Los Potter y Longbottom

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El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.

Aristóteles

Había estado esperando todo esto con anhelo. Narcissa Black resultó ser pariente lejano de los Potter, aunque podía imaginarse que aún no se llevaban muy bien. No después de que Sirius defendió a Severus de James Potter la primera vez que intentaron hacerle una broma. Aún no entendía como terminaron juntos, y como Evans fue capaz de arruinarlo todo. Tal vez todos los años le habían sacado fuera del mundo mágica más de lo que podría imaginar. Pero valió la pena, totalmente, sus pequeños hermanos menores eran increíbles. Aunque su apariencia y actitud no demostraban claramente la edad que estos tenían.

—¿Crees que esto sea fácil?—cuestiono ya sin su glamour de "Lord Voldemort".

—Eres su familia Tommy—su adorado hermano sostenía ha su nieto, un rubio de ojos grises que Sirius Black adoraba con locura.

Porque era tan lindo cuando lo miraba con esos intensos ojos. Entonces se preguntaba cómo podía existir una cosita tan pequeña que se parecía tanto a tres de sus tíos. Tal vez por eso doraba ver al niño con tanta atención y compararlo mucho con su tío Serpens y Natt que eran los más parecidos entre sí. Levemente con Naktam, ya que este tenía unos lindos ojos verdes que brillaban encantadores, Sirius había arrullado más de una vez al chico que parecía tener sus fresco veinte años, aunque en el fondo sabía que el chico tenía muchos años más.

—Es que no entiendo porque hacemos esto—hablo berrinchudo enfrente de la única familia viva que le quedaba.

—El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca...—aclaro con la voz baja cuidando que no los escucharán—, Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes...—solo ahogo una risa cuando la mirada de Tom fue un intento por hacerlo callar.

—¿En serio te la aprendiste?—rodó los ojos desganado ante la voz de bruja profeta que él hombre estaba usando.

—No respondió, solo se dedicó a  hacerlo enojar un poco—Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce...Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida...—Draco se revolvió un poco entre sus brazos, desde hace un par de días andaba intranquilo.

Solo conseguía relajarse cuando lo dejaban con Sirius y James, antes de que estos se separarán oficialmente hace menos de una semana.
Aún recordaba cuando la primera vez le había llegado la profecía, de solo pensarlo sentía que la cabeza iba a estallarle del dolor de escuchar a su hermano quejarse. ¿Por qué los Black se volvieron tan sentimentales?, La culpa era toda de ese rubio oxigenado de los Malfoy.

—¡No puedes ir por solo uno!—reclamo sin importarle que los demás mortífagos estuvieran presentes—¡Son los dos o ninguno!

Todos los presentes se encogieron al ver al hombre imponente que se alzaba con la magia más poderosa y las amenazas más reales después de la primera guerra mágica. Pensaron que lo castigaría hasta el cansancio, pero al contrario de lo pensado solo palmeo su espalda con un poco de fuerza; más de lo que usualmente usaría un mago.

—Te equivocas Serpens, todos fuera—exclamo con una sonrisa macabra en aquel aspecto de serpiente sin nariz. Solo sus más fieles seguidores sabían que él era el tan aclaro Tom Riddle.

Todos los presentes se retiraron, menos el círculo interno. Sabían que no debían hacerlo cuando él hombre se encontraba tan enojado.

—¿Qué planes tiene mi Lord?—se burlo con ganas y una mueca de disgusto ante la forma de llamarle.

—Severus Snape—llamo ha aquel hombre de piel cetrina y nariz aguileña—busca entre las líneas sanguíneas de los Potter—ordeno sin querer dejar ver su entusiasmo por todo eso—tal vez nos convenga que sea familia lejana de alguno de ustedes.

—Sí, mi Lord—hizo una reverencia el hombre oscuro mirando a su señor.

Al rubio caoba que le miraba interesado le brillaron los ojos, eso consiguió que Tom se sintiera mejor en su piel, aquella poción que Harry les había dejado les permitía envejecer lentamente, o eso era lo que se suponía que hacía, ya que Serpens seguía viéndose igual de joven que hace años, se seguía viendo igual que cuando cumplió la mayoría de la edad. Lucius, ese pequeño sobrino ahora era un hombre, uno que ahora tenía un adorable niño. Que a su parecer era un poco revoltoso y lleno de baba.
Suspiro rendido, usaría a Narcissa Black y no entendía muy bien cómo llevar eso acabo.

—Narcissa—la voz le salió más suave, eran familia y tratarla mal no era uno de sus planes.

—A sus órdenes Señor—se inclinó lo suficiente para que no pareciera una falta de respeto.

—Alice y Frank Longbottom—ordeno mirando a la rubia con un sonrisa inexplicable—cuando su hijo y esposa sufran un inexplicable accidente tú la acompañarás, lleva ha Draco deben ser amigos—señalo con decisión.

La rubia hizo una reverencia más pronunciada, estaba contenta al saber que podría ayudar a su Lord. Aunque en el fondo sentía nervios por decepcionar al hombre.

—Bella—llamo a la mujer que era una de sus mejores mortífagos—ve con tu esposa, lleven a Draco y a su hijo—exclamo moviendo las manos para restarle importancia.

Suspiro rendido, cansado y totalmente seguro de todo lo que iba ha pasar. Aún podía escuchar a Severus Snape de fondo pidiéndole un poco de compasión por la familia Potter, la necesaria para calmar el sentimiento de duda dentro suyo. Sirius no era el problema, sabía que Black adoraba hablar con el tío lejano que era Tom Riddle, no parecía estar en desacuerdo con su familia, menos cuando Natt y Naktam aparecían por su casa chillando, celebrando y invitándolo a salir un rato para admirar los grandes jardines de la mansión principal, James nunca había Sido un problema, resultaba que eran familia lejana, pero aún así el chico se había ganado su cariño. Su aprecio de una manera increíble conseguía hacer feliz a Sirius y eso bastaba, lo suficiente como para considerarlo su sobrino, él problema era esa tonta nacida muggle llamada Lily Evans, que servía como pantalla ante la sociedad mágica.

—¡Juro que la mató!—proclamo al sentir como las barreras de la ancestral familia le concedían la entrada.

—Tranquilo—le dió al menor para poder arreglar un poco su ropa—ella cree que puede controlar al esposo de Sirius con esas pócimas tan horribles—exclamo mirando a su alrededor con desagrado—le enseñaremos porque en el mundo mágico la familia es primero.

—¿Crees que Sirius se enoje si la hago desaparecer?—cuestiono por lo bajo, aunque la idea le rondaba la cabeza desde que se descubrió que Evans, no estaba casada realmente con Potter—, aún me preguntó cómo se casaron, sí se juraban odio eterno.

—Potter le invito a salir en su último año de Hogwarts—aseguro caminando por aquella amplia entrada de la mansión—él acepto luego de aquella pelea con Remus. Ya sabes, cuando Regulus intento conquistarlo y él se negó, porque estaba comprometido con Lucius—señalo alzando un poco los hombros para restarle importancia al asunto.

Suspiro resignado con los dramas de adolescentes en su época no era tan peligroso tener un enamoramiento. Algún punto le terminarían metiendo hasta el fondo de una sepultura. No dijo nada más durante todo el trayecto hacia la entrada de la casa, solo observó con calma ha las dos personas que les esperaban en la entrada. Draco estaba inquieto y empezaba a preguntarse qué tanto le hacía moverse como sanguijuela en sus brazos. En primer lugar no entendía porque Serpens lo había traído con ellos, pero claramente la sonrisa terrorífica del menor consiguió que no preguntara. De hecho le dieron ganas de tomar sus cosa e irse corriendo lejos, pero no diría nada, no por ahora.

Me siento muy mal por esto :v hice cosas raras. Una aclaración, Narcissa está casada con Bella, Draco es su ahijado y algo como su sobrino. Sirius se casó con James v: pero Evans hizo mierda esa relación. Ya saben, aquí con planes malvados que pasan con los años.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora