Capítulo LXXXVI.

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—Mira al suelo, pero mantén la cabeza levantada y mirando hacia adelante. Jess, la británica pelirroja de su primera visita al Four Seasons, la estaba
guiando con paciencia en su primera sesión de maquillaje profesional.

_____ se recostó en una de las sillas del comedor de James . Las luces del techo le estaban dando calor.

—¿Esto no es mucho maquillaje? —preguntó, intentando hablar mientras mantenía la cabeza quieta.

Jess le aplicó en los ojos lo que le pareció que era la tercera capa de sombra.

—Confía en mí, no lo es. Sé que James trabaja mucho en blanco y negro, así que necesitas más contraste. Puede que te parezca exagerado cuando te mires al espejo, pero para las fotos será perfecto.

James estaba ocupado preparándolo todo en el salón, moviendo muebles.

—Haré algunas fotos fuera —informó a Jess. Todo aquello era nuevo para _____.
—¿Con cuál las harás? ¿Con la Mark II?

Él masculló algo que pareció una respuesta afirmativa.

—Cabeza quieta —la reprendió Jess.

En aquella postura, _____ tenía delante de los ojos los pechos de la mujer, que tiraban de la fina camiseta gris de los Rolling Stones. Se preguntó con qué frecuencia habría trabajado James con ella y si lo habrían hecho muy estrechamente. Se odió a sí misma por sentir celos y porque su mente automáticamente acabara siempre ahí. Se preguntó cuándo se sentiría segura, si es que llegaba a sentirse así alguna vez.

Jess miró el surtido de pinceles, tarros, polvos, rizadores de pestañas, rímel,
lápices, pinzas y estuches de polvos compactos esparcidos sobre la mesa del comedor.

—Ya casi estamos —anunció, eligiendo y descartando varias barras de labios. James se acercó para evaluar los resultados. _____ se sentía tan pintada
y con las cejas tan depiladas que temió ver su reacción ante la transformación. Pero
su expresión admirada acabó con todas sus dudas.

—Jess, siempre puedo contar contigo para que obres tu magia —exclamó—. Y en cuanto a ti —se acercó y le apoyó la mano en el pelo; _____ alzó la vista y la embelesada adoración que vio en sus ojos hizo que el corazón le diera un brinco—, estás verdaderamente preciosa.

La Bibliotecaria (James Maslow) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora