Reina Maldita

18

POV. Cassandra.

Siglos pasados...

-¿Estás embarazada?- murmuró Elizabeth a mi lado.

Asentí con la mirada perdida- Lo estoy, Beth y realmente tengo tanto miedo.

-Aquí estaré a pesar de todo- respondió con cariño.

-Quiero que me prometas algo- le pedí luego de unos segundos abrazadas.

-Dime, hermana.

-No importa lo que suceda, si lastimo a mi pequeña por favor cuida de ella por mi- mi pecho se contrajo de angustia.

-¿Qué...? ¿Por qué me dices esto?

-Tengo un mal presentimiento de todo esto, algo malo sucederá luego del nacimiento de mi hija.

-¿Cómo la llamarás?- preguntó.

-Alice, mi dulce Alice- sonreí.

-Alice, la mujer que defenderá.

-Será mi pequeña guerrera, hermana.

-La protegeré, Cass. Lo prometo- beso mi frente.

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POV. Alice Camberleck.

Mis pasos eran lentos y cautelosos teniendo despertar a las demás.

Una extraña sensación se esparcía en mi interior al recordar la noche anterior.

-Oh princesa, has despertado a tu más oscuro poder.

-¡¿Por qué haz hecho eso?!- me sobresalto la voz ronca de Valeri, sus ojos expresaban furia.

-Merecía morir- respondí con cautela frente a las demás chicas- Buenos días- sonreí.

-Alice- Luz me observaba con confusión- ¿Por qué tu apariencia es la real? Pensaba que ibas a seguir ocultando tu identidad.

-¿Qué?- mis ojos se abrieron con sorpresa- Todos saben la verdad, no creo que sea necesario seguir ocultando lo obvio.

-Te vez diferente- fruncí el ceño- Como si algo se hubiera despertado en ti.

Un tenso silencio nos envolvió.

-¿Cómo se encuentra Lucero?- pregunté con preocupación.

-Esta dormida, en su habitación.

Asentí en silencio- Iré a verla.

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Si cabello se esparcía sobre las sábanas, el rojo se combinaba entre sí con colores más claros.

Su pequeño rostro expresaba todo el amor que sentía por ella.

Mi dulce Lucero.

-¿Mami?- sonreí- Perdóname- sollozó sorprendiéndome, sus pequeños brazos se entrelazaron detrás de mi cuello en un abrazo.

-Cariño- acaricié su espalda- ¿Qué sucede? ¿Por qué te disculpas?

-El quería hacerte daño... Y yo no puede evitarlo- titubeo con nerviosismo- No pude evitar lastimarlo, Mami.

-¿Qué?

Tú no la conoces.

Ella lo ha matado sin piedad para luego fingir que es inocente..

-¿Madre...?

-¿Qué has hecho, Lucero?- gruñí aún sorprendida- ¿Cómo es posible que t te ensucies las manos de esa manera?

-¡Él quería lastimarte!- gritó mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas- No quería perderte... No soportaría otra pérdida- bajó su mirada con dolor.

-Debes perdonar para comprender, princesa.

-Está bien, ven aquí- extendí mis brazos sintiendo su pequeño cuerpo junto al mío- No me perderás, jamás. Te lo prometo, mi Lucero- besé su cabello con suavidad.

-¿Tendremos que hablar, verdad?- alzó su mirada.

Asentí- Tendrás que decirme la verdad.

-No más secretos- sonreímos.

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POV. Gea.

La maldad jamás descansa, se envuelve a tu alrededor en busca de sentimientos negativos.

Se alimenta del dolor y la vulnerabilidad de las personas, absorbiendo tu alma sin piedad.

-Oh mi pequeña dulce Alice.

Tendrás que luchar contra la malicia y la devoción de poder.

Tendrás dos opciones.

Luchar contra tu maldad o unirte a ella, provocando que tu poder más oscuro salga.

Eres la reina de la temible oscuridad y muy pronto tendrás que serlo de ambos reinos.

La luz y la oscuridad tendrán que pactar sus promesas de que ninguna guerra volverá a causa de sus poderes.

Un juramento de sangre proveniente de la Elegida tendrá que alinearse en el centro de la Tierra en donde la oscuridad habita a tan pocos pasos de la Luz.

Algo jamás presenciado iniciará.

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"Los libros son muy peligrosos, si dejas que sus palabras se envuelvan en tu mente darás pase a todas tus debilidades"