De compras

6.1K 597 83
                                    

No se van a odiar :v yo sé que eso parece. Pero nada, se disculpara y Riddle se hará su "amigo" por conveniencia como dicen :v aunque lo veo más como amigo en mi caso.

Cómo habían prometido los dos, fueron al callejón Diagon. Él maestro que se había comprometido a llevarlo por sus cosas se sorprendió cuando le negó la oportunidad, ya que sus padres (nunca lograrían que cambiaría de opinión; aunque dijeran que Harry era su primo. Algo le decía que era correcto quererlo como él padre que nunca tuvo. Aunque en su caso Drake sería la madre sobreprotectora y eso no estaba molestando le) había llegado a rescatarlo de ese odioso orfanato Muggle (había aprendido como les decían a los sin magia).
Pudo jurar que cuando el maestro Dumbledore apareció en las afueras de los límites de la casa Drake siseo amenazante. Harry tuvo que sostenerlo para que no saliera; con lo que ahora sabía era una varita; con su varita en mano.
Había visto la reacción de su papá, parecía enojado, estresado y demasiado cansado para tratar con él maestro Dumbledore. De hecho, el hombre nunca se espero que llamará a Drake como papá y a Harry su padre. Eso era solo enfrente de otras personas. Porque cuando estaban solos en casa, Drake se convertía en Papi para él y Serpens. Y Harry era su papá, así resultaba más fácil conseguir la atención de alguno.

Ahora estaba caminando de la mano con un seguridad apremiante mientras murmuraba cosas que no lograba entender. Porque sus papás tenían todo planeado, cada cosa que harían.

—¿En serio?—Harry había alzado la voz apretando la mano de Draco con fuerza—quiero que seas el maestro de pociones—le dijo dándole un golpecito en la mejilla.

—No me pegues—se quejó alzando sus manos entrelazadas y mordiendo la de Harry con fuerza—comportate, sé que es mucho pedir de un cabezota como tú, pero hazlo.

Thomas los veía desde atrás, mientras caminaba al lado de aquel chico rubio de reflejos rojos en el cabello, parecía cautivado por todas las cosas del callejón, gente gritando, una tienda llamada el emporio de las lechuzas, una heladería, que por más que negara el nombre le había cautivado «Florean Fortescue» y se equivocaría al decir que no se le antojaba un helado (nunca los había probado).

—¿Podemos comer un helado?—el niño a su lado jaló la túnica negra con sus delicadas manos.

—¿Tú igual quieres un helado Tom?—cuestiono suavecito mirando al chico asentir con fuerza.

—Me parece bien—Drake se suavizó cuando notó que realmente estaba siendo paranoico, Harry podría protegerlos—yo creo que estos chicos se merecen un buen helado después de lo horrible que fue ayer.

—¿Podemos tener también una mascota?—Serpens pregunto anhelante observando al rededor—Claro, después de nuestro helado.

Harry acepto, porque él había pasado largas horas haciendo su tarea en aquel lugar con los helados de crema y caramelo gratis cada media hora con él señor Fortescue ayudándolo con sus ensayos escolares, eso fue hasta que él señor Florean fue asesinado por Lord Voldemort. Tal vez tener una mascota les daría carácter y empatía, evitaría que Tom pensará solo en él.

—Luego... Quiero ir a una librería—se avergonzó al decir aquello. No estaba acostumbrado a pedir y recibir—y también me gustaría una mascota. Se que es mucho más de lo que merecemos pero es que...

—Cariño, claro que podemos—Draco le cortó deteniéndose un momento para soltar la mano de su esposo—ustedes merecen todo lo que podamos darles, tu nos llamas tus padres, permite que lo seamos—tomo la mano de Thomas que lucía indiferente, pero sonreía al notar como Harry hacia lo mismo con su ahora hermano—conozco un buen lugar llamado «Cobb & webb's»—Draco le sonrió. Cómo si nunca hubiera Sido un señor oscuro en algún tiempo del mundo. Como si solo importara lo que él niño era en ese momento y Harry lo amo.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora