Las palabras no alcanzan para explicar el horror que Laura presenció horas atrás. No consigue comprender del todo por qué su hija hace todas estas cosas, y qué explicación hay ante aquellas conductas. Se pregunta a sí misma qué fue lo que la llevó a mutilarse la boca con el salvajismo bestial capaz de desfigurarle aún más su delicado rostro. Verla allí, postrada en su camilla, de nuevo en aquel hospital que tantas veces han visitado, y con la mirada perdida en cualquier lugar allende este plano, estruja su corazón hasta exprimir la última gota de esperanza en que Nina esté bien, en que se recupere de todo este mal que ella misma se está causando. Permanecer mucho tiempo con ella se le hace una lucha contra algo sobrehumano que siempre la termina venciendo, cuando no puede evitar las lágrimas al ver a su hija en aquel estado por completo deplorable. Obligándola a salir cada tanto a llorar por los pasillos del sanatorio, buscando redención incluso en la pequeña capilla que se encuentra cerca de la sala de operaciones en la que Nina yace descansando luego de que, horas atrás, fuera intervenida quirúrgicamente en un intento de recuperar su apariencia anterior a su propia masacre.
Horas más tarde, luego de que el sol sublimara al cielo alcanzando el punto máximo de su esplendor, y comenzara a descender adormecido hacia el ocaso; un psiquiatra atiende a Nina, quien se muestra reacia a colaborar con el hombre, interviniendo en pocas y vagas palabras, acompañadas por una actitud amarga al contacto visual.
—Dígame, señora —Le dice el psiquiatra estando a solas con Laura—, ¿habían consultado con anterioridad a un profesional de la salud mental?
—Sí, ella fue a psicólogo un par de veces, pero no le gustó y decidió acudir a otros métodos con los que no estoy de acuerdo —Le advierte preocupada.
—¿Cómo cuáles?
—Fue con una vidente... y toma más en cuenta la opinión de una amiga que para mí no es muy de fiar. Prácticamente lo que diga ella es palabra santa.
—Entiendo... yo la voy a derivar a un comité donde la van a evaluar unos psiquiatras y psicólogos, y desde ahí le mandarán un tratamiento —Escribe con velocidad llenando el historial clínico de Nina mientras habla—, yo me arriesgaría a decir que ella presenta signos de Esquizofrenia. Usted por lo que me contó, parece que delira con demonios y un cuadro que se modifica por sí solo. Eso último solo lo vi en Dorian Grey, pero esto ya es otro nivel de delirio.
—Sí, lo sé, ya no sé qué hacer con todo esto. Ha intentado suicidarse más de una vez, y ahora hizo esta atrocidad... —señala Laura entre lágrimas que se asoman con timidez entre sus ojos—, a mí me angustia mucho, ¿sabe? El no saber cómo ayudarla. Sé que está muy mal y no puedo dejarla ni un minuto sola porque es un peligro para sí misma.
—Sí, yo entiendo todo eso señora. Le voy a mandar un pase urgente al comité, y allí van a deliberar lo mejor para ella. Se podría solicitar incluso una internación, para la seguridad de ella y la de usted también. Debe ser fuerte y estar preparada ante cualquier cosa.
Aquellas palabras retumban en su cabeza, le duele ver a su hija en esas condiciones. Llegar al punto de internación, es muy fuerte, una chica tan joven; tan bonita; y con un futuro tan brillante por delante, terminar así, es muy duro. Pero será lo mejor para todos. Los sollozos se escurren por su piel cuando los sentimientos de culpabilidad azotan sin piedad a su mente. Laura supone que ella desató esa crisis en su hija, cuando colgó aquel bendito cuadro en la pared y prácticamente la obligó a contemplarlo directo a los ojos. Aunque, el hecho de que el cuadro haya vuelto sano y salvo, es algo que aun así llama demasiado su atención. Ella, de forma contundente, sigue creyendo que todo se trata de un plan siniestro que ha confabulado Carol contra Nina, puesto que es la única que sabe que su hija está algo desequilibrada y muy afectada por la presencia siquiera del cuadro en la casa.
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El Monstruo Interior © WATTYS 2020 (Universo Monstruoso # 1)
HorrorGANADORA DEL WATTY A MEJOR HISTORIA DE TERROR 2020 La cordura de Nina será puesta a prueba y tendrá que demostrar que es víctima de una aterradora maldición. *********** Nina recibe un hermoso cuadro de sí misma por parte de un anónimo, pero hay alg...