Capítulo 34

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A medida que pasaban los días, el vientre de Eiza crecía más y más... Ahora estaba notable, pero no era grande. Santiago no podría haber aceptado de la mejor manera a su hermanito o hermanita, ya que se puso a saltar como loco, gritando que por fin iba a tener un hermanito, y de su nueva mamá.

La prensa no pudo haber aceptado de mejor manera la noticia de nuestra relación, ya que nos decían que éramos la pareja perfecta, y que se nos veía muy felices juntos. La maternidad de Eiza a su corta edad fue muy comentada en el medio televisivo, pero de manera positiva, ya que ella misma había dicho que no podía sentirse más feliz y plena con su embarazo. Y yo, bueno, yo llevaba mi vida de la mejor manera posible, con mi futura esposa y mi futuro hijo a mi lado, en mi mejor momento laboral, y con cada vez más dicha...

Hoy era 20 de junio, nos iríamos de viaje a Argentina porque al día siguiente festejaríamos cumpleaños de Agustina, y queremos darle una sorpresa, pero no vamos a ir solos, sino que también nos acompañaran las niñas... y alguien más que acababa de llegar. Eloísa Lobo era una Seizatica de Colombia, y gran amiga de las chicas. Más de una vez me había comentado por twitter que su único deseo era que Seiza se realizara, y ahora no podía estar más feliz con esta noticia.

E: Vamos, niñas, que tenemos que llegar unas horas antes para organizar toda la sorpresa para el cumple de Agus…

Elo: ¡Ya vamos, Eiza! ¡Es que Joanna no encuentra el vestido que va a usar en la fiesta!

E: Pero no va a estar como para vestido, hará mucho frío cuando lleguemos allá.

C: ¡Les dije!

V: ¿Y nosotras cómo íbamos a saber qué ropa llevar?

C: Eso les pasa por no hacerme caso, ella me había dicho que se estaba muriendo de frío hace unos días.

J: Esperen, a todo esto, ¿ella no cumple el 22? Hoy es 20.

S: Sí, pero Soledad dijo que se lo festejarían mañana porque ella nació poco después de medianoche. Así que festejarán en la noche con unos amigos suyos…

E: Por eso les digo que tenemos que llegar bien temprano, sino no podremos organizar la sorpresa… son ocho horas en avión más seis por carretera. Con suerte llegamos a las seis de la tarde allá.

V: ¡Ash!, ¿por qué tiene que vivir tan lejos?

S: A ustedes no les quedó tan lejos ir a LA. A ella sí.

E: Bueno, ya dejemos de estirar la lengua y Sebas, ve a buscar a Santi para poder irnos.

C: ¿Santi irá con nosotros?

S: Sí, él irá con nosotros, ya tenemos la autorización de Ceci.

Elo: ¡Qué bien! ¿Y dónde está mi principito hermoso?

E: Está durmiendo en su recamara, estaba agotado. Se la pasó corriendo en el parque –sonríe-.

Elo: Me alegro –le devuelve la sonrisa-.

(…)

Llegamos por fin a Federación, Entre Ríos, la pequeña ciudad donde vivía Agus. En el camino, de Buenos Aires hasta acá, nos llegaron miles de fans, nos tomaron miles de fotos, nos pidieron autógrafos, y algunos hasta ni sabían que Eiza y yo íbamos a ser padres juntos.

Cuando llegamos a Federación, tuve la impresión de que sería una ciudad más tranquila, y no me equivoqué. Era un lugar pequeño, pero hermoso y acogedor. Llegamos al hotel más grande de la ciudad, se llamaba “Santa Rita”. Y después de instalarnos, Eiza se acostó porque estaba cansada, y no tardó mucho en quedarse profundamente dormida, al igual que las niñas y Santi, pues el viaje había sido realmente agotador. Era las siete de la tarde, así que solo tenían unas horas para dormir y luego levantarse, darse una ducha e ir a darle la sorpresa a Agus.

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