Capítulo CI.

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No era tanto un vestido como una creación, una prenda de fantasía de fino encaje negro hasta el suelo. Con el cuello cerrado y pequeñas mangas cortas, flirteaba con el conservadurismo, mientras el cuerpo del vestido se ajustaba al cuerpo como una segunda piel terminando en una cascada de delicado encaje a sus pies.

—Super, ultrasexy, ¿verdad? —preguntó el dependiente, un tipo negro muy delgado, llamado Marcel.

Llevaba el pelo muy corto decolorado, casi blanco, y los ojos perfilados. _____, con un interés recién descubierto por el maquillaje desde la sesión fotográfica, se resistió al impulso de preguntarle por la marca de su lápiz de ojos.

—Muy sexy —asintió James .

Ella se miró al espejo y no pudo estar más de acuerdo. El vestido era asombroso y se sentía como si estuviera hecho para ella. Sólo había un problema.

—Es muy... esto... muy transparente —comentó, afirmando lo obvio.

—Podría forrarlo —comentó Marcel despacio. Sin embargo, por el rápido mohín de sus labios dejó claro que lo consideraba un sacrilegio—. Aunque cuando el señor Gaultier lo mostró en la pasarela, deseó resaltar la transparencia del encaje.

Cogió una gran carpeta con tres anillas y la abrió por una página marcada, para mostrarles una foto del vestido en el desfile de moda de otoño de Gaultier. La modelo lo llevaba con un sujetador y un tanga rojos debajo.

—Oh, eso no va a pasar —auguró _____—. Vamos a un acontecimiento social en la biblioteca —señaló deliberadamente mirando a James , como si éste lo hubiera olvidado.

Marcel asintió, más comprensivo ahora que veía que la reticencia de _____ se debía más a la ocasión que a incompetencia en el vestir.

—Si quiere mantener el look sin ser demasiado arriesgada, puede ponerse un sujetador de media copa y un culotte de encaje. Puede llevarlo en rojo o, si realmente quiere ir sobre seguro, en negro.

Ante la insistencia de James de que llevara siempre lencería, y su dedicación a proporcionársela, _____ disponía de un enorme surtido entre el que escoger. Podría encontrar prácticamente cualquier color para ponerse debajo del vestido en su colección personal.

—Rojos —afirmó James sonriente.

—Negros —replicó _____, cruzando los brazos. Él miró a Marcel.
—Adjudicado.

La Bibliotecaria (James Maslow) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora