Introducción

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La luz parpadea, las sombras se diluyen con el penumbroso rayo de claridad que inunda el lugar ... parece ser un recóndito sitio ahogado en soledad.

Es el lecho donde yace un artista y su obra, no se puede ver quién es, su aspecto se confunde con la delgada línea que une ya la misma vez separa a la oscuridad del destello.

Tal y como sugiere es un pintor, se alcanza a ver lo que está pintando, y al parecer se encuentra retratando a una hermosa joven de cabello castaño, largo y sedoso, acompañado de unos ojos que simulan la forma de las almendras, y el iris de los mismos poseer su intenso color canela.

De fondo, una música lúgubre y siniestra adorna el misterioso lugar.
Pero, una pregunta que asalta poderosamente mi ser es, ¿qué hace tal obra magnífica —producto de esas manos talentosas que danzan al unísono junto al pincel tallando el lienzo de una manera exquisita y armoniosa—, en un sitio tan contrastante y sombrío como ese ?

Quienquiera que sea esa hermosa mujer de ojos café, dudo que imagine tener un admirador secreto que la vuelve inmortal y petrificada en un cuadro con marcos dorados, bañados por olas interminables de oro que yacen como finas y hermosas decoraciones, y que no hacen más que embelesar su atractivo físico. ¿Quién será ella? ¿De dónde viene, qué gustos tendrá? Y, ¿quién es esa persona que la está pintando? Entre la poca luminosidad del lugar es una misión suicida distinguir de quién se trata. Su identidad se esconde a través de una caperuza igual de oscura y tenebrosa que el ambiente.

Aunque algo más inquitante es percatarse que esta persona utiliza una máscara pálida de donde brotan grandes cantidades de sangre que cubren toda parte superior de la misma. En ese macabro adorno se aprecian dos ojos ovalados y prominentes perfectamente delineados, y unos labios pintados de un negro sepulcral, que incluso entre su oscuridad, resalta la forma siniestra de su tímida e inquietante sonrisa. Pareciera una versión escalofriante del rostro en el cuadro.

Una última pregunta simplemente sometería a la cabeza de cualquier persona en una interminable espiral de hipótesis que no harían más que confundir incluso al más sabio: esa sangre que cae por la máscara, ¿efectivamente lo es, o se trata de otra obra artística que contrasta de forma macabra con el armónico retrato al que está observando?
Sea lo que sea, la pintura ya está lista, y probablemente no se quede escondida en ese lugar.


El Monstruo Interior © WATTYS 2020 (Universo Monstruoso # 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora