Potter había despertado con un dolor de cabeza increíble. Mientras Sirius lo sujetaba por la cintura y las piernas enredadas con las suyas. Logro salir aunque Sirius se colgó de él con la suficiente fuerza como para que terminará en el suelo.
Escuchó unas voces subir de nivel, eran Narcissa y Bella. Sin duda alguna bajo las escaleras no intentando demostrar su desesperación.—¡Esto es un secuestro!—siseo Thomas caminando en círculos.
—Mi Lord, logramos convencer a la matriarca Longbottom—aclaro Bella con las manos jugando con sus rizos.
—¡No es como aquella vez, hoy secuestraron a unos niños!—escupió Serpens señalando al par de chiquillos que jugaban alegres en la alfombra roja.
—¡Pero debiste ver como los trataban!—los labios de Narcissa Black temblaron con ganas, mientras se aguantaba el llanto.
Sus hombros se movían con ganas, sus manos intentaron agarrar el brazo de Bella para mantenerse bien parada, pero le resultó inútil porque sus piernas flaquearon y sus ojos se llenaron de las lágrimas contenidas.
—Calma Cissy—la voz anormalmente suave de la mujer le hizo sentir la piel crisparse—ellos se quedarán con nosotros.
—Serpens suspiro resignado mientras guiaba ha las mujeres a los sillones individuales—Bien, calma—comento despreocupado intentando fundirse con el mueble—primero escucharán lo que tenemos que decir. Y luego escucharemos como secuestraron a los niños Weasley.
—No es un secuestro—se quejo la bruja extendiendo los brazos—, es un rescate de menores.
—¡Ellos tienen la edad para estar en Hogwarts!—la voz de Thomas se dejó escuchar por la habitación con una potencia increíble—¡Ellos apenas van a entrar y ellos...!—señalo acusador.
—Ellos les ignoraban—la voz rota de Bellatrix sorprendió a más de uno.
—Chicos—una vocecita inocente les hizo apartar la mirada asesinas que se dedicaban—¿Van a escucharnos o ignorarnos?
Se quejó Harry mientras que veía ha todos los pelirrojos bostezar y acurrucarse con ellos mismos.
Era seis niños, ¿Cómo diablos habían conseguido Narcissa y Bellatrix hacer el robo de menores? Sentía ganas de meterle un par de zapes en la nuca. Pero aún era un menor, de edad, estatura y de una manera hipotética también su núcleo debía serlo. Se quejó por lo bajo acomodándose en alguno de los sillones favoritos con Draco tomado de la mano, ya despierto y bien alistado.—Todo empezó hace años—comento suave y usando una voz misteriosa, como si relatará un cuento—, bueno no habíamos ni terminado la escuela—confeso él pequeño mientras pestañaba inocente.
—Ve directo al punto Potter—le advirtió Draco mientras le empujaba un poco.
Harry comenzó a reír ignorando al Dragón que se acomodaba encima suyo para usarlo como almohada para dormir. Sus dedos acariciaron su cabeza con cariño, las viejas costumbres nunca se olvidan. Narcissa les miró, como si algo que le dijera pudiera hacerla sentir feliz, plena, completa. Ese cabello rubio que se enredaba en sus dedos le recordaba ha algo; algo caliente, cómodo y que marcaba como hogar.
Bella se quedó muda al ver como Serpens; qué raro vez le hacía caso ha alguien, y Thomas; su Lord oscuro, se quedaban callados mirando a los chicos con toda la atención del mundo.
Harry se acomodó mejor, comenzó con como su línea del tiempo no era similar a la pasada, que todo estaba al revés pero que parecía encajar mejor que la primera vez. Les gustaba más esos cambios.—El tío Lucius—señalo al rubio de cabello largo—estaba casado con la tía Cissy—miro a la rubia que alzaba una de sus cejas interrogante—, tuvieron a Draco, aunque no sé si aún es un Veela.
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Colateral (En Revisión).
FanfictionLos horrores de la guerra aún lo perseguían. Luego de caer en un horrible pozo sin fondo logro descubrir que nadie era lo que aparentaba y que muchas muertes pudieron evitarse si el Lord oscuro hubiera tenido un buen guía. Tenía la esperanza de arre...