uhmm... Niñas, ¿qué les dijo Sebas?
C: Lo sentimos Eiza, pero esto es algo súper ultra secreto.
E: -alza una ceja y se voltea a la izquierda- Y tu Agus, ¿no me dirás de qué se trata eso súper ultra secreto?
A: Perdóname Eiza, pero no puedo decirte nada porque corre peligro algo muy importante.
V: -mira a Sebas reír- No exageres Agus, no le podemos decir, ¡pero tampoco son secretos nucleares!
E: Vaya, eso me da varias ideas.
J: No le hagas caso a Agus, Eiza, ¡siempre sobreactúa todo! Sólo aguanta unos días más, no te costará nada, y te puedo asegurar que eso súper ultra secreto te encantará, a su momento.
E: Caray... ¡no me digan eso porque me comen las ansias!
Todos rieron ante mi comentario, menos yo. ¿Qué será eso tan secreto que las chicas y Sebas me estaban ocultando? Y lo que más había alimentado mis ansias fueron las palabras de Joanna: "Te puedo asegurar que eso súper ultra secreto te encantará". Sabía que sería imposible sacarle una palabra sobre el asunto a Sebas, y no quería comprometer a las chicas, así que lo mejor para todos era esperar.
Corríamos de un juego a otro, cada vez más cansados, más agitados. Nos tomamos fotos, jugamos, bromeamos, reímos. Nunca me sentí tan a gusto, o al menos no en otras compañías. Por un momento llegué a imaginarme que así sería mi vida si decidiera formar una familia con Sebastián. Nuestros hijos, 3, un niño y dos niñas, como siempre lo soñé, y nosotros dos, jugando, corriendo, gritando... Sería tan maravilloso.
Entonces recordé cuando hace un tiempo, tuve la sospecha de estar embarazada, y Sebastián se llenó de ilusiones. De haber sido real, tal vez ahora estaría en un consultorio médico y no en Disney con ellos.
Las horas pasaron volando entre juegos, risas y correteos, y lamentablemente llegó la hora de la despedida. Siempre a las 22:00 en punto, el espectáculo de despedida en el Magic Kingdom comenzaba. Estábamos todos sentados en el piso frente al famoso Magic Castle y la música comenzó a sonar, los fuegos artificiales empezaron y la gente exclamaba asombrada. Sentí que Sebastián me tomaba fuerte de la mano y se inclinó a mí, dándome un beso en la mejilla, luego me susurró:
S: Te amo...
Sonreí al escucharlo, y entonces sus manos rodearon toda mi cara y me volteó para quedar frente a frente, entonces posó su boca contra la mía, regalándome un beso sosegado y placentero, al que no tardé en corresponder, y al parecer todos nos aplaudieron y ovacionaron, tal vez solo fue mi imaginación, pero me sentí en las nubes. Entonces una luz me hizo sepárame de él, no eran los fuegos artificiales, era algo casi sobre nuestro rostro. Cuando volteé, Valeria y Carolina estaban paradas una al lado de la otra, nos habían tomado fotos, que luego Sebas reclamó:
S: No se olviden de enviármelas, ¡las quiero! , y úsenlas para la sorpresa, seguro quedará aún más hermoso.
V: Perfecto, para la sorpresa, cero que sé lo que haremos...
E: -frunce el ceño- Oigan, díganme de que se trata esa sorpresa ¿sí? Por favor...
C: ¡No! No podemos, solo espera unos 12 días más y lo verás...
E: -resopla- Ok...
Y acabando de pronunciar esa simple palabra, la ilusión de campanita salió de una esquina del castillo y voló hasta la punta, dándole fin al espectáculo.
Todos aplaudían y gritaban. Sebastián y yo nos levantamos y nos fuimos, las niñas nos siguieron, subimos a la camioneta y arrancamos camino a mi casa, Soledad volvería por las niñas. Cuando llegamos Sebas se fue a devolver la camioneta, y casi al instante llegó Sole para recoger a las chicas, me sorprendió lo tranquilas que se fueron. Entonces me quedé sola, y me fui a tomar una ducha, necesitaba pensar. La sorpresa que Sebastián y las niñas me tenían, me estaba poniendo realmente nerviosa... ¿Y si era algo malo? Podría descartar esa opción. Pero de todas formas tenía los nervios de punta. Salí de la ducha, Sebastián aún no llegaba, el lugar estaba lejos y tenía que volver caminando.
Me estaba acabando de poner mi camisón de corte vestido cuando mi celular sonó, creí que era Sebastián, tal vez había tenido algún inconveniente y necesitaba que fuera por él, pero no, era DJ. Pensé en simplemente dejar que el celular sonara, pero luego me acerqué y contesté:
E: Bien, ¿qué quieres?
DJ: Quiero hablar contigo Eiza, necesito hablar contigo.
E: Pero yo no necesito hablar contigo, no quiero hablar contigo.
DJ: Eiza, solo quiero pedirte perdón y tengo que decirte algo muy importante.
E: Dímelo ahora, es más rápido y fácil.
DJ: Es demasiado importante para decírtelo por teléfono, por favor, tiene que ser en persona.
E: Ok, ¿dónde y cuándo?
DJ: Cuando tú puedas y donde tú quieras.
E: Bien, el sábado a las 20:00, ni antes ni después.
DJ: Perfecto, por favor, no me falles.
E: Adiós.
DJ: Adiós.
Justamente en el momento en el que corté la llamada, sentí que Sebastián abrió la puerta, yo tomé el peine y me cepillé rápidamente mi cabello aún mojado y corrí hasta él. Lo abracé simplemente porque quería hacerlo, y él me abrazó, pero el sí tenía una razón y yo me daba cuenta:
E: Mi amor... ¿qué te pasa?
S: Sabes que te amo, y que si fuese por mí, nunca me alejaría de ti.
E: Lo sé, yo tampoco me alejaría jamás de ti.
S: Pero también sabes que no me puedo quedar para toda la vida en LA...
E: También lo sé... ¿Sebas, hay algo que quieras decirme?
S: Sí... antes de llegar aquí, pasé por el hotel donde estaban mis cosas y me dijeron que había un recado para mí. Era de producción. Mis vacaciones acabaran una semana antes de lo esperado.
E: Osea que...
S: Que me voy el domingo por la mañana.
E: No, no, no, no... -entierra la cabeza en su pecho- Yo no quiero que te vayas, no por favor...
S: Yo tampoco me quiero ir mi niña... Pero hay que aprovechar el tiempo juntos ¿sí?
E: -conteniendo las lágrimas- Ajam...
S: Bien, hoy te dormirás temprano, mañana iremos a la playa, ¿te parece?
E: Todo lo que digas me parece...
Me puse de puntitas, aún me tenía fuertemente abrazada, él me apartó un poco el cabello de la cara y me dio un par de besos rápidos, simplemente me dolía el hecho de pensar que apenas había reconocido mi amor por él, y ahora debía alejarse de mí. Pero eso no cambiaría nada. Aunque nos separara toda la tierra, aunque estuviera rodeada de muros y su piel tuviera espinas, lo volvería a abrazar y a besar, sin importar lo que me costase... ¿por qué? Precisamente, porque lo amaba.
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I pledge to you my eternal love❤
FanfictionEsta es una fanfiction seiza, es escrita por una amiga pero yo soy la encargada de subirla. Antes lo hacia en el blog seizaforever.blogspot.com pero me era muy complicado y por lo mismo tardaba mucho en actualizar, de esta forma me es más sencillo. ...