Capítulo 27

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A la mañana siguiente me levanté pensando en Sebastián, en la llamada y en cuánto faltaba para viajar. Dos meses, aún.

Estaba en la cocina preparándome el desayuno y cuando me senté en el mesón de la cocina, vi que el sobre que me había dado Valeria seguía ahí, y sin abrir. Lo tomé y lo pensé por un segundo, pero luego lo abrí. Tenía dos cosas, una nota que fue lo primero que leí y decía:

Eiza:

          Piénsalo, solo queremos verte feliz porque te amamos.

                                                                                                                          Atte.: Las del bar (':

PD: Busca en tu cajón de la ropa interior, muy al fondo, Sebas dejó algo para tí

Reí por lo de "Las del bar" y luego tomé la otra cosa que había en el sobre. Era un... ¿boleto de avión? Tenía como destino México y salía en exactamente un mes. Por eso me dijeron que lo pensara. Si me iba un mes antes, no perdería mucho, es más, no perdería nada. Pero, irme antes significaba renunciar a la segunda temporada de FDTD, sería tener que enfrentarme a la prensa antes de tiempo, tener que enfrentarme a mi familia con lo del embarazo. Sé que lo de mi familia no sería problema, pero la prensa sí, y el contrato tal vez. Pero, podría hablar con Robert y llegar a un acuerdo. Sí, eso haría. Ahora me iré un mes antes, y no me importa no estar preparada para los ataques mediáticos, porque junto a Sebastián todo lo puedo. Fui hasta mi habitación y abrí mi cajón de la ropa interior, metí la mano lo más al fondo que pude y sentí algo cuadrado, una cajita. La saqué de ahí y la miré, no era cualquier cajita, era de la mejor alhajería de LA. De color azul noche con un moño plateado y de un tamaño un poco menor a la palma de mi mano, podría ser... La abrí y sentía que mis ojos ya se estaban llenando de lágrimas, que rebalsaron inmediatamente al ver el contenido de la cajita: un anillo de plata que tenía un zafiro precioso, y pegado en la parte interior de la caja había una inscripción que decía: Marry Me? Me puse el anillo y, entre lágrimas de felicidad y con una gran sonrisa en mi rostro, murmuré un "Acepto..."

*UN MES DESPUÉS*

{Por teléfono}

E: No, no, Sebastián no sabe que iré. Es una sorpresa, Demi.

D: ¿No necesitas nada? ¿Llevas todo? ¿Te sientes bien? ¿Has ido al médico?

E: -rueda los ojos- Sí, Demi, ya fui ayer. Mi ginecólogo dijo que no había problemas en que hiciera el viaje, siempre y cuando me cuidara.

D: Okay... ¿Me llamarás?

E: ¡Obvio!

D: ¿Me visitarás?

E: Por supuesto que sí, Demi.

D: ¿Me dejarás ser la madrina de la pequeña...? ¿Cómo se llamará?

E: -ríe- Pues si es niña Diann Shailene... y si es varón, será Theo. ¿Te gusta?

D: -grita entusiasmada- ¡Me encanta! Va a ser hermosa, imagínatela, con tu cabello castaño y los ojos de su papá, y con ese hoyuelo que tú tienes... Será toda una princesa.

E: Lo sé, Demi. Bueno, te tengo que dejar, el vuelo ya está por salir. Adiós, nos vemos pronto.

D: Adiós, Eiza. ¡Cuídate!

Corté la llamada y seguí la fila para entrar al avión. Tenía una bola en el estómago, de los nervios seguro, porque no sabía que reacción tendrían todos allá por verme.

(...)

El viaje en el avión fue un martirio, no encontraba una posición cómoda en el asiento, traté de dormir, pero al lado mío había dos adolescentes escandalosas que no paraban de gritar, y sus padres estaban peores. No sé si estaban borrachos o algo así, pero no paraban de reír. Traté de leer un poco, pero no me pude concentrara, me atacaron las náuseas, y para acabarla, mi celular se quedó sin batería. Fue el peor vuelo de mi vida.

Gracias Dios, ya estaba en México, pero ahora ¿a dónde iría? Mi mamá no sabía qué y había llegado, y quería darle la sorpresa. No iría a lo de Yulem, porque también era sorpresa y no quería molestarlo... pero tenía la llave de la casa de Sebastián, y esa sí sería una gran sorpresa. Miré la hora en mi reloj, 11:45pm. Paré un taxi, le di l dirección y nos fuimos.

(...)

Busqué en mi bolso la llave que Sebas me había dado hace unos meses, ahí estaba. Abrí la puerta, había luces prendidas, pero ya era muy tarde. Entré y oí un par de ruidos provenientes de la habitación de Sebas, así que supuse que aún estaba despierto, y luego oí correr el agua de la ducha.

Dejé mis maletas en su sofá y caminé hasta su habitación, y entré al baño, me quedé viendo el contorno del cuerpo perfecto de Sebastián a través de la mampara de la ducha. Decidí entrar. Bajé despacio el cierre de mi vestido, el cual cayó fácilmente al piso, me quité el sostén t las bragas, y entré a la ducha por la apertura que había dejado Sebastián en la mampara. Me acerqué a él y se sobresaltó un poco cuando mis manos se posaron sobre su pecho enjabonado, pero yo me acerqué a su oído y le dije:

E: Sh, sh, sh... soy yo, mi amor...

S: -se voltea- Eiza...-la besa- Mi amor, ¿qué haces aquí?

E: Volví por ti... quiero estar todos los días contigo...

S: Eres tan única, mi amor... Te amo, y a ti -le habla a su vientre-.

E: Y nosotros te amamos aún más.

Sebastián me rodeó la cintura con sus manos y volvió a besarme, con el agua cayendo sobre nosotros, y por un instante deseé que ese momento durara para siempre...

I pledge to you my eternal love❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora