—He dicho que no hables. Confía, _____.
Se estremeció de dolor y se sumergió en la fantasía de sus dedos abriéndole el sexo, porque sólo esa dulce presión o la de su lengua en el clítoris detendría el dolor.No se oyeron más sonidos en la habitación. Oyó a gente que iba y venía por el pasillo y se avergonzó al saber que se asomarían y la mirarían, igual que ella había visto a aquella mujer atada en la primera habitación. Su único consuelo era su anonimato y que no estaba desnuda. Todavía.
Lo cierto era que no sabía si James estaba allí esperando antes de quitarle más ropa o si se había ido para disfrutar de la fiesta en el piso de abajo. Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no llamarlo. Empezaban a dolerle los brazos y las cuerdas ya se le clavaban en las muñecas. Se dio cuenta de que se estaba retorciendo y que le dolería menos si se quedaba totalmente inmóvil. Intentó no dejarse llevar por el pánico. Pensó en lo que él no había dejado de repetirle sobre esa noche: confianza. No la dejaría allí sin más, al menos, no durante demasiado tiempo.
Podía oír la música abajo. Florence and the Machine. Intentó dejarse llevar por ella, imaginar que estaba en otro lugar. Pero todos sus pensamientos se volvían sexuales. Imaginó que le destapaban los ojos y el duro miembro de James estaba ahí, en el borde de sus labios. Podría sacar la lengua y sentir su cálido sabor salado, inflamado y palpitante por ella...
Oyó unos pasos que entraban en la habitación. El corazón se le aceleró a un ritmo frenético. Deseaba llamarlo, decir su nombre, asegurarse de que era él, pero sabía que no podía hacerlo. Entonces sintió que unas manos le acariciaban el trasero, que se movían levemente sobre el encaje de las bragas. ¿Eran las caricias de James ? No lo sabía y ese pensamiento la horrorizó. Entonces recordó lo que le había dicho justo antes de que entraran en el hotel: «Lo único que tienes que saber de esta noche es que nadie te tocará aparte de mí».
El recuerdo de ese comentario fue lo único que evitó que gritara cuando la mano ascendió entre las piernas, se deslizó por debajo de la ropa interior y un dedo le acarició levemente los labios del sexo. El corazón le latía tan de prisa que tuvo miedo de dejar de respirar.
«Y ante todo, confía en mí.
»Confía, _____.»
El dedo se sumergió en su interior. Sin duda le gustó. Sin embargo, no había nada identificable en ese contacto. Entraba, salía. Su mente se aferró al miedo de que fuera un desconocido, pero su cuerpo la traicionó y se movió con la mano, ávido de un orgasmo. Aunque sólo pudo llegar hasta ahí, porque siguió esperando alguna pista que le confirmara que era James . Y cuando no pasó nada en ese sentido, su mente venció y su cuerpo se paralizó.
Las caricias se detuvieron. Su ropa interior volvió a su sitio mientras le palpitaban las entrañas, ávidas de una satisfacción. Tuvo miedo de que aquella persona se marchara y la dejara sola preguntándose quién la había estado tocando. No podría soportarlo. Se mordió el labio para evitar llamar a James .
Justo cuando pensó que perdería la cabeza... que rompería el silencio y mostraría, por tanto, una falta de confianza, sintió que le destapaban los ojos. Los abrió y se encontró con James de rodillas junto a la cama, mirándola con ojos escrutadores e intensos. Sintió tal alivio, tal liberación tras la tensión, que empezó a llorar.
—_____, no llores. Te he dicho que nadie te tocaría aparte de mí. ¿No me has creído?
Le desató los brazos y ella se incorporó despacio, mientras se frotaba las muñecas.
—Sí... pero ¿cómo podía saberlo seguro? Y sólo pensar que había gente que pasaba... que me miraba.
En esos momentos estaba sentada y miraba con recelo la puerta. James se levantó y la cerró.
—Tendremos problemas —le advirtió.
—Chist... tienes que calmarte —le dijo él. Se sentó a su lado y la rodeó con un brazo—. No pretendía disgustarte. Me gusta experimentar con los límites. Eso... puede unir más a las personas. Intensifica las cosas.
—Está bien —convino. Y lo decía en serio.
—¿Quieres marcharte? —le preguntó.
—Sí —contestó. Y también lo decía en serio
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La Bibliotecaria (James Maslow) [TERMINADA]
FanfictionHola, les traigo aquí una nueva novela , que en realidad me gusto mucho También para decirles que no es mía, la leí en una pagina y le agradezco mucho a la autora porque es algo que nunca había leído Espero que les guste