Un grito desgarrador despierta a Nina en medio de la penumbrosa noche. Alterada se sienta en su cama y mira hacia todas las direcciones, con el corazón en la boca. " ¿Será real ese grito que escuché? " , Se pregunta a sí misma llena de temor.
Aún así, se arma de valor y sale lentamente de su habitación, sabe que ese alarido no vino desde su cuarto.
Antes de emprender su eterna caminata por el pasillo que la separa de donde está hacia donde provino el bramido, enciende la linterna de su celular y comienza a caminar con sigilo por el lugar. El silencio es abrumador, y hoy en especial el frío es gélido, que mezclado con su nerviosismo, es aún peor.—Mamá, ¿estás despierta? ¿Sos vos? —Pregunta con la voz entrecortada, casi sin aliento. El terror se apodera de cada una de sus células ante el presentimiento de que algo malo sucederá en cualquier momento.
Todo está tan oscuro, tan silencioso y taciturno ... hay tanto misterio entre cada pared; cada adorno; y cada rincón que yace en la oscuridad, que Nina ya no soporta más, llega a la cocina y no encuentra nada. Inspecciona el baño y otras habitaciones, pero nada está fuera de su sitio. Hasta que siente el ruido de un interruptor, se da vuelta y se le revuelve el estómago al ver que la luz que alumbra al cuadro desde arriba, está encendida sin que nadie la haya prendido. Está convencida, hay algo muy extraño con ese retrato.
Nina retrocede aterrorizada cuando nota que los ojos de aquel lienzo comienzan a brotar lo que terminan lágrimas, esa terrorífica manifestación se materializa ante ella bajo ninguna explicación. Atónita ante lo que acontece, Nina observa en un estado casi hipnótico aquel hecho, hasta que nota que un frío estremecedor corre de sus pies hasta alcanzar una altura poco más arriba de las rodillas. Al observar hacia abajo, se da cuenta de que la casa se inunda, y el cuadro de inmediato comienza a llorar sangre.En el completo anonimato de la oscuridad, se hace presente aquella inquietante mirada de diamante que se acerca cada vez más a ella. Nina se da vuelta asustada e intenta correr, pero se le hace imposible huir a gran velocidad con el agua pasando la altura de sus rodillas.
—¡Mamá, ayudame por favor! —El grito desesperado es en vano, no obtiene respuesta alguna.
—¡Voy por vos, cariño! —A Nina se le eriza la piel al escuchar esa siniestra voz detrás de ella, la voz del macabro demonio de ojos brillantes.
Intenta correr con todas sus fuerzas, pero tropieza y cae en el agua, la casa cada vez se inunda más y de forma súbita. Nina trata de nadar sin un rumbo aparente, intentando escapar aún teniendo en contra el espesor del agua, que se hace más denso cuanto más intenta moverse. Mira hacia atrás y ve a ese perturbador demonio muy cerca de ella, se mueve con tanta soltura, como si violara todas las leyes de la física.
En ese momento siente que algo le roza la cara, se lleva un gran susto al percatarse que es el cadáver de su madre. El sobresalto es tal que se ahoga con tan solo abrir su boca. Rápidamente se impulsa hacia arriba tratando de llegar a la superficie, el agua se tiñe de un rojo carmesí escalofriante, y unas manos sujetan sus pies al punto de sentir que el queman en carne viva. Procura soltarse pero no lo logra, su esperanza se hunde y sus fuerzas, se debilitan.Una puerta al final del extenso pasillo, se abre emitiendo un destello que absorbe cada gota de agua como si de una cascada se tratase. La criatura le suelta y ella, junto a todo a su alrededor, es arrastrada con fuerza hacia ese desconocido lugar. Nina cae al suelo, consigue respirar luego de unos cuantos tosidos. Mira sus manos y su ropa, parecen estar manchados de sangre, confundida por tal hecho, alza su mirada, y ve a su hermano de espaldas.
-¿Michael? —Se sorprende no solo por verlo, sino por el sitio donde están, no es su casa, sino una cabaña abandonada.
—¿No recordás nada, hermana? —Pregunta con un tono desafiante—. Acá comenzó todo.
—No, ¿qué es lo que empezó acá? ¿Qué es todo esto?
—Este lugar fue tu salvación, y fue el que me llevó al infierno ... aunque también te llevó a vos, pero en vida.
—¡¿De qué estás hablando Michael ?! ¡No entiendo!
—Casi morías en este lugar, pero gracias a mí no lo hiciste —Unos pasos se sienten desde afuera—. ¡Andate por donde viniste Nina! Él sabía que ibas a venir, y te está buscando.
—¡¿Quién?! ¿Por qué me quiere a mí? —Vislumbra el miedo reflejado en los ojos de su hermano, quien no logra explicar lo que está sucediendo—. ¡No me voy hasta que no me digas qué está pasando!
La puerta de la cabaña se abre, y una sensación escalofriante le congela la sangre al ver el espeluznante rostro derretido y en extremo blanco de un hombre con gran altura al que no reconoce, pero que la observa fijamente, con una mirada inquietante, penetrante, y que paraliza todos sus sentidos. Nina corre a toda velocidad hacia la salida, cerrando con fuerza la puerta. Ve una silla al lado y tranca el pestillo con ella. El mismo comienza a girar, y unos golpes cada vez más agresivos se escuchan azotar la puerta. Sin explicarse lo que está sucediendo, retrocede con el corazón en la boca hasta que se tropieza con su cama. Se acuesta y cierra con fuerza los ojos, fingiendo que está durmiendo y que nada de eso es real. Y si lo fuera, ese sería su fin.
Luego de un rato los golpes cesan y un rayo de luz se cuela en la habitación, Nina despierta, ha amanecido y ya no hay rastros de sangre en su ropa. Tampoco recuerda en qué momento los golpes dejaron de sonar, y cuándo se quedó dormida. "¿Lo habré soñado?", piensa, extrañada por recordar con exactitud cómo fue aquel supuesto sueño. Empero, se refriega la cara y niega pensar en el asunto, hasta que ve hacia la puerta y detecta a la silla asegurándola, tal y como lo había hecho para impedir que esa cosa desfigurada fuera tras ella. El miedo se vuelve a instalar en su mente, tal que con ligereza sale de su habitación en busca de su madre, un mal presentimiento le dice que cualquier cosa se puede encontrar donde yace aquella mujer.
—¡Nina, ya despertaste, te tengo novedades! —Le alivia escuchar su voz y saber que no todo fue real—. Ya te saqué cita con el psicólogo.
—Genial, ¿cuándo empiezo? —Responde Nina con una sonrisa que expresa alivio.
—Mañana mismo. Dejame ver ese ojo ... ¡sigue igual o peor!
—Supongo que ya se va a ir ... —responde cabizbaja.
A pesar de saber que un psicólogo podría ayudarla, y que cuenta con el apoyo de su madre, Nina siente que esto va más allá del entendimiento humano, y que detrás de todo esto, está ese bendito cuadro.
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El Monstruo Interior © WATTYS 2020 (Universo Monstruoso # 1)
TerrorGANADORA DEL WATTY A MEJOR HISTORIA DE TERROR 2020 La cordura de Nina será puesta a prueba y tendrá que demostrar que es víctima de una aterradora maldición. *********** Nina recibe un hermoso cuadro de sí misma por parte de un anónimo, pero hay alg...