Colateral (En Revisión).

¿Cómo se llamarán?

Tom miro a Harry en busca de alguna explicación racional para ser sacado de esa forma de la cama temprano. No tenían vacaciones, de hecho habían tenido un día largo intentando sobrevivir a las clases, se sentía muy cansado para pensar de manera racional sobre el asunto.

Serpens estaba a su lado dormitando suavemente, parecía cabecear de un momento a otro. Hasta que se pasó a caer por no poner firmemente los pies y sostenerse.
Pero entonces notó que su padre los lleva al hospital mágico, se extraño de no encontrar a Drake a lado suyo, por un momento casi sufrió un ataque de pánico ante todas las probabilidades que llegaron a su mente.
Pero se relajo visiblemente cuando las enfermeras les saludaron dulcemente, y el medimago que los recibió sostenía una sonrisa triunfante.

-Son dos niños-confeso sin poder dejar de sonreír, el parto había Sido todo un éxito.

Tom sonrió emocionado. Mientras que Serpens parecía despertar ante los pequeños gritos de alegría que su hermano mayor por meses estaba dando.
Durante todo el viaje se había mantenido durmiendo sobre el hombro del castaño oscuro. No se molestó en reaccionar cuando lo movieron. De hecho, fue hasta gracioso verlo moverse de un lado a otro como un pequeño muñeco.
Pero ahora había grandes razones para estar despiertos, no importa que los levantarán a tales horas impías, que tuvieran clase dentro de un par de horas. Podrían saltarlas con eficacia. No es que Tom fuera malo en las asignaturas, o que Serpens no fuera bueno. Eran muy buenos y no les costaría mucho tiempo regresar al ritmo normal de clases.

-Mmhhh-los ojos tormentosos de Serpens se dejaron ver entre todas esas delicadas pestañas-¿Qué sucede?

-¡Ya nacieron!-tomo la mano del menor y sin decir nada solo camino para preguntarle a alguna enfermera sobre el cuarto de su padre.

-¿Usted cree que sea correcto dejarlos ir solos?-preguntó el medimago mirando como los dos chicos parecían ilusionados por las noticias.

-Realmente no los dejaré solos, pero están emocionados, los dejaré sentir que tienen el control-se despidió del hombre para tomar a los dos chiquillos y llevarlos con Draco antes de que armen un gran escándalo para terminar siendo sacados del hospital.

-Calma chicos-Harry les detuvo de seguir brincando-yo los guío, Drake está ansioso de verlos.

Entonces los guío entre los pasillos con calma. Draco ya se encontraba en cama, entonces no sería tan difícil conseguir que los menores entrarán. Sin esperar mucho llegaron a la habitación, siendo Serpens el primero en abrir la puerta y entrar con los ojos iluminados en curiosidad. Mientras que Tom les seguía de cerca, con cara inmutable.
Ahí, sentado con los brazos ocupados se encontraba Drake sosteniendo a un pequeño bebé de piel blanca, cabello rubio y con unos lindos ojitos de azul grisáceo. El color de ojos los tenía expectantes, porque no estaban seguros que permanecieran con esta tonalidad.

Serpens chillo emocionado caminando hasta su Papá. Mientras que Tom seguía a su Padre hasta la cunita que habían puesto para los menores. Ahí se encontró con un pequeño de piel blanca, con cabello rubio y unos ojitos oscuros, casi de un tono verde. Pero no estaba seguro, eran gemelos idénticos, solo por el color de ojos podrías destinguirlos. Eran preciosos desde la perspectiva de ambos menores.

-¿Puedo cargarlo?-preguntó Tom con la garganta seca mirando como el pequeño hombrecito que era su hermano bostezaba metiendo su manita a su boca.

-Claro que sí-Harry acepto fácilmente tomando al pequeño.

Le mostró como debía colocar sus manos, como debía sujetar su cabecita para no lastimarlo. Y en caso de que se moviera no se asustara, pero Tom no parecía preocupado por eso. Estaba perdido en la pequeña naricita, esos labios regordetes de color rosado. Con ese cabello ligeramente rizado por las puntas aún con ese rubio, esos ojos oscuros que tal vez terminarían siendo de un verde como los suyos.

-Te protegeré-juró dulcemente-los protegeré a los tres-prometió con voz anhelante. Protegería a los gemelos y a Serpens cueste lo que le cueste.

-¿Cómo se llamarán?-el pequeño rubio caoba preguntó mientras dejaba que su pequeño hermanito tomara su dedo con esa suave manita.

-Natt Altair-dijó Draco mostrando al rubio de ojos claros-y Naktam Izar-señaló al que Tom sostenía como su fuera cristal.

-¿Por qué esos nombre?

-Natt es el mayor, ¿No, Drake?-cuestiono Tom como si el universo le diera las respuestas.

-¿Por qué lo dices, Tommy?-Serpens nunca espero que Tom supiera la respuesta ha su pregunta.

-Altair es la estrella de mayor magnitud en la constelación de Aquila-soltó mirando a los ojos al rubio mayor de los tres.

-Eres muy inteligente Tom-señaló Drake sin poder evitarlo. Ese pequeño era todo un genio.

-¿Y sabes porque Izar?-preguntó sin poder evitar retar al menor.

-Izar es la segunda estrella más brillante de la constelación de Bootes,-sonrió al saber que solo era un reto para comprobar su capacidad de retener información-está considerada una de las estrellas dobles más bellas del cielo.

-Wow, Tommy-Serpens felicito fácilmente ante lo dicho-¿Entonces así los distinguiremos?

-Algo así-Harry tuvo que guiar a Tom hasta la cama donde Draco descansaba para que pudiera ver a su hermano-Natt tiene los ojitos claros, al contrario de Naktam que son un poco más oscuros.

-Son gemelos idénticos-soltaron los dos mayores divertidos por cómo encontrar una manera para diferenciarlos-si no fuera por sus ojos no podríamos decir quién es quién.

Tom solo se rió mostrándole a su segundo hermano a Serpens. Que también se quedó mirando fijamente entre los dos bebés. Eran lindos y bonitos para él. No entendía como es que podía ser tan feliz con la idea de tener hermanos, sí muchos chicos de su clase habían jurado que era la peor experiencia. Tal vez porque nunca había sentido el calor de hogar, porque Drake y Harry los habían amado sin preocupaciones.
Sin hacerlos sentir menos entre ellos.

-Tom, hay que cuidarlos-arrulló con voz soñadora-son hermosos.

-Lo son-aceptó sin más.

Chicos, tirare varios capítulos seguidos. Porque se viene lo bueno, preparen pañuelos, detengan sus lágrimas y no se rompan.