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POV. Cassandra.

Las personas cometemos tantos errores, que creemos que nuestras actitudes están bien, pero una vez que la tormenta se acaba y la realidad impacta ante nuestros ojos, comprendemos que estuvimos equivocándonos constantemente sin medir nuestras palabras u acciones.

Y cuando la claridad impacta, vemos que lastimamos a personas que en verdad queremos.

Eso había ocurrido con Alice, la había herido tanto que su corazón se convirtió en hierro, creando barreras en su caparazón prohibiendo la entrada.

-Y yo no sabía que me iban a apuñalar por la espalda- siseo con frialdad.

-Por favor, escúchame. Cometí un error al dejarte marchar y hacerte sufrir, pero necesito que me perdones y me escuches, hija- implore con desesperación.

-¿Hija?- río negando sin ninguna expresión- ¿Me llamas hija cuando tú decidiste salvar a alguien que jamás podría quererte? La elegiste y eso lo dice todo de ti.

-Ve con Luz- murmuró hacia la niña, esta asintió desapareciendo entre un extraño humo.

Mis ojos se abrieron sorprendidos- ¿Ella es una de nosotros?

-¿Una de nosotros?- río con ironía- Ella jamás podrá ser como ustedes, porque tiene mucho amor por brindar, a cambio de ti que dejas que te envenenen con simples palabras llenas de rencor.

-¡Estaba bajo un hechizo, maldición Alice!- grité con nerviosismo- No sabía como actuar, no comprendía que sucedía. Lo único que tenía en mi mente es su recuerdo, te desconocía.

-¡Mientes!- sonrió con decepción- La noche que le hablé a la diosa Luna para que me permitiera borrar tus recuerdos de mi, tú lo sabías- mi corazón se aceleró al recordarlo- Tú, te adelantaste y le rogaste porque te permitiera protegerlos.

>>Mis palabras no funcionaron porque te encargaste de que el hechizo no se cumpliera... Así que no digas que estabas bajo un hechizo porque este se había roto una vez que habías guardado mi identidad en tu interior.

-¿Qué quieres decir con todo esto, Alice?

-Todo este tiempo tú me recordaste, absolutamente todo. Pero no pudiste quitarla de tu vida una vez que debiste decidir entre las dos. La elegiste aún recordando todo lo que ella hizo y quien en verdad era. Elegiste el mal antes del bien y con ello mi muerte.

-Tú no has muerto- murmure.

-Lo he hecho, para ti. La Alice de antes murió en el mismo instante que sus padres le condenaron frente a todos.

>>Aquella chica ingenua, que solamente pensaba con su corazón. Murió, para siempre. Ya no se encuentra viva, ahora hay otra versión de ella y una realmente diferente a la acostumbrada a ver.

-En verdad te amo, falle al elegirla y luego me di cuenta que no valía la pena.

-Cuando estaba muerta- interrumpió con frialdad.

-Lamento hacerte sufrir, Alice. Por favor, no te conviertas en un monstruo- rogué causando que en su rostro se refleje el enfado.

-Escúchame bien- dijo acercándose a mi rostro como una depredadora- Jamás lograrás que te perdone, porque una madre quien dice quererte. ¡Jamás! Acepta que su verdadera hija muera antes de una usurpadora.

>>Así que vete yendo de aquí, porque haré tu vida una miseria y cada uno de ustedes se arrepentirán de sus malas decisiones, he llegado para proteger a personas inocentes, no regresé por ti, ni por tu esposo.

-Alice...- mi voz tembló al nombrarla.

-Y dile a tu querido Christopher que aprenda a tomar las decisiones por si solo, no es necesario que sea tu jodida mascota- sonrió con cinismo antes de marcharse sin dejarme replicar.

Reina MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora