Capítulo LXVIII.

436 23 0
                                    



_____ se despertó el sábado por la mañana y descubrió que ya tenía un mensaje de James .

Estaré ahí a mediodía.

A través de las finas cortinas de su pequeño cuarto se filtraba la luz del sol. El ventilador que tenía junto a la cama hacía poco por combatir el calor, pero no le gustaba dormir con el aire acondicionado puesto, porque siempre acababa haciendo demasiado frío.

Miró el reloj. Eran las once.

«No le llames», se dijo.

Apartó las sábanas de una patada y marcó su número. James cogió el teléfono al primer tono.
—No me digas que acabas de despertarte —comentó.

—Bueno... sí —reconoció sonriendo. Le encantaba el sonido de su voz, incluso cuando insinuaba que era una perezosa.

—Una actitud muy poco emprendedora por tu parte.

—Es sábado.

—Exacto. Vístete. Nos vamos de compras.

—¿Por qué?

—Necesitas ropa para esta noche.

—¿Desde cuándo me incluyes en las decisiones sobre el vestuario? —
preguntó.

—Desde que me he dado cuenta de que no comprendes cuánto deseo que seas feliz —replicó.

Se quedó callada.

—¿Puedes darle a lo nuestro otra oportunidad? —preguntó James .

—Ni siquiera sé qué significa eso —dijo ella.

—Dame hoy y esta noche. ¿Puedes acceder a eso?

—Vale —asintió, pensando en las palabras de Margaret—. De acuerdo.

La Bibliotecaria (James Maslow) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora