Capítulo 47

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*Programa hoy*

Andy: Les damos la bienvenida a la pareja del momento, quienes lograron realizar su amor gracias al apoyo de toda la gente que quería verlos juntos y felices, y que en éste momento disfrutan de su primer hija, Diann… Eiza González y Sebastián Rulli –todos aplauden-.

E: Muchas gracias por invitarnos al programa, chicos, de verdad, estamos muy agradecidos.

Gali: Ay, gracias a ustedes por venir, ¡estás guapísima, Eiza! Volvimos al rubio.

E: ¡Muchas gracias, tú igual! Y sí, volvimos al rubio, pero es temporal, nada más.

Gali: Pues qué bueno porque te sienta muy bien el pelo rubio. Ahora, cuéntenme, ¿cómo surgió éste amor tan intenso que se nota que están viviendo?

E: -mira a Sebas- Tengo que confesarles que, y no se vayan a sorprender porque se me notaba, yo he estado enamorada de Sebas desde que cumplí mis 15 años.

Pepillo: Ah, mira nada más, 15 primaveras recién cumplidas.

E: Sí –ríe y mira a Diann la cual jugaba con su cabello-, y pues, creo que Dios tiene un porqué para todo, y nos puso juntos en ese proyecto tan increíble que fue Amores Verdaderos.

S: Que ahí fue donde yo me enamoré de ella. Me di cuenta que estaba realmente enamorado cuando no soportaba verla haciéndole “cariñitos” al que era su novio en ese momento –ríe junto con todos-. Eiza me conquistó con su locura, su simpatía, su ternura, con esa sonrisa que me regalaba todos los días y con cada mínima atención que tenía conmigo. Todo fue sumando para que mi corazón cayera rendido a sus pies.

Negro: ¿Y cómo fue ese momento en el que se confesaron su amor?

E: -ríe- Bueno, el día en que Sebastián me confesó su amor fue todo muy raro. Estábamos filmando un par de escenas de la boda de Nikki y Roy, y ya acabando, como Sebas y yo éramos MUY amigos, él se quedó en mi habitación a charlar conmigo. Me estaba cepillando el pelo frente al espejo y Sebas estaba sentado en mi cama comiendo una manzana, de repente, me doy vuelta y le hago una pregunta insignificante, y él se levanta, se arrodilla frente a mí y me dice “Te amo”, y yo de sorprendida le dije “¿Qué?” y me lo repitió muchas veces más. Les juro que casi me da un paro cardíaco.

S: Más bien el del paro fui yo porque ella comenzó a llorar –dice entre risas-. No saben, le pedí perdón y entre tanta lágrima sonrió y me sacó tanto peso de encima. Sonrió para decirme “Creí que nunca me lo dirías”.

En ese momento, Diann que estaba tan entretenida con mi cabello, soltó una risa… su primera risa. Incapaces de contener nuestro entusiasmo, Sebastián y yo nos miramos de inmediato y nos sonreímos para luego mirar a Diann la cual permanecía con la sonrisa en su carita, y lo que más me emocionó de todo, fue ver que en su mejilla derecha, llevaba la misma “Marca de belleza” que yo, un pequeño hoyuelito.

Quizás el haber dejado de hablar repentinamente, desconcertó un poco a los chicos, porque de inmediato nos preguntaron:

Andy: ¿Sucede algo con la bebé?

E: Ay, no Andy, lo sentimos, es que es si primera risa –dijo con una enorme sonrisa en su rostro-.

Gali: Aww… ¡denota que será una gran artista, igual que sus papás!

S: La verdad es que no tenemos apuro con que trabaje en televisión o algo por el estilo. Quizás en sus primeros años de vida le mostraremos el mundo del espectáculo, y si es eso lo que ella decide que quiere hacer, la apoyaremos, y si no, será libre de elegir su trabajo.

E: Aunque para eso falta mucho, pero de todas formas, queremos estar prevenidos.

Pepillo: ¿Y para cuando el próximo rorro?

E: -chasquea la lengua- ¡Ay Pepillo! Aguántame tantito, ¿no? Todavía me estoy recuperando de una, ¿y ya me quieres mandar a otro? No hombre, espérame…

Negro: -ríe- Eiza tiene razón. ¿Cómo es que se llama la beba?

S: Diann Shailene Rulli González.

Negro: Diann apenas tiene dos meses, y creo que van a dedicarle un tiempo a ella, después retomarán su trabajo y para luego un nuevo bebé, ¿verdad?

E: Sí, de hecho en 15 días nos estamos mudando a Los Estados Unidos de nuevo porque comienzo a filmar la segunda temporada de la serie que es hasta mediados de julio y luego tengo una película pendiente. Así que no tengo idea de cuándo vamos a estar de nuevo en México, pero yo espero que muy pronto.

S: Y yo me tomaré un tiempo para dedicar a mis hijos y a mí mismo. Creo que, ahora que llegó Diann a nuestras vidas, será muy importante adaptarla a nosotros, a nuestros cambios, y nosotros también adaptarnos a ella, aunque ya sean casi tres meses de llantos a la madrugada, cambiar pañales, preparar biberones y todo eso –ríe-. Pero no, la verdad ha sido muy llevadera porque ha habido 5 bendiciones en nuestras vidas que nos han ayudado incondicionalmente.

Andy: ¿Ah, sí? ¿Y podemos saber de quiénes están hablando?

E: Son 5 niñas hermosas, 4 que conocí de casualidad una noche al salir de un restaurant de L.A. y otra de ellas a la que conocimos por ser amiga de las anteriores.

Gali: ¿Y están aquí?

S: Sí, de hecho. Están en nuestros camerinos, esperándonos.

Pepillo: Entonces hagámoslas venir.

Sebas y yo nos miramos, no sabíamos qué reacción tendrían las niñas, pero no creíamos que hubiese problema alguno, así que asentimos y uno de los asistentes de producción fue a buscarlas.

Instantes después, Agus, Elo, Caro, Joa y Vale aparecieron en el set, todas cabizbajas e ignorando un poco las cámaras. Tenían los nervios a flor de piel y se les notaba. Pero vi que Agus respiró hondo, levantó la cabeza e hizo una especie de entrada digna de una modelo o de una mujer del mundo del espectáculo. La vena de artista le había saltado, pues si eso era lo que quería hacer, debía hacerlo bien.

Andy: ¿Entonces estas preciosuras han sido sus bendiciones?

E: Totalmente. Han estado desde hace casi un año con nosotros y nos han apoyado en todo momento, y viceversa, porque no se imaginan la cantidad de cosas que me he enterado de sus vidas y participé en los tratamientos, curaciones, rehabilitaciones, e incluso reconciliaciones de todas ellas. Son como mis hijas, las amo como tal, y no las cambiaría por nada del mundo.

Gali: Bueno, cuéntenos un poco de ustedes, niñas:

Las niñas, contaron mucho sobre ellas. Incluso Agus y Elo cantaron juntas “Lo que ahora soy”. Todos estaban encantados con sus voces, y no solo con eso, con su simpatía y los acentos que tenían igual. Las vi a todas muy relajadas y sueltas. Excepto Caro, la cual se mostró un poco más tímida e introvertida de lo normal, lo cual me llamó un poco la atención. Últimamente había estado muy distraída, como “flotando”, pero seguramente no era nada malo. A su edad, yo también era así, pero de todas formas, hablaría luego con ella.

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