Capítulo 40 - ¿Quién es Eduardo Müller?

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Aquel nombre no se le hace conocido ni en el rincón más ignoto de sus memorias. ¿Quién es Eduardo Müller, y qué hacía visitando a Daniel? Muchas dudas dan vueltas sobre su mente, empero, hay una certeza única de que aquel tipo no tiene buenas intenciones. Ese tal Eduardo, ahora mismo es el sospechoso y enemigo público más grande de sus vidas, y su deber, es denunciarlo.

—¿Así que viene porque quiere realizar una denuncia? Dígame ... —Le atiende el oficial Anthony, con un tono indiferente y sus infaltables cejas arrugadas, que dan la sensación de estar siempre enojado.

—Sí, un tal Eduardo Müller fue a visitar hoy a mi esposo, le sacó una foto, aprovechándose del estado deplorable en el que está, y la subió a mi cuenta de Facebook como foto de perfil —Le explica Laura, algo nerviosa sabiendo que ese mismo hombre fue el que la acusó injustamente de desequilibrar a su hija—. Él me hackeó, y además entró a mi casa también. No me siento segura y quiero que lo investiguen.

—A ver, a ver ... ¿usted no lo conoce a ese hombre?

—No, ya le digo que no tengo idea de quién es, necesito que lo rastreen o algo.

—¿Tiene su celular para mostrarnos la evidencia? —Indaga Anthony con cierta suspicacia. Para él, es inevitable pensar que la madre sufre lo mismo que su hija, aunque por cuestión de ética no puede decir nada más allá de su pensamiento.

—No, lo perdí hace poco, pero puede ver mi perfil y ahí va a estar.

—A ver, busquemos ... Laura Varsi, ¿verdad? —Le pregunta mirándola de reojo.

-Si.

—Bueno, yo la veo a usted señora. Acá no hay nada de lo que usted me está diciendo —Le informa mientras revisa todas las fotos de su perfil, en busca de la supuesta evidencia.

—¡¿Cómo que no hay nada, señor ?! Déjeme ver —Al constatar que la foto ya no está, se siente tan estúpida, y con un fuego incontenible interior producto de tanta impunidad, casi ya no tiene cómo probarle a aquel terco policía que alguien las está atormentando—. No puede ser. ¡Estaba ahí, se lo juro! En primera plana, y muchos comentarios, gente compartiendo ... ¿ya no hay evidencia de nada?

—Podríamos entrar a la base de datos ... Facebook siempre guarda todo lo que uno suba aunque lo borre, y como parte de la policía, podemos acceder a esa información —Le explica Anthony, solidarizándose un poco con esa mujer, cual se siente desesperada ante lo que está viviendo—. Oiga, cálmese, tome un poco de agua. Yo tengo dos hijos y comprendo lo que está pasando, si algo como esto ocurre con ellos, haría todo por protegerlos, y ahora le hablo como padre: tiene que mantener la calma. Deje que me encargo de averiguar sobre esa foto, y después de la contacto. Déjeme su teléfono y dirección.

—Gracias ... pensé que usted era un tarado, pero veo que tiene algo de compasión —Aunque esperaba otra reacción del oficial, consigue sacarle la mueca más parecida a una sonrisa que en mucho tiempo logró obtener de él.

—¡Lo que me dice es un piropo, eh! Todos los días me dicen cosas peores, créame —Aquel momento alivia la tensión que había quedado desde el juicio, donde se dijeron de todo. Solo hacía falta que uno bajara la guardia, para alcanzar mejores resultados—. Muy bien, ya tengo todos sus datos. En cuanto sepa algo, le vamos a avisar.

—Gracias ... ah, una cosa, si le sirve de prueba ... —Laura saca aquella nota de uno de sus bolsillos. Tal vez no signifique nada, pero cree oportuno hacérselo saber, aunque en el intento, vuelva a quedar como una demente—, le dije que entraron a mi casa, y es que dejaron esto escrito, junto al cuadro que he mencionado que nos hemos deshecho de él tantas veces y vuelve a aparecer, con otra forma. Pensará que estoy loca, pero a esta altura, le doy una cuota de razón a mi hija.

El Monstruo Interior © WATTYS 2020 (Universo Monstruoso # 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora