Capítulo 24

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Estaba atravesando un día difícil. Después de lo de DJ, había quedado un poco shockeada, ya que jamás imaginé que arrodillaría ante mí para pedirme perdón. Después, esa llamada inesperada de Sebastián, lo sentí muy raro, como si me estuviese ocultando algo. Y ahora, se acercaba cada vez más la hora de despedir a las chicas, y de verdad no quería. Ellas eran mi único apoyo desde que Sebastián se había ido, y ahora me quedaría definitivamente sola.  A pesar de que tenía mis amigos en LA, ninguno sabía mi historia emocional con Sebastián, y ninguno sabía lo de mi embarazo, y mis planes después de ello, solo Demi. En ella podía confiar, y en mi mamá. Pero el problema era que mi mamá tampoco sabía de mi embarazo, y la idea era decírselo cuando llegara a México. Las ganas de irme me estaban consumiendo.

Tomé las llaves del auto, me puse unas gafas de sol y salí de mi departamento, el vuelo de las chicas estaba por salir.

Cuando llegué al aeropuerto, ellas estaban ahí, mirando a todas partes, como si buscaran a alguien. Hasta que una de ellas me ve, y todas voltean, dejando el equipaje en el piso y corriendo hacia mí.

Las recibí con un gran abrazo e inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas.

V: Pensamos que no vendrías...

E: ¿Cómo no voy a venir? Mis niñas adoradas se me van...

A: No sabés cuánta falta me vas a hacer, Eiza.

E: Agus, recuerda lo que me dijiste. Lo que me prometiste.

A: Lo sé. Voy a dejar de hacerlo, por vos -caen sus lágrimas-, y por este bebé que tienes en tu vientre -toca si vientre-.

J: ¿Vendrás a visitarnos?

E: Muy pronto.

C: ¿Lo prometes? Mira que le debes a Sonora, tu tierra y la mía, una visita.

E: -ríe- Lo prometo.

A: ¿A Argentina también?

E: Obvio que sí, es como mi segunda casa...

C: Eiza, antes de irnos, tenemos que darte algo.

E: ¿Qué?

V: -le da un sobre- Esto.

E: ¿Qué es esto?

J: Es algo que... es para el próximo mes, solo piénsalo, ¿sí?

E: -suspira- Sí...

A: Ah, y toma esto -le extiende un paquete-, te ayudará.

E: ¿Y esto, qué es?

C: El libro de los mil nombres, con algunos nombres subrayados, que nos gustaron mucho.

E: Awww... mil gracias niñas. Son lo más valioso que tengo. Gracias por llegar a mi vida.

Nos abrazamos con fuerza, ninguna dejaba de llorar y la última llamada para que subieran al avión había sonado. Separarnos fue como arrancarnos una parte del alma, sin dudas uno de los momentos más dolorosos de mi vida. ¿Por qué la gente que amas no se puede quedar para siempre a tu lado? Es una injusticia tener que separarse de quien te hace bien.

(...)

Llegué a mi casa secándome aún las lágrimas. No dejaba de pensar en las chicas, ni una hora alejadas y ya las extrañaba como si hubiese sido un siglo.

Me recosté sobre el sofá, tirando todo en el piso y me recosté en mi sofá. Encendí el televisor y cerré los ojos tratando de descansar. Ya era muy tarde y mi día había sido horriblemente cansador. Estaba tratando de dormirme cuando comencé a sentir nauseas, lo que me hizo salir corriendo al baño y devolví el estómago. Cuando acabé de lavarme los dientes, decidí ver el libro de los 1000 nombres. Lo irónico de estar sola es que comienzas a hablar, pero en lugar de hablarle a alguien, te habas a ti misma. Abrí la primera página que tenía algo escrito:

"Como en el libro no aparece, quería decirte que me gusta el nombre Shailene:3 es muy bonito. By: Agus"

E: -ríe- Sí, es muy bonito. Bien, veamos que hay aquí.

Comencé a leer los nombres que, en lugar de estar en orden alfabético, estaban muy desordenados:

E: Eiza -pone los ojos en blanco y ríe-, Alma, Cecilia, Valentina, Victoria, Aixa, Nicole, Marina, Ariadna, Sabrina, Luz María, Micaela, María de los Ángeles, Luna, Isabella, Soledad, Valeria, Silvina, María Eugenia, Natasha, Giuliana, Diana, Elena, Analía, Ruth, Franccesca, Violeta, Ana María, Luz, Alicia, Zoe, Mia, Nina, Maricruz, Paz, Adriana, Martina, Abril, Agostina, Alejandra, Kimberly, Rubí, Magenta, Jazmín, Julieta, Zafiro, Alexa, Lola, Leticia, Macarena, Anahí, Irene, Giovanna, Ashara, Ximena, Rose, Marie, Irena, Mariana, Magdalena, Liana, Lía, América, Argentina, Malvina, Eva, Emma, Michelle, Fanny, Megan, Emily, Clara, Thalía, Briggite, Natalia, Agatha, Débora, Ámbar, Diann, Shailene, Angelique, Eloísa, Dulce, Linda, Marimar, Corazón, Amore, Alai, Mafalda, Judith, Gemma, Joanna, Luz, Malú, Adhara, Melany, Dulce María, Katynss, Prim, Anahí, Rihanna...

Solo leí los nombres de las niñas, porque en caso de ser un varón, Sebastián tomaría la decisión. De todas formas, pediría su asesoramiento. Había nombres que realmente no me gustaban para nada, pero hubo uno en particular que me llamó mucho la atención: "Diann". Tomé mi teléfono y le envié un audio a Sebastián leyéndole algunos de los nombres. Esperé unos cinco minutos hasta que respondió:

"Me gusta mucho Shailene, sí es muy bonito. Y otro que me gustó fue Diann. ¿Qué te parece? Shailene Diann Rulli González..."

Sonreí cuando oí como quedaría el nombre completo y me pareció perfecto. Si era niña, se llamaría así. Tomé el teléfono y le contesté:

"Me encanta, es perfecto... ¿Y si es niño? Tú le elegirás nombre, así que me gustaría saber qué nombre le pondrías"

Sebastián había mencionado que Cecilia no había aceptado el nombre que él quería, así que a fuerzas tuvo que elegir otro y por eso a su hijo lo llamaron Santiago, así que quería saber qué nombre quería para Santi, pero Ceci no se lo permitió:

"Cuando Santi estaba por nacer, quería llamarlo Theo, pero Ceci no me dejó, así que solo lo llamó Santiago. ¿Te gusta el nombre?"

Mmm... Theo Rulli González. Un hermoso nombre. El solo hecho de complementar un nombre con el apellido de Sebastián y el mío, lo convertía en perfecto. Nuestro bebé sería perfecto.

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