POV. Cassandra Camberleck.
Todos se encontraban paralizados observando como el fuego comenzaba a aumentar envolviéndose alrededor del bosque.
-No puede ser cierto- musita Alice con terror.
La desesperación de los presentes comenzaba a aumentar conforme avanzaban los segundos.
-Cass, cariño- murmura Christopher a mi lado- Debemos de tranquilizarlos.
Asiento alzando mi mano balbuceando palabras en latino, el silencio reinó a nuestro alrededor y la mirada de todos se encontraba en mi dirección.
-Quiero que todos ustedes hagan lo que les pido- espeté- El Rey los reunirá en un lugar seguro, quiero que se retiren de inmediato, todo se solucionará- anuncié, observando a mi marido asentir con seriedad al igual que los demás.
-Cuídense- pidió besando mis labios para luego partir dejándonos a solas.
-¿Qué haremos? Las chicas deben de encontrarse en el bosque- informa con desespero.
-Tendremos que ir a ayudarles para frenar el fuego- contesto tomando su mano entre la mía.
-¿Lo lograremos?
-¡Claro que si!- respondo apareciendo ante las llamas.
-Joder... ¡Qué calor hace aquí!
-Me sorprendería si estuviera frío- siseo con ironía.
-¿Podríamos buscar a las chicas y dejar tus comentarios para después?- gruñe tirando de mi brazo para avanzar.
-Me parece una buena idea- murmuro intentando observar el camino.
-¡Maldición, no puedo ver!- grita con enfado lanzando un torrente de agua ante nuestro logrando disipar las llamas.
-Debemos apurarnos, Alice. El fuego avanza con rapidez- aviso sintiendo mi piel quemar- ¿Dónde crees que están?
-Su hogar se encuentra cerca del centro del bosque, quizás puedan estar allí- anuncia.
Asiento- Entonces tendremos que movernos, no estamos muy lejos.
-¿Cómo apagaremos todo esto?
-No lo sé, pero tendremos que pensar rápido en una solución- gruño observando a metros de nuestros cuerpos la presencia de las chicas.
-¡Allí están!- ambas avanzamos con precaución.
-¿Qué hacen aquí?- pregunta incrédula Clerie al vernos.
-Hemos llegado para ayudar.
-No tendrían que estar aquí, Alice- responde Luz con su voz temblorosa.
-No me importa- interrumpo- Debemos unirnos para acabar con esto, el fuego avanza demasiado rápido y en tan solo minutos podría llegar al pueblo.
-Joder- maldice Marissa con seriedad- El fuego comienza a quemar nuestra piel, las llamas son mucho más fuertes que hace algunos minutos ¡Tenemos que hacer algo!
-¿Piensas que no lo sabemos?- le responde Valeri en un bufido.
-¡Basta!- alzo mi voz cansada de su discusión- ¿Qué tienen pensado para acabar con esto?
-Tendremos que unirnos, Cassandra.
-¿Hablas de juntar nuestros poderes para lograr apagar todo esto?- frunzo el ceño.
Asiente con seriedad.
-Hagámoslo- acepto- ¿Qué debemos de hacer?
-Quiero que todas nos tomemos las manos- asentimos haciéndolo- Quiero que se concentren, sientan sus poderes en su interior, concentren sus energías e imaginen que este se desplaza ante todas uniéndose entre si para formarse en uno.
-Sientan el aire envolver sus cuerpos, dejen que el agua tome el control, la tierra está en vuestras manos y el fuego solamente acepta su derrota, dejen que la adrenalina fluya por sus venas, conviértanse en su propio poder.
Suspiré suavemente sintiendo como algo en mi interior era expulsado hacia afuera con fuerza, un leve chillido se oía en el interior de mis oídos provocando que mi cuerpo se tensara.
Nuestras manos de unieron con fuerza sintiendo que una explosión intentaba separarnos, el suelo vibraba bajo nuestros pies sacudiendo nuestros cuerpos.
El fuerte viento azotaba nuestros rostros, la tierra se escurría entre nuestra piel, el calor del fuego comenzaba a quemar aun más.
Hasta que el agua atravesó nuestros cuerpos con violencia, tirando de nuestra anatomía sin piedad.
El viento impulsaba al agua al rededor nuestro, nuestros brazos se tensaban en busca de apoyo sosteniendo nuestros cuerpos para no escapar entre el agua.
No sé cuanto tiempo estuvimos presas entre el agua, pero lentamente todo comenzó a calmarse, no se encontraban rastros de calor, la tierra no se movía al igual que el viento había desaparecido.
Nuestros parpados se abren luego de un momento, nuestras respiraciones aceleradas se mezclan entre si al observar lo logrado..
El fuego a nuestro alrededor ya no se encontraba, lo habíamos logrado.
-Oh por todos los cielos... ¡Lo hemos logrado!- chilla Alice abrazándome- Gracias por estar aquí.
-Estamos unidas en esto, no te dejaré- beso su frente con suavidad.
El cielo comienza a brillar sorprendiéndonos.
¿Qué ocurre...?
•°•°•°•°•°•☆•°•°•°•°•°•
POV. Alexander Vincent.
-Mi querido Alexander- ríen a mis espaldas- Te estás equivocando tanto en tus decisiones.
-¿Qué haces aquí?
-¿Acaso no puedo venir a ver a mi hijo?
-Tú has dejado de ser mi madre hace mucho tiempo.
Niega mientras sonríe.
-Eres tan idiota que te cegás por el poder. ¿Cuándo comenzarás a pensar con madurez, idiota?- sisea.
-¡Te atreves a insultarme!- alcé mi voz.
-Podría hablarte como una persona civilizada, pero últimamente no te has comportado como una- responde- ¿Cuándo será el día que comiences a creer en la verdad?
-No sé de lo que me hablas- niego.
-¡Claro que sabes de lo que hablo, maldición!- grita- ¿En qué momento te has convertido en una porquería?
Niego tensando mi mandíbula.
-Vete- gruño.
-No me iré hasta que dejes en paz a Alice... ¿No te ha bastando con todo lo que la has hecho sufrir y ahora quieres lastimar a su hija? Creía que no eras esa clase de hombre, pero que equivocada estoy.
-Tú no puedes venir a decirme que hacer- espeto.
-¡Claro que puedo! Porque sabes que Alisson es la culpable de haberte separado de mi, tú sabes la verdad y le ayudaste a alejarme. ¿A cambio de qué? De absolutamente ¡nada! Porque aquella criatura no es tuya.
-¡Cállate! No hables así de mi hijo.
-Tú sabes que no lo es- ríe- Te mereces tantas cosas malas por ser una persona despreciable. ¿Quieres saber como acaban las personas como tú?- niego- Solas... sufriendo como realmente merecen.
-Tú no estas lejos de eso- responde.
-¡Fuiste tú quien me traicionó! Has sido el principal culpable del sufrimiento de nuestra familia. ¿En que te has convertido Alexander? No eres digno de ser llamado Príncipe.
-¡Claro que soy digno!
-¡No! Porque un Príncipe busca la protección de los demás, tú lo único que has hecho fue fingir que había traicionado a tu padre con un maldito demonio ¡cuando jamás ha sido cierto! ¿Por qué lo has hecho?
-No querías a Alisson... ¡Siempre detestaste su presencia!
-Esa mujer está envenenada y cuando realmente abras tus jodidos ojos será tarde para ti- responde desapareciendo.
-¡Maldición!- grito enfadado.
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Reina Maldita
VampireUna nueva historia, la misma profecía, una nueva oportunidad. La oscuridad habita en nuestro interior, creando incontrolables batallas que pueden causarnos la muerte. -Temed que vuestra princesa ha llegado, para causar un irreversible dolor a aquell...