Mi línea familiar no impide amarte.

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Sus manos arrugaron los papeles con enojo contenido. Había estado intentando estudiar de una manera eficiente. Pero Harry había estado pasando más tiempo en su habitación, invitándolo a simplemente acostarse mirando el techo mientras reían en complicidad y susurraban palabras cariñosas al oído.

Contuvo el gemido agudo que su parte Veela quería dejar salir. Había encontrado a Ginny Weasley besando a Harry a mitad del pasillo. Se vió tentado en lanzarle la maldición asesina a la tonta zanahoria. Pero no pudo evitar sentirse culpable por ello, ¿Y sí Harry terminaba odiandolo? Por eso había huido y se encontraba evitando al moreno. Podía ver en sus ojos lo tontamente enamorado que se encontraba de la chica. Aunque algo apretó su corazón con fuerza al darse cuenta que resultó extraño que Harry se sintiera atraído de la noche a la mañana por la Leona.

Pero lo apartó de su mente, Harry parecía feliz. Aún cuando él quería morir lentamente. Sonrió apretando los dientes y siguió intentando leer las anotaciones de la clase que había tenido esa tarde con la profesora Mcgonagall. Parecía que está seguía haciéndole muecas a Harry luego de verlo tan pegado a la comadreja Weasley. En parte le dió gracia ya que la profesora parecía interesada en hacerlo sentir mejor. Los leones eran raros podía asegurarlo. Ya que la bruja solo estaba supliendo la clase del día, ya que estaba interesada en ver cómo iban las cosas, eso acompañado de una mirada traviesa y un brillo que no aparecía en sus ojos a menos que estuvieras hablando del Quidditch con ella.

Suspiro recostandose entre sus libros, casi sollozando de la poca energía que tenía. Se encontraba cansado, su parte Veela chillaba enojada ante su pareja destinada evitándole, aunque era más de su parte que otra cosa. Entonces no haría un gran escándalo por esto, solo quería a Blaise o Theo a su lado paro animarlo. Soportar a Pansy no parecía una mala idea si eso evitaba que pensara en Potter.

—Que diablos hago con mi vida—murmuró fastidiado.

Se quedó un rato ahí, esperando a que le dieran ganas de seguir estudiando. O de tomar una siesta hasta que fue asustado por la puerta de su habitación que fue abierta de par en par.

—¡Hey, Draco!—la voz profunda y entusiasta de Blaise logró sacarlo de sus pensamientos.

—¿Tú qué haces aquí?—cuestiono aturdido.

Se suponía que Zabini estaba de viaje por Italia disfrutando de un año sabático o lo que mierda deba de suponerse en esos instantes.

—Bueno, te extrañaba—declaro acercándose al de ojos plata para darle un abrazo potente—hable con tu madre, que me contó algunas cosas personales—bromeo jalando a su amigo fuera de su cuarto y la sala común—hablamos con la profesora Mcgonagall y me dejó venir. Aunque el brillo casi lunático que observé en sus ojos casi me hace desistir de aparecer por aquí.

—Eres un completo idiota—una sonrisa amable bailo por sus labios—pero ya te extrañaba. A ti, a Theo y Pansy.

—Awww el malévolo cucarachon se nos puso sentimental—bromeo divertido ante la cara aturdida de su amigo.

—Tú y tus tontas referencias muggles.

Gruño amenazante y fuera de un calor real de pelea. Se entretuvo andando por los pasillos con el moreno. Que parecía disfrutar de hacerle bromas a su amigo. Caminaban tomados de las manos y en momentos Blaise cruzaba su brazo por los hombros de Draco juntando sus caderas un poco por el constado, y permitiendo que sus costados se tocaran aún con la ropa puesta.

Draco no parecía preocupado por la cercanía, solo se reía pensando en que su amigo actuaba más terriblemente protector que otra veces. Mientras que Zabini solo reía por lo bajo disfrutando de las miradas de los alumnos que los veían pasar. Pudo disfrutar de la mueca que hizo el grandioso Harry Potter cuando depósito un inocente beso en la mejilla suavemente sonrojada de su amigo. Oh, como disfrutaría de hacer enojar al niño que vivió. Quería ver hasta dónde llegaba todo.

—¿Y ya estás saliendo con alguien?—preguntó cambiando de tema de una manera sorprendente.

Las mejillas de Draco enrojecieron hasta tal punto, que de solo tocarlas Podrías sentir lo caliente que estaba.

—Hmmm yo, bueno, Blaise—chillo de manera impropia dándole un fuerte golpe en el pecho a su amigo.

—¡Qué?—se quejó del dolor, vaya que tenía la mano pesada—solo me aseguro que nadie se robe a mi Dragón.

—Eres un completo idiota.

—Pero soy tu idiota—sonrió arrogante—por siempre.

—Solo te faltó un anillo...

La risa de Draco logro llamar la atención de Harry más de la cuenta. Se había dado cuenta con los días que Draco lo ignoraba, su pecho se oprimía cada que su dragón parecía pasar de largo. No entendía que estaba mal, Ginny había estado insistiendo en comer juntos todo el tiempo. Pero había logrado evitarla, hasta que Draco un día simplemente dejo de hablarle. Cada que intentaba acercarse para hablar, este salía corriendo. Ginny se volvió una plaga pegadiza y no pudo evitarlo, porque Draco no le estaba hablando.
Pero ahora estaba ahí, con Blaise Zabini que parecía estar de visita. Riéndose, tonteando y hasta sonrojándose por lo que sea que él chico le haya dicho. Eso lleno sus límites, algo, muy pesado se deslizó reptando por su pecho. Casi como una serpiente.

—Harry, hazme caso—reprochó una joven pecosa que hacía pucheros para nada lindos.

—Dejame en paz—le gruñó a la pelirroja ha lado suyo, estaba cansado—no me siento muy bien.

—Todo es culpa de ese hurón—se cruzó de brazos enojada—deberías olvidarlo, es mejor estar con alguien de tu clase...

—Eres una idiota—la empujó ligeramente apartándose de sus labios.

Hizo una mueca al cruzar la mitad del campo a grandes zancadas y en un tiempo récord. No le importó la mirada confundida de Malfoy cuando lo tomo de la corbata y lo beso en la boca con determinación. Podría irse todo el mundo a la mierda, no necesitaba nada más que esos labios para ser feliz.

—¡Wow, tranquilo viejo!—Blaise se alejó de manera lenta cuando un gruñido posesivo de Draco le marco los límites—¡Por cierto, gracias, eh!—se quejó al salir corriendo al ver como las manos del moreno se sujetaron al cuello de su amigo.

No necesitaba ver como un medio Veela se apariaba a mitad de los jardines del castillo. Tal vez no fue tan mala idea de jugar la como casamentera a Narcissa Malfoy.

Se supone que lo estaba subiendo antes. Jajaja pero Nell, se me fue. Esto, es desde el punto de vista de Draco. Aquí empieza el salseo. Y veremos a Blaise porque el juega un papel interesante luego.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora