Colateral (En Revisión).

Narcissa Malfoy

¿Cuándo Mori que no me avisaron? Jajaja dios mío. Guardar un minuto de silencio y escritor desaparecido. Chicos, les amo. Me alegraron el año jajaja.

Caminaban con calma, Draco aún estaba enojado por aquellos momentos donde se enteró que más de la mitad de la fortuna Potter (la de la cámara personal de Harry) había estado siendo depositada mensualmente en la de la sangre sucia de Granger (debería dejar de usar esa palabra por respeto a su tía) y el traídor de Weasley. Pero en solo pensar en Harry siendo engañado, por más familia cercana que fueran activaban un sentimiento de sobreprotección. Nunca había pensado en sentirse de esa forma. No cuando el peso de haber escogido a su propio primo cómo pareja quedó sobre sus hombros. Su adorada madre no se había negado, solo sonrió dándole un beso en la frente y diciéndole que aceptaría todo porque el fuera feliz.

—Calma Dragón—paso su mano por sus hombros dándole una sonrisa suave—recuerda que gracias a la carta de tu madre hemos llegado el día de hoy.

Draco le sonrió con ternura, eso fue una mala señal para Harry, lo descubrió cuando el chico lo tomo del brazo y se lo apretó con fuerza. Draco solo sonreía así cuando estaba enojado, tenía su encanto. Pero prefería verlo sonreír naturalmente, le parecía mucho más guapo cuando lo hacía.

—Repite eso San Potter y no tendré piedad en maldecir te hasta que no recuerdes cuánto es dos más dos—amenazo por lo bajo mirándolo.

Harry tembló un poco, aún sin dejar su máscara de indiferencia. La tía Cissy les había mandando una carta de emergencia, donde le sugería a Harry ir a Gringotts de manera rápida, había escuchado a unos Goblins hablar sobre la misiva que le mandaron al chico hablando especialmente sobre el dinero de su cuenta, pero que esté nunca contesto y pensaban que su tutor legal (cosa que no lo era) Albus Dumbledore tenía algo que ver con eso. Retrocedió, claro que lo hizo, con la parte criatura de su primo había que temer. Pero más que asustado, estaba sintiendo un incómodo calor subir por su vientre y un escalofrío reconfortante bajar por su espalda.

—¿Cómo permites que te roben?—sus ojos se tornaron blancos y la preciosa cara del chico se deformó en algo parecido a una arpía—¿Entiendes que eso no es lo peor?

Quiso soltarse, aún estaban en el callejón Diagon con muchas miradas encima suyo. Quería maldecir a Cissy, pero no sé creía capaz de insultar a la única familia que le quedaba. No cuando Draco parecía listo para abrir como un pescado a sus antigüos amigos. Sacarles las tripas y dejarlos expuestos. La sola idea le pareció excitante. Sacudió la cabeza intentando mantenerse centrado.

—Tranquilo querido, solo es un núcleo bloqueado...

Harry no termino de hablar cuando Draco grito con fuerza, estaba realmente enojado, nunca había visto a un mitad Veela transformarse (hasta donde él sabía el cruce de genes no se los permitía) pero ahí estaba el de cabello platinado y ojos grises como la plata fundida; su rostro se convirtió en algo parecido a la cabeza de un ave con picos largos y filosos, con largas plumas que nacen de sus hombros, no quería descubrir si podía lanzar fuego de las manos.

—¡Es un Veela!—la voz chillona de una bruja chismosa le recordó al azabache donde se encontraba.

—¡Está intentando lastimar a Harry Potter!—los murmullos se hicieron escuchar luego de aquella frase.

Sin soltarse sacó su varita para aparecerse en la mansión, Draco estaba medio aturdido al sentir el conocido jalón de ombligo que le proporcionaba la aparición. Harry los había dejado en la entrada de la mansión donde una muy impaciente Narcisa los estaba esperando, no lo parecía pero la aristócrata mujer los estaba esperando con un nudo en la garganta y cierta desesperación en sus ojos (que normalmente te dedicaban una fría mirada).
El menor de la familia Malfoy se arrodilló devolviendo lo poco que había comido en la mañana antes de salir casi corriendo del castillo con un permiso concedido por la matriarca de la familia.