Santi estaba sentado en la mesa y ya preparado para comer. Angelique salió de la cocina con un plato de sopa de choclo que parecía prometedor. Santiago es duro para comer lo que no le gusta, la sopa, por ejemplo. Arrugó la cara cuando Angie le puso el plato de sopa en su lugar y dijo:
San: ¿Sopa? Deaj...
S: Sí, Santi, sopa. Y tendrás que comértela porque Angelique lo hizo especialmente para nosotros.
San: Pero papi, sabes que odio la sopa.
S: Sé que no te gusta, campeón, pero has un esfuerzo y cómetela toda. Además, si no comes la sopa, no habrá helado.
San: Cuando comíamos con Eiza, ella no me obligaba a comer sopa. Siempre me dejaba comer lo que quisiera.
S: ¡Santi!
San: Es la verdad, papi... ella era muy divertida y siempre jugaba conmigo. ¡Ojalá regrese pronto para poder estar con ella!
Miré a Angelique, pareció molestarle el comentario de Santi. Sé que estuvo fuera de lugar, pero él lo dijo sin malicia, porque el corazón de un niño siempre se inclina al lado que más le importa. No había dudas de que Santiago quería muchísimo a Eiza, y ella ni hablar. Cada vez que estaba con él, se comportaba como si fuese su mamá. Le leía cuentos, jugaba con él, le hacía regalos, lo hacía reír, le cocinaba, lo acompañaba y, lo más importante de todo, le daba amor.
Santiago seguía mirando su plato y tomó la cuchara, miro a Angelique, me miró a e hizo una seña con su dedo para que me acercara a él, iba a decirme algo al oído. Me incliné un poco y le dije:
S: ¿Qué pasa?
San: Papi, me voy a comer la sopa, SÓLO si me prometes una cosa.
S: Mmm, ¿qué?
San: Que cuando acabe llamaremos a Eiza.
Sonreí por lo que Santiago me pidió, era evidente su cariño hacia ella.
S: Trato hecho.
San: ¡Sí!
(...)
Santiago estaba sentado en el sofá viendo caricaturas mientras Angelique terminaba de acomodar la mesa y yo lavaba los platos. Quería llamar a Eiza, no solo por Santi, sino porque desde que llegué acá, no paro de pensar en ella, de sentirme preocupado.
Dejé los platos escurriendo y me sequé las manos. Caminé hasta la sala y me di cuenta de que Angelique me seguía.
A: Bueno, Sebastián, creo que yo ya me voy. Tengo varias cosas que hacer.
S: Está bien, Angie. Fue un gusto que me hayas visitado y gracias por estar con Santi.
A: El gusto fue mío, Sebas. Adiós Santi -lo saluda con la mano.
San: Adiós Angélica -le devuelve el saludo.
S: Bien, ahora que Angie se fue, ¿quieres llamar a Eiza?
San: Uff, por fin. Ya te estabas tardando.
S: -ríe- Bien -toma el teléfono y marca-... Me da la contestadora. ¿Quieres dejarle un mensaje, o quieres volver a intentar?
San: Volvamos a intentar...
Volví a marcar pero Eiza no respondía, lo cual era muy extraño ya que siempre estaba muy pendiente de su celular. Intenté otra vez y al ver que seguía dando la contestadora, Santi prefirió dejarle un mensaje: "Hola, Eiza. Soy Santi, quiero decirte que te extraño mucho y espero que vuelvas pronto para poder estar contigo. Te amo, adiós".
Fue un sentimiento muy inexplicable cuando oí a Santiago decirle "Te amo" a Eiza. Pero no quitaba la preocupación que estaba comenzando a sentir, Eiza nunca dejaba de lado su celular, así que algo debía estar pasando. Se me ocurrió algo y llamé a un amigo que estaba en LA para que pasara por la casa de Eiza para ver si ella estaba bien. Me dijo que lo haría en cuanto pudiera, y eso me relajó bastante.
Santiago quería ir al parque de diversiones, pero yo estaba demasiado cansado, así que lo convencí de que vaya a dormir un rato ya que, al igual que yo, se había levantado muy temprano.
(...)
Una vez dormido Santi, me dirigí a mi habitación y me acosté. Cerré los ojos, y traté de dormir, y lo logré, al menos por 15 minutos, porque mi celular comenzó a sonar y, aún con los ojos cerrados, contesté:
S: ¿Bueno?
C: -nerviosa- ¿Sebastián? Soy yo, Carolina.
S: Ah, hola Caro. ¿Cómo estás?
C: No. Fuimos a ver a Eiza con las chicas, pero no atendía a la puerta, no atendía el teléfono, pero ya sabes que ella jamás deja su departamento con la puerta abierta... ¡Y LA PUERTA ESTABA ABIERTA! Entramos y la llamamos, pero no contestaba. No estaba en la cocina, ni en su cuarto, ni en la sala o el balcón, y tampoco estaba en el baño, así que la buscamos en el baño de su habitación y ahí estaba, desmayada...
S: -se incorpora rápidamente en la cama- ¿QUÉ? ¿Dónde están ahora?
C: En el mismo hospital de ayer.
S: ¿Eiza está hospitalizada ahí?
C: Sí, solo están esperando a que despierte. La enviaran a casa, pero no te preocupes, nosotras nos vamos a hacer cargo de ella.
S: Dios... Gracias, chicas. Gracias en serio. Ustedes han sido una bendición en nuestras vidas.
Caro me agradeció y después colgó. Me maldije a mí mismo por haber dejado sola a Eiza. Tal vez no hubiese pasado nada si yo me quedaba, pero no podía hacerlo tampoco. Ojalá y regresara pronto, no podía pasar un segundo más alejado de ella. No podría comer, no podría dormir, simplemente, no estaría tranquilo hasta no tener la certeza de que estaba en la seguridad de mi cercanía...
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I pledge to you my eternal love❤
ФанфикEsta es una fanfiction seiza, es escrita por una amiga pero yo soy la encargada de subirla. Antes lo hacia en el blog seizaforever.blogspot.com pero me era muy complicado y por lo mismo tardaba mucho en actualizar, de esta forma me es más sencillo. ...