Reina Maldita

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-Alice, si tú en algún momento no quisieras estar a mi lado ¿Me lo dirías?- pregunta al estar sentado frente a mi.

Luego de aquel extraño suceso junto a Cassandra y Elizabeth decidí volver a casa.

Sus miradas se encontraban repletas de preocupación ante mi desmayo.

Quizás era porque no me alimentaba lo suficiente o todo el estrés que comenzaba a envolver mi interior.

-¿Por qué me preguntas esto, Brandon?- suspiro sin paciencia.

-Porque algo en ti ha cambiado cuando estas a mi lado- responde.

-No entiendo a que te refieres.

-¿Lo quieres a él verdad?

Gruño intentando no perder mi paciencia.

-Deja de decir idioteces.

-Sabes que puedes ser sincera conmigo, jamás haría algo para que te sientas incomoda. Pero si él aún sigue en tus pensamientos debes de decírmelo y así no volveré a entrometerme en tu camino..

-¡Quiero que te calles de una jodida vez!- estallo enfadada.

-¿Es qué acaso el mundo conspiraba en mi contra?

-O quizás los hombres, querida.

-¿Por qué me tratas de esta manera?

-Por favor vete- suplico.

-No me iré sin que te calmes- alzo mi mano golpeando la mesa con brusquedad.

-¡No quiero verte más! Yo no puedo amarte.

Sus ojos se agrandan ante la sorpresa de mi rostro repleto de furia,

-Desaparece de mi vista y no vuelvas a molestarme- siseo.

El silencio se hizo presente a nuestro alrededor y mi corazón se comprimió al sentir su dolor.

-¿Eso es lo qué realmente quieres?- balbucea.

Asiento- Si, es lo que realmente deseo- miento.

-Lamento molestarte- suspira posando sus manos sobre su rostro antes de desaparecer- No volveré a hacerlo- sonríe con tristeza evaporándose con rapidez.

Cierro mis párpados sintiendo mi cuerpo envolverse en un aura gris.

Eres tan estúpida.

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POV. Ciudad Oscura.

Coronación de la Reina Alice.

-Bienvenidos a todos a la plaza central de la Ciudad, estamos reunidos aquí para consagrar la coronación de nuestra primera Reina- habla una mujer observando a todos los presentes- Me honra conceder tan preciado poder a la verdadera Reina quien ha demostrado tener la fuerza y cariño necesario para protegernos.

Sus pasos se dirigen hacia Alice quien se encontraba sobre una silla a un lado de Brandon.

A un lado de ella se encontraba la pequeña Lucero frunciendo sus labios con gracia, provocando ternura en los presentes.

-Espero que vuestra vida este repleta de felicidad y que su fuerza siempre no envuelva en la oscuridad, por todos los antiguos demonios me complace otorgarle la corona real, que nuestra felicidad sea la suya- todos aplauden con emoción observando el acto.

Una ciudad que tenía un destino completamente oscuro, sin vida.

Una nueva esperanza resurgía ante sus ojos, era el nuevo comienzo de la verdadera felicidad pero no todo era como imaginaban.

Todo tiene su precio o su decisión.

-Felicidades, Reina- todos habían tomado unos momentos de su tiempo para acercársele con cariño.

Era increíble el poder de Alice para que todos la amasen.

Un corazón puro es capaz de amar a miles de almas.

-Muchas gracias, princesa- la nueva Reína acaricia el rostro de una niña de cabellos oscuros quien con pequeños pasos se había dirigido a su encuentro.

-Estamos emocionados por saber cual mundo decidirás gobernar por toda la eternidad- sonríe un joven a lo lejos, llamando por completo su atención.

-¿De qué hablas?- intenta sonar bromeando.

-¿No lo sabías? Debes de decidir de que lado tú estás para salvar a un solo mundo- ríe como si fuera un chiste.

Pero cuan lejos estaba de la fantasía, aquello era la realidad.

Y cuan dura era.

¿Elegirías tu nuevo mundo o aquel que provoco tu tristeza?