POV. Mercy.
Mis pasos son cautelosos procurando no emitir ningún ruido.
El cuerpo de Alexander se encuentra a metros de mí sin saber que me encuentro siguiéndolo hasta su Palacio.
La oscuridad envuelve todo a nuestro alrededor, el silencio es inquietante.
Luego de que Alice se alejara de él sin darle tiempo a responder utilicé mi magia para seguirlo sin que me note.
Mi mirada recorre mi alrededor mientras sigo sus pasos hacia un mediano salón.
-¿Lo hiciste?- la voz de Alisson se hace presente mientras su levanta de uno de los sillones.
-No- la voz de Alex luce frustrada- no quiere saber absolutamente nada de mi.
-¡Pues intenta nuevamente! No eches a perder nuestro plan.
Mi ceño se frunce.
¿De qué plan hablan? Algo no cuadra aquí.
¿Cómo es que ha cambiado tanto?
-¿Para que quieras a Lucero?- le pregunta.
-Sin esa niña no podré hacer sufrir a Alice, necesito hacerle daño a ambas.
-¡¿Qué?! - grita- acordamos que solamente Alice sufriría, no debes de hacerle a la niña, no tiene la culpa de nada.
-¡No me digas que hacer!- espeta enfadada acercándose a su cuerpo- No me subestimes, cariño.
Jodida idiota.
-No lo hago, Alisson. Solo intento comprender tu rencor.
-Si lastimo a Alice y a quien más ama obtendré el poder, debo de destruirla y así tendré el control de todo.
-¿Qué ganas con todo esto?
-Venganza.
-¿Venganza de qué?
-¡Ella no puede ser feliz con su hija! No cuando yo no lo tengo.
-¿A quién no tienes, Alisson?- frunce el ceño.
Oh... no lo sabes querido Alexander.
-A mi hijo- responde.
Ambos se quedan en silencio observándose por unos cuantos segundos.
El rostro de Alexander se encontraba pálido.
-¿Está vivo?- siento su corazón latir acelerado.
Asiente en silencio.
-Oh vaya- ríe con sarcasmo- ya veo porque quieres utilizarme. ¿Por qué no lo haces con mi padre? A fin de cuentas también es su hijo.
-¿Aún no lo entiendes?- lo mira dolida.
-¿Entender qué, Alisson?
-Que no es el hijo de tu padre.
-¿Entonces quién es el verdadero padre?
-Tú
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POV. Alice Camberleck.
Intento controlar mi respiración luego de correr con desesperación hacía estar frente a la casa de Steven.
¿Por qué siempre que me encuentro mal recurro aquí, a él?
Mis nudillos tocan suavemente la rustica manera con la intensión de llamar su atención.
Tan solo fueron unos segundos que avanzaron antes de que apareciera el rostro de Steven frente a mi con una sonrisa al verme.
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Reina Maldita
VampiroUna nueva historia, la misma profecía, una nueva oportunidad. La oscuridad habita en nuestro interior, creando incontrolables batallas que pueden causarnos la muerte. -Temed que vuestra princesa ha llegado, para causar un irreversible dolor a aquell...