Le abrió las piernas y ella esperó ansiosa sentir de nuevo sus manos sobre su cuerpo y en su interior. En cambio, para su conmoción y horror, él metió el rostro entre sus piernas.
_____ se incorporó y se alejó de él. La idea de que la viera allá abajo fue demasiado.—No te he dicho que pudieras moverte. Vuelve a tumbarte boca abajo —le ordenó.
Ella volvió a tumbarse y se dio la vuelta, apoyando de nuevo la cara en los brazos. No la sorprendió notar el golpe en el trasero, esa vez más fuerte, haciéndola sentir dolor de verdad. Y otra vez.
Se mordió el labio y luego jadeó cuando el dedo de él volvió a abrirse paso hasta ese lugar tan sensible en su interior. La vagina le convulsionó contra el dedo y ella gimió de un modo que hizo que le resultara difícil reconocer su propia voz.
James retiró el dedo y le abrió las piernas. Sintió calidez y humedad en el sexo y se dio cuenta de que tenía su boca pegada a ella. Recurrió a toda su fuerza de voluntad para no apartarse. Pero cuando empezó a acariciarla con el dedo al mismo tiempo, se olvidó de mostrar resistencia, se olvidó de la vergüenza, se olvidó de todo excepto de las oleadas de un placer tan intenso que casi resultaba doloroso. Gritó algo ininteligible, algún tipo de comunicación animal y abyecta indicándole que no se detuviera, que quería más.
Pero James se detuvo y lo sintió moviéndose detrás de ella en la cama.
—Date la vuelta —le ordenó. Su voz sonó ronca de deseo.
Ella se tumbó boca arriba y lo descubrió desnudo. Su cuerpo era incluso más hermoso de lo que había imaginado. Los amplios hombros y la estrecha cintura eran perfectos; era un hombre incluso más guapo de lo que ella creía que podría ser. Pero en lo que se centró, de lo que no pudo apartar los ojos, fue en su erección, grande y apuntando hacia ella. No era sólo que no hubiera visto nunca a un hombre desnudo, al menos, no en la vida real. Era que el miembro de James , grueso e inflamado, representaba una innegable muestra de su deseo.
Se inclinó y _____ vio que se estaba poniendo un condón. Ése fue el primer instante en que admitió para sí misma lo que estaba a punto de suceder, lo que deseaba que sucediera. Cuando James se movió sobre ella, _____ le rodeó los amplios hombros con los brazos y cerró los ojos.
Él le besó el cuello. A continuación, bajó hasta los pechos, jugueteó con los
pezones con los dientes y la lengua, hasta que se agarró con la boca, succionando codicioso. La vagina de ella palpitaba y deseaba que sumergiera los dedos en su interior como no había deseado nada antes.Movió las caderas por debajo de él, empujó hacia arriba, rogándole. Pero en lugar de su mano, sintió que el extremo de su erección se sumergía en ella. Se tensó, pero James se movió despacio, avanzando con delicadeza, más y más profundamente, hasta que casi la llenó. Se detuvo entonces un momento y a continuación arremetió con fuerza.
_____ sintió un agudo dolor y luego una cálida humedad cuando su cuerpo le dio la bienvenida.
James se retiró de inmediato.
—¿Por qué no me lo has dicho? —preguntó, sujetándole la cara. Sus ojos se veían turbulentos con algo que ella no pudo identificar. ¿Furia? ¿Confusión?
—No quería que te detuvieras —le respondió.
Cuando James apoyó la cabeza en su hombro, ella le tocó el pelo, se lo acarició, sintiéndose más cerca de aquel extraño hombre de lo que se había sentido nunca de ningún otro ser humano. Sentía una profunda calma, pero su cuerpo aún palpitaba de necesidad.
—No pares —le pidió.
—¿Estás segura?
—Sí —respondió.
La besó en la boca y _____ le rodeó el cuello con los brazos mientras él volvía a colocarse vacilante sobre ella, pero sin penetrarla. Pudo notar su vacilación y murmuró:
—No me romperé. —Aunque sabía que una parte de ella sí lo había hecho.
Deslizó las manos hasta su trasero para empujarlo a su interior. Despacio,
James volvió a llenarla y esa vez su vagina se adaptó a él como si ése fuera el
lugar donde debía estar. Se movió dentro y fuera. Gimió una vez. Y ese sonido desató su propio placer, una sensación que se extendió por su pelvis y ascendió por todo su cuerpo. James se movió entonces más rápido, arrastrándola con él. La sensación se intensificó y entonces estalló como una oleada.—¡James ! —gritó impotente, en plena cima del orgasmo.
Su cuerpo se movió con el suyo en una especie de danza instintiva que estaba más allá de su control.
Las embestidas se volvieron más rápidas, casi frenéticas, hasta que él gritó con un rugido parecido al de un animal. A _____ la asombró que su cuerpo fuera capaz de ofrecerle semejante éxtasis. Eso la hizo sentirse poderosa por primera vez en su vida.
Y cuando se desplomó sobre ella, con el oscuro pelo húmedo de sudor y un brazo rodeándole el torso, supo que no habría dolor que no estuviera dispuesta a soportar para tenerlo.
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La Bibliotecaria (James Maslow) [TERMINADA]
Fiksi PenggemarHola, les traigo aquí una nueva novela , que en realidad me gusto mucho También para decirles que no es mía, la leí en una pagina y le agradezco mucho a la autora porque es algo que nunca había leído Espero que les guste