Antes que nada, preparen sus pañuelos, botanas y un buena dosis de Clorox, ¿Saben porqué?, Porque este capítulo fue escrito gracias al abandono de mi adorada Beta. Así que, esperen algo que va ha romperles.
Las varitas se levantaron de manera simultánea apuntando hacia el idiota del profesor que no sabía exactamente como actuar. Aunque más que a él, apuntaban a los hombres encapuchados que empezaban a tomar terreno en el lugar. Tom estaba perdido, no hace mucho habían conseguido que Septimus Malfoy cuidará a los gemelos, este acepto gustoso, más cuando esposa los arrullo por ser tan lindos. Con ese par de ojitos casi como la plata fundida y ese verde esmeralda que cada día brillaba más. Al mirar a su alrededor, todo el desastre, pensaba que había Sido la mejor decisión el pedirle al Malfoy mayor que los cuidará.
—¡Es un ataque!—chillo él hijo de los Parkinson señalando claramente lo obvio.
Harry fue el primero en contestar el ataque de una manera magistral, murmuró levemente el hechizo como si no quisiera que nadie más lo supiera y apuntó hacía los seguidores idiotas del mago oscuro de aquella época. La gente grito alarmada al darse cuenta que entre todo el tumulto aún tenía un poco de puntería.
—¡Saca a todos los chicos de aquí!—exclamo mirando a Draco que lo protegía desde la retaguardia.
—No creas que voy a dejarte solo Potter—el apellido salió con voz gruesa, nunca planeo hablarle por su apellido original—soy tu segundo.
—Lamento decirte que no saldremos de esto—afirmo usando el máximo potencial de su magia—caeremos defendiendo este castillo. Y tendremos que dejar todo en mano de los chicos—casi se ahogó al pensar en los pequeños niños de meses que aún los necesitaban.
En cómo apenas había escuchado su risa, como esos ojitos tomaban su color destinado. En serio le estaba doliendo. Tom intento acercarse, llegar, pero algo lo detuvo por completo.
La risa melancolíca de Harry se escuchó aún por encima de los gritos y los hechizos que eran lanzados con una potencia casi imposible. Simplemente no quería pensar, necesitaba concentrarse para no perder. Entonces Draco se quedó detrás de él, espalda con espalda desviando hechizos, maleficios y hasta una que otra maldición asesina. Mientras Harry era la defensiva, devolviendo con menor o mayor potencia los ataques.
¿Cómo llegaron a esto?, Fue una situación realmente divertida, luego de haber hablado con los chicos (en especial con Tom) el anuncio de el club de duelo se dió a conocer. No había pasado ni una maldita semana.Era de esperar que algunos sangre pura (la mayoría de Slytherin) hayan aprendido el sutileza del arte de la defensa y la batalla. Claro está que Dumbledore prohibido a los hijos de padres Muggles participar si no eran capaces de sostener un buen hechizo defensivo y si su magia no se había desarrollado de manera correcta (los de primer año).
—¿Están listos?—la voz anormalmente aguda del director hizo que los alumnos le prestarán atención.
Muchos asintieron emocionados, tenían el entusiasmo para observar a los nuevos profesores en una batalla mágica, algunos padres habían Sido invitados para evitar uno que otro desmembramiento, o tan siquiera que sus hijos usarán un hechizo demasiado potente.
—Por favor, recuerden nada de hechizos avanzados—advirtio Dumbledore emocionado.
—Nada de lastimar a sus congéneres—les advirtió el profesor Dippet.
Harry hizo muecas cuando escucho a Dumbledore hablar, ligeras hebras de color rojo relucían en aquel cabello que empezaba a tornarse de un color blanco, casi gris. No sabía exactamente como iba ha tomar que les enseñará ha los chicos a defenderse como si fueran adultos.
—¿Un duelo?—pregunta bajo a Draco observando a los primeros alumnos subir a la tarima.
—Sabes que te ganaré Potter—le gruño lo suficiente bajo para que nadie supiera de lo que hablaban.
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Colateral (En Revisión).
FanfictionLos horrores de la guerra aún lo perseguían. Luego de caer en un horrible pozo sin fondo logro descubrir que nadie era lo que aparentaba y que muchas muertes pudieron evitarse si el Lord oscuro hubiera tenido un buen guía. Tenía la esperanza de arre...