POV. Alice Camberleck.
-¡Mamá!
-¿Qué sucede, cariño?- alzo mi voz observando a mi pequeña correr con entusiasmo entre la hierva.
Luego de la pequeña conversación con Brandon caí en un profundo sueño, uno en el cual era protagonizado por su sonrisa.
Sabía lo que le ocurría y temía caer bajo los efectos de mis emociones.
El recordar cada momento junto a él, su insistente deseo de protegernos ante todo mal, de hacernos feliz.
El cariño que sus ojos mostraban al observar a Lucero.
El cariño y la tranquilidad que sus brazos me brindaban.
Como quisiera tenerte aquí.
La hierba se enredaba sobre mis pies queriendo formar parte de mi, el calor en el aire a causa del sol y el dulce canto de las aves, demostraban la tranquilidad que habita muchas veces en la naturaleza.
Tantas maravillas para personas tan ciegas.
Alcé mi mirada hacía mi hija, encontrándome con quien menos podría creer.
Oh por todo el universo.
-¡Brandon!- alza su voz con emoción Lucero, corriendo a su alcance para que este la alzara en sus brazos.
¿Qué?
Mis ojos se abrieron abruptamente por la sorpresa.
¿Qué hacía él aquí?
¿Acaso...? No, eso era imposible.
-No existe lo imposible, princesa.
-Tú...- murmuré paralizada en el medio del jardín observando como ambos se abrazaban con devoción.
-¿Quién es ese dios griego?- me pregunta Lessie a mi lado con impresión.
-Alguien que está muy lejos de tu alcance- replico con enfado.
-¡¿Enserio?! Oh es una pena...- ríe con diversión.
-Una pena sería que quedaras sin lengua- siseo.
-¡Alice!- me regaña Cassandra.
La risa de Lessie aumenta al notar mi irritación.
-Calma, cariño- sonríe observando a Brandon interactuar con Lucero- Ese hombre es todo tuyo.
-¿Quién es él?- pregunta Cassandea, extrañada.
-Alguien que cuidó de mi y Lucero en Ciudad Oscura, la ganas de amar y el miedo de equivocarte, en una sola persona.
-Hablas de él con mucha emoción- sonríe Lessie- ¿La reina Alice ha abierto su corazón?
Fruncí mi ceño en negación.
-No puedes encerrarte a nuevas experiencias, decepcionarte es parte de la vida, mi niña- musita Cassandra.
-Yo...- me interrumpen chillando con disimulo.
-¡Te está mirando!- chilla Cass.
-Oh por dios, mira como te mira, chica. ¿Qué tú no te das cuenta?- interroga Lessie.
Giré mi rostro encontrándome con su mirada, mi corazón se paralizó al observar como sonreía al verme.
Alcé mi ceja fingiendo incredulidad, pero ambos sabíamos como nos sentíamos.
Sonreí.
El parecía ser tan feliz a nuestro lado.
-Una hermosa familia- aplauden a mis espaldas, mi cuerpo se tensa al sentir una presencia no deseada.
-Pero mira que descarados- reí volteando mi cuerpo- Alisson y Alexander, la pareja del momento- sonreí con diversión sintiendo mi cuerpo ser abrazado por Brandon
¿Por qué mi cuerpo reaccionaba tan positivamente a su tacto?
-¿No me presentaras a este hombre?- sonríe con insinuación.
Mi estomago se tensa ante sus palabras.
Primero muerta, perra.
-Calma, princesa
-Demostremos quien manda aquí.
-¿Ellos son...?- murmura en mi mente.
Asentí conectando nuestras miradas.
-Oh pero... ¡Mira quienes se encuentran aquí!
-¿Cómo?- pregunta Alex con desconcierto- ¿Alice te ha hablado de nosotros?
-¡Claro que si! Realmente maravillas- resalta la última palabra con ironía.
-Me lo puedo imaginar- gruñe este con incredulidad.
-Imagínalo, te sorprenderás- ríe acariciando mis manos para tranquilizar a mis demonios.
-Cariño- murmuro en su mente- No valen la pena.
-Entonces tendremos que enfrentar los problemas de otra manera- insinuó.
Suspiré intentando controlar mi enfado.
¿Qué fue lo que vi en ti, insecto de selva?
-Estaremos encantados- sonríe con naturalidad- pero recuerda tan solo una cosa, quien se meta con mi familia, sufrirá las consecuencias de mi ira- advierte acercando su rostro hacia él.
-¿Me amenazas?- podría jurar que por su tono de voz había logrado intimidarlo.
-No, querido. No necesito de amenazas si puedo advertir, al menos que tú tengas miedo. Sería una pena para tan poco hombre.
-¡¿Te atreves a llamarme así?!- grita, pero la actitud de Brandon yacía con tranquilidad.
-Es lo único que eres. ¡Oh espera...! Ni siquiera lo eres.
-¡Claro que lo soy!
-¿Crees que un verdadero hombre juega con los sentimientos de una mujer, simula ser alguien que no es para su mera reputación? Déjame decirte algo, un caballero realmente va con la verdad, la sinceridad e incluso ¡Con educación y respeto! Sin la necesidad de herir a quien pase por su lado, solamente por su reputación. Una que realmente no existe.
-No puedes hablar de mí si no me conoces.
-No te conoceré, pero no soy tan tonto como crees. La verdad siempre va conmigo y jamás tolerare la falta de respeto hacía mi familia.
-¿Tu familia?- interrumpe Alisson con gracia- Ella jamás tendrá una familia.
Mi interior se contrae ante sus palabras.
-Disfrutaría tanto comiendo tu corazón, jodida desgraciada.
-Calma, princesa, deja que el princeso te defienda.
-No deberían llamarlo así.
-¿Entonces cómo? Tu amor sonaría mejor.
-Idiotas.
-Te equivocas, ella tiene si una familia, en cambio tú- la observa con desagrado- no tienes nada por lo que pelear.
-¡Claro que si! Tengo un hijo.
-¿Un hijo? Y.. ¿Dónde está? Porque no lo veo a tu lado.
-Él- balbucea- no se encuentra en estos momentos, pero pronto estará junto a su madre.
-Si tú lo dices- esta vez soy la que ríe- pero recuerda que mientras seas tan desalmada jamás lo verás.
-¡Tú no eres nadie para decidir sobre mi!- intenta abalanzarse sobre mi cuerpo pero Alexander se lo impide.
-Claro que soy alguien y muy peligrosa, deberías de saberlo desde hace tiempo- sonrío con frialdad- Ten cuidado, no vaya a ser que te arrepientas de tus palabras.
-¿Por qué me arrepentiría?
-Porque jamás conocerás al hijo que abandonaste- respondo sorprendiendo a todos.
No deberías meterte a la lava, te morirás incendiada.
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Reina Maldita
VampireUna nueva historia, la misma profecía, una nueva oportunidad. La oscuridad habita en nuestro interior, creando incontrolables batallas que pueden causarnos la muerte. -Temed que vuestra princesa ha llegado, para causar un irreversible dolor a aquell...