Capítulo 44

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La noche del cumpleaños de Eiza fue de las noches más mágicas de mi vida. Sería más fácil contarles todo lo que no hicimos antes de contarles lo que hicimos.

Ese cumpleaños tuvo más sorpresas para mí que para ella, ¿saben por qué? Porque, la noche en que llegué a la cena en la cabaña a la que Eiza me había citado, ella apareció con un vestido color negro en detalles dorados, pero eso no fue precisamente lo que me sorprendió, sino que fue su cabello… su largo cabello dorado. Sí, dorado, igual que cuando me enamoré de ella. Sus hermosas ondas caían en cascada. Ella conocía perfectamente qué efecto tenía en mí su cabello, y mucho más cuando se encontraba rubio.

Ahora, 10 de febrero, me encuentro preparando uno de los acontecimientos más importantes de nuestra relación. Como no lo pude hacer tantos meses atrás, lo haré en cuatro días.

Dejé a Diann con Eiza, ambas dormían, ¡cómo duermen esas dos! Y mientras tanto, salí a comprar un par de cosas.

Llegué a una joyería llamada “Sueño Dorado”, y allí entré. Había tomado uno de los anillos de Eiza para las medidas, aunque las conocía perfectamente. Me paré frente al mostrador, mirando todos los anillos de la vitrina, hasta que una muchacha de la edad de Eiza aproximadamente, me atendió. Vi que tenía su nombre prendido en la camisa: Macarena.

M: -lo mira sorprendida- Buenos días, Señor Rulli. ¿En qué lo puedo ayudar?

S: Mmm, ando buscando anillos de compromiso. Y de boda.

M: ¿Algo en especial?

S: Sí. Mire, ¿Macarena? –la chica asiente-, bien, quiero el los anillos más hermosos y caros que tenga para que, ésta mujer –le muestra una foto de Eiza-, pueda lucirlos.

M: ¿Eiza? ¿Eiza González?

S: Esa misma. Planeo pedirle matrimonio el sábado.

M: Pues, muchas felicidades y, ojalá que acepte. Se me casará el galán de mis sueños con la mujer a la que me gustaría parecerme.

S: -ríe- Se casará “tu galán” de sueños con su princesa amada.

M: Bueno, mire, éstos llegaron ayer mismo de Europa –saca una caja de abajo del mostrador y la abre-.

Cuando Macarena abrió la caja, los primeros anillos que vi y que me parecieron perfectos, fueron un par de anillos compuestos por dos tipos de oro diferente: dos tiras de oro rosa inclinadas y una de oro blanco que las atravesaba, formando una especia de “X” que sostenía un diamante de agua precioso.

No dudé ni un segundo, a Eiza le encantarían, estaba seguro, así que decidí que llevaría esos. Y en cuanto al anillo de compromiso, bueno, sería un anillo de plata torneada de la cual salía una flor que tenía un rubí en medio de sus pétalos.

Me despedí de Macarena y de inmediato fui a buscar a las niñas, necesitaría mucho de su ayuda… pero entonces recordé que Agustina estaba como enojada conmigo, así que, primero que nada, arreglaría las cosas con ella.

Me dirigí a casa de su tía, nunca olvidaré la expresión de esa mujer cuando toqué a su puerta buscando a Agus. La llamó casi tartamudeando, y luego me hizo pasar. Me senté en el sofá del living a esperar a Agustina, hasta que apareció en pijamas y con una chaqueta puesta. Se sentó como “indio” en el sillón de enfrente y me dijo:

A: Mi tía dijo que querías hablar conmigo.

S: Sí, de hecho.

A: ¿Y bueno? ¿De qué querías hablar?

S: Sólo quiero saber qué hice para que estés tan fría conmigo.

A: Ah, por nada. Lo único que hiciste fue engañar a la mujer más importante de mi vida, lastimarla, romperle el corazón y dejarla sola.

S: ¿Hablas de lo que pasó con Eiza?

A: Si es lo que entendiste…

S: Agus…

A: ¿Qué?

S: Todo entre Eiza y yo se arregló, y no quiero estar peleado con una de mis hijas.

A: ¿Una de tus hijas?

S: Yo las considero mis hijas, son las niñas que nos han apoyado desde el principio. Sólo quiero estar bien contigo, que me vuelvas a querer, incluso que me veas como tu otro papá.

A: -mira al suelo- Y vos sos la única persona a la que puedo llamar papá.

S: ¿Y tú verdadero papá?

A: -ríe irónica- Pfff, ese no merece ni siquiera ser llamado hombre.

S: ¿Y eso por qué, pequeña?

A: Porque no es hombre el que le pega a una mujer, ¿o sí? Y mi papá le pegó a mi mamá, ¡en frente mío!

S: ¿En serio?

A: Y para colmo -levanta la cabeza y mira al techo-, resulta que no fue la primera vez, pero mi mamá no quería que mi hermano y yo tengamos una mala figura paterna y no me lo dijo hasta hace un año. Después resultó que desfiguró a golpes la cara de su novia.

S: ¡Eso malditos deberían estar en la cárcel!

A: ¿Y crees que no se lo dije a mi mamá? Pero como siempre, lo que yo le dijera, no le importó.

S: ¿También te llevas mal con ella? Pero si parecen las personas más unidas del mundo.

A: Pfff, ¿No me ves, Sebastián? Me mandó a un país completamente extraño a ocho horas en avión, sólo para deshacerse de mí.

S: Pero, yo creí que habías llegado por lo del desgraciado de Santiago.

A: No –lo mira y derrama unas lágrimas-. Pasé por peores cosas como para mudarme de país porque un boludo me rompió el corazón. Sebas, Eiza y vos son lo mejor que me pasó hasta ahora. Son las únicas dos personas a las que yo podría decirles “mamá” o “papá”.

S: ¿Y qué te impide hacerlo?

A: ¿Cómo?

S: ¿Qué te impide decirnos así? Nosotros te amamos, las amamos a todas. Son las personas que estructuraron por completo nuestra relación y por eso les quiero pedir ayuda para que, el sábado, todo sea perfecto y pueda pedirle matrimonio a Eiza.

A: ¿En serio? –sonríe-. ¡Sí! Por fin, ese único sueño que me quedaba pendiente se va a cumplir.

S: Entonces, ¿nos vas a ayudar?

A: Obvio, pa.

Abracé a Agus, teniendo la tranquilidad de que ya no estaba enojada conmigo, y que incluso me había llamado “pa”. Eloísa salió de la habitación, pues como Eiza ya había dicho, ellas vivían juntas. Me saludó y casi se va de espaldas cuando le contamos lo del compromiso y lo de “papá”, ahora soy ‘pa’ y ‘papi Sebas’.

Reunimos a las chicas que nos faltaban y les dijimos lo del compromiso. Debo aprender a tener el número de emergencias a mano para cuando hago éste tipo de anuncios a ellas.

Además, todas aceptaron perfectamente el decirme “Papá”. Me aman, lo sé.

Organizamos todo lo que teníamos que organizar para que, el 14 de febrero de 2015, Eiza González se comprometa oficialmente conmigo para que, unos meses después, podamos ser Marido y Mujer.

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