Reina Maldita

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POV. Cassandra Camberleck.

Provocamos daños irreparables en personas que realmente nos quieren, rompemos su corazón con palabras y acciones hirientes.

Nos dejamos cegar por la furia que incluso nos convertimos en una versión equivocada de nosotros mismos.

Lastimé tanto su corazón creyendo en personas que no valían la pena, imaginando que todo lo que hacía tenía un motivo justificante.

Pero me equivoqué.

¡Joder! Todo este tiempo estuve tan equivocada, lastimando a las personas a mí alrededor.

Alejando a mi propia familia solamente por defender a alguien que no valía ni tres hectáreas de cariño.

Alejé a quien más necesitaba por culpa mía.

Rompí el corazón de Alice por culpa mía.

Lastime a mi familia, por culpa mía.

Todo a sido mi mea culpa.

¡Absolutamente todo!

Y... ¿Cómo remediarlo todo si sientes continuamente que ya nada será como antes?

¿Cómo volver a tener la confianza y el cariño de quienes amas?

¿Cómo ignorar esta punzada en mi corazón?

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POV. Brandon.

Luego de que ellos se fueran, la tensión aún era palpable en el aire, tanto que inclusive Lucero lo llegó a notar.

Alice decidió que era hora de volver a sus hogares y tras unos extensos minutos llegamos a su casa, esta se encontraba bastante cerca del Palacio.

Comenzó a relatar lo ocurrido al llegar aquí, y todo lo que ocurría día tras día.

Las horas avanzaban con rapidez a su lado, la risa de Lucero acompañaba nuestro alrededor llenando de armonía mi corazón.

Mi corazón vuelve a acelerarse al verla sonreír y este sentimiento comienza a incrementar.

Sentimiento de felicidad al verlas.

¿Por qué no puedo dejar de observarla?

Posa su mano sobre su cuello acariciando su piel con una leve mueca en sus labios, su ceño se frunce al observar como su hija habla sola, para luego reírse negando con su cabeza, divertida por lo que presenciaba.

¿Cómo alguien puede acelerar tu corazón con leves detalles?

Una dulce sonrisa se forma en su rostro.

¿Por que no sonríes así por mi?

Y quizás este sea mi calvario, amar a una persona que quizás no comparta mis mismos sentimientos.

Negándose a amar por miedo a sufrir.

Gira su rostro en mi dirección conectando nuestras miradas, sus ojos siempre solían adoptar un brillo particular al sonreír.

-¿Por qué me miras de esa manera?- pregunta con timidez acercándose con lentitud.

Mi cuerpo se paraliza al verla caminar hacía mi.

Quizás tendría que dejar de ilusionarme por cosas que no sucederán.

-¿Así cómo?- pregunto serio.

Frunce nuevamente su ceño por mi seriedad, para luego reír.

-Como si estuvieras frente a una maravilla.

-Tú eres más que eso- respondo acariciando su mejilla.

-¿Qué soy para ti?- murmura cerrando sus parpádos.

Mi respiración se acelera y los nervios comienzan a atacar mi sistema nervioso.

-Eres mi universo.

-Brandon- mi corazón se estrujó al saber que sucedería- ¿Por qué me dices esto?

-Porque te quiero, Alice. Te quiero a mi lado junto a Lucero cada día de mi vida.

-También te quiero, lo sabes- responde con suavidad, sus ojos brillan ante sus palabras.

Niego con lentitud confundiéndola.

-No- respondo- no de la forma en la que te veo a ti- me alejo de su lado.

-¿Qué? Tú...- interrumpo.

-Iré con Lucero- aviso sin mirarla.

-Espera- intenta volver a hablar.

-No tengo ganas de hablar de este tema- giro mi rostro con cansancio- ¿Puedes olvidar esta conversación?

-No, me dices esto y luego quieres que lo olvides, Brandon... ¿Por qué?

-No quiero perderte, no por algo que quizás no valga la pena.

-¿Quieres decir que tus sentimientos no valen la pena?- frunce su ceño.

-Quizás no vale la pena sentir para luego perder- respondo dirigiéndome hacia Lucero.

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POV. Ciudad Oscura.

-Tendremos que avisar a Alice lo que esta ocurriendo- expresa con preocupación el joven demonio.

-¡Es la décima muerte en la semana! Y aún no hemos encontrado al causante de esto. ¿Quién es capaz de asesinar a niños?- responde una mujer.

-Alguien que conoce a la Reina y quiere hacerle daño.

-Pero... ¿Quién podría ser?

-No lo sé- suspira el joven- pero tendremos que estar atentos, deberemos de proteger a la cuidad.

-¿Le diremos a Alice? Merece saberlo.

-Lo haremos, la necesitamos aquí.

La mujer asintió con preocupación.

Las muertes incrementaron a medida que Alice se fue de la cuidad, pero aquello era aún más extraño.

Los niños desaparecían sin rastros para luego aparecer con las mismas palabras escritas a su lado con su propia sangre.

"Estoy más cerca de lo que imaginas"

¿Quién podría ser?