Especial: Eres un idiota.

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Draco observo a Harry con dulzura mientras tomaba su mano con cariño. Iban en transcurso de los vacaciones. Las primeras que pasarían todos en familia. Draco contaba con cuatro meses ya. Entonces realmente se veía resplandecientes. Pero nada quitaba su preocupación.

—¿No podemos esperar hasta que nazcan?—cuestionó dulcemente acariciando la barriga de su esposo.

—Harry, si queremos hacer esto debe ser en este momento—hablo acariciando la mata de cabellos de su esposo—la magia de los bebés y la de los chicos se unirá perfectamente. Estaremos a salvó.

Suspiro cansado, últimamente lo estaba haciendo más frecuentemente. Thomas y Serpens habían estado de una manera irracionalmente traviesos. Habían llevado ha Rosier a tomar un baño en el lago negro con el calamar gigante. No pudo resistir el reírse al ver como el chicos pataleaba y gritaba del miedo.
Un par de días después Walburga había aparecido llorando en el despacho de Draco, preguntándole al chico si en verdad era tan mala que nadie quería estar con ella. Ni siquiera su futuro esposo. Eso rompió el corazón de la pareja y le aseguraron que ellos si la querían. Qué eran familia y si algo malo pasaba que contará con ellos.
Más tarde ese mismo día un par de chicas recibieron un look nuevo que ocasiono la risa magistral en el gran comedor. Una tenía el pelo mal cortado y otra mantenía colores realmente extraños. Pero cuando les preguntaron quien fue el causante de su aspecto estás solo negaron mirándose aterradas y asegurando en su lengua natal que no querían hablar de eso. Eso solo ocasionó que la mesa de las serpientes brillará por su charla y una muy risueña Walburga Black que miraba a los dos chicos con un amor fraternal. Sólo pudieron saber que eran ellos cuando la aterradora mujer les dió un gracias quedito que fue marcado porque las Serpientes chiflaban orgullosas de sus nuevos líderes que empezaban una nueva era de terror dentro de Hogwarts para deleite de Draco y marcada desesperación de Harry.

Días después Tom tenía los libros destrozados y una mirada dolida. Pero no dijeron nada hasta que un alumno de intercambio fue maldecido por Serpens. Aunque no dijeron nada en primer momento porque no habían pruebas así que lo dejaron pasar.

Lo último que desbordo el vaso de la paciencia de Harry James Potter, ahora Harry Peverell llegó un par de semanas antes de las esperadas vacaciones de los chicos, fue cuando entraron al bosque prohibido consiguiendo una víbora peligrosa que no deseaba dejar a Tom. Habían discutido a capa y espada, casi, un poco más y se lanzaban hechizos entre ellos. Por primera vez desde que habían adoptado a los chicos Draco deslizó su nombre y apellidos originales como una letal serpiente a punto de atacar su yugular. No quedo más remedio que aceptar luego de llamar al chico un mago chantajista y manipulador. No sin antes descubrír que ciertos chicos los estaban espiando durante su pelea.

Luego los chicos los estaban espiando e investigando. Eso ocasionó que se la pasarán castigados el resto de sus vacaciones. Eso fue doloroso y divertido.

—¿Estás seguro?—le cuestiono al chico por décima vez en lo que llevaban preparando todo para el ritual.

—Harry, cállate—pidió dulce sosteniendo un par de velas de cera de abeja.

—Sigo creyendo que esto es demasiado complicado—expresó sin dejar de marcar con tiza las runas que utilizarían esa noche.

—Harry no es como si estuviera viajando en el tiempo cuando estoy embarazado—dicen bajito rodando los ojos con cariño.

—Malfoy, eres peor que una dragona—aseguro divertido.

Pero el rubio no le dió importancia, simplemente sonrió tarareando suavemente una canción imaginaria. Mientras sus finos dedos acomodaban todo para el ritual de adopción. Tenía una daga de plata, con pequeños rubíes, esmeraldas y lápiz lazuli adornando el mango finamente tallado con lo que parecían unas serpientes enredándose entre sí.
Sus colmillos relucían peligrosos aunque no eran de verdad. Acarició dulcemente una vieja runa de unión. No necesariamente algo romántico, era más para unir sus fuerzas, y sus caminos. Sentía que los bebés estaban un poco inquietos. Pero es que sería nuevo el lazo que los uniría y eso era emocionante en varios niveles.

—¿Estás seguro de que puedes hacerlo?—Harry siguió preguntando aún sin dejar de arreglar todo lo necesario.

Draco solía cansarse un poco más por el embarazo y la magia que se estaba entreteniendo a su alrededor como si fuera cosa de todos los días. Tomo con fuerza una de las velas extra que llevaba por si alguna se rompía y con voz sería señaló al hombre con esta.

—Vuelve a preguntarlo una vez Potter y juro que...

—Que me terminaras metiendo esa vela por donde no me da la luz del sol—repitió con voz cansada ganándose una mirada de advertencia del rubio—lo sé dragón, ya van tres veces que me lo dices. Pero realmente me preocupa.

—Harry, cariño—se acercó al de ojos verdes para abrazarlo con cariño—no es realmente peligroso, solo un poco de sangre, unas cuantas palabras y quedarnos dentro del círculo de protección hasta que nuestra magia se acople—comento por lo bajo enternecido por la forma de ser de su esposo.

—Lo sé, pero eso no evita que me preocupe por ti, por los chicos—beso el cuello con cariño sosteniendo a su esposo lo necesario para no perder su calor tan pronto.

—Eres un idiota, pero te amo—aseguro.

Harry se quedó ahí, simplemente contemplando sus opciones. Pero no quería ceder a ninguna. Era el ritual más seguro que habían encontrado de adopción mágica. Bien podían realizar todo en Gringotts. Pero era más peligroso gracias a la magia de los Goblins que sería reconocida como extraña ante la parte Veela de Draco y Serpens. Era mejor hacerlo en su hogar donde toda la magia ancestral de las familias sería tomada como natural, algo que ya rodeaba a los chicos desde hace tiempo. Y no habría riesgo de que algo saliera mal.

—Bien, vamos a hacer esto dragón—retomo su confianza con una gran sonrisa.

No tenía una gran idea de la adopción mágica. Así que chalé, salió esto. Jajaja, demonios. En el siguiente capítulo realmente no tiene gran conección con este. Este solo explica que los dos harían la adopción mágica y algunos cuántos sucesos que se mencionan más adelante.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora