Reina Maldita

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Pov. Mercy.

-¡Mercy!- giro mi rostro hacia Ethan.

-¿Qué sucede, cariño?

-¿Te has enterado de lo que ha sucedido?

Asentí tragando saliva.

-He sentido las emociones de Alice como si fueran mías- expresé- Si pudiera mostrarte lo que he visto, alucinarías.

-Puedo imaginarlo- acaricia mi mejilla- Aún me cuesta comprender todo esto de la Profecía y del final, pero no quiero perderte.

Niego lentamente acariciando su mano.

-Jamás me perderás- murmure besando su mejilla- Lo prometo.

-Tengo tanto miedo de no tenerte a mi lado al despertar- envuelve mi cuerpo entre sus brazos.

-Nada ni nadie logrará separarnos, porque cuando el amor es verdadero ni siquiera el mismísimo infierno se atrevería separarnos.

-¿Qué has dicho?- pregunta separándose de mi cuello- ¿Qué has querido decir con amor verdadero?

Suspiro sintiendo mi corazón acelerarse ante su mirada.

-Ethan yo realmente lamento tanto haber lastimado tus sentimientos en el pasado. Me he dejado cegar por el miedo a volver a sufrir que siquiera he pensado en como te sentirías a tu- admito con vergüenza.

-Mercy- acaricio sus labios callándole.

-Déjame terminar- musito.

-He cometido errores en el pasado, he sufrido y he cerrado mi corazón prohibiendo volver a sentir. Todo iba tan bien, no tenía nadie que revolucionara mi interior ¡Estaba tan tranquila! Hasta que llegaste tú.-río ante su mirada estupefacta- Al principio me negaba a aceptar lo que me hacías sentir, tu presencia me destavilizaba, mi corazón se aceleraba al tenerte ante mi, detestaba que tuvieras dominio de mi cuerpo de esa manera. Que incluso volví a cerrarme en lo negativo, intente alejarte en todo momento, negando a aceptar mis sentimientos por ti.

>>Rompí tu corazón, me negué a quererte, te odie por hacerme amarte y me enamoré aún más cuando te negaste ha irte de mi lado, cuando me apoyaste luego de lo sucedido con Alice, me cuidaste, me amaste y soportaste mantener tus emociones al margen al estar a mi lado.

-¿Por qué?

-No quiero pensar en que quizás sea tarde para admitir lo que hace tanto tiempo debía de haber hecho pero no puedo aguantar un segundo más sin ser sincera con ambos. Ethan, me he enamorado de ti desde el primer momento en el cual me hiciste reír con tus intentos de conquista, te he querido desde el primer instante que me envolviste entre tus brazos protegiéndome de mi misma al recordar mi pasado, te he elegido desde el primer momento en el cual me besaste. Me he enamorado de ti mucho antes de lo que pensaba, pero me negaba a admitir la verdad.

-Mercy- balbucea con sus ojos repletos de lagrimas.

-Estoy completamente enamorada de ti, Ethan. Lo he estado desde hace mucho tiempo- admito sintiendo sus labios sobre los míos.

-Ethan- río intentando separarme.

-Déjame besarte, mujer- sonríe.

-Pero...- mi mirada se nubla.

-¿Qué ocurre?

El brillo del sol iluminaba el jardín del Palacio de los Reyes.

Una tenue melodía proveniente de un piano llamaba la atención de una pequeña niña de cabello rojizo.

Su pequeño cuerpo se dirige a una mujer de espaldas mientras entre sus brazos sostenía el cuerpo de un bebe, absortos en aquel suave sonido.

-¡Mamá la abuela está tocando el piano!- avisa exaltada la niña

Su madre gira su rostro hacía ella sonriendo con dulzura.

Alice.

-Enseguida iré, mi pequeña Lucero- acaricia su mejilla..

-¿Cariño?- me llama Ethan con preocupación- ¡Mercy!

-Están cambiando el destino...- balbuceo cayendo en la oscuridad.

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POV. Alice Camberleck.

-¡Lo logramos, chicas!- Luz alza su voz con felicidad.

-Un problema menos- murmura Clerie.

Valeri ríe llamando nuestra atención

-Querida, esto no es nada a comparación de lo que se avecina.

-Tenemos que ir donde los demás..

Asiente en silencio acariciando mi cabello.

-¿Qué haremos con este desastre?- pregunta mi madre observandonos.

Suspiro alzando mi mano envolviéndola en un puño causando que todo a nuestro alrededor comenzara a tomar color con rapidez.

-Joder aún no acostumbro verte con tus poderes- suspira Marissa provocando mi risa.

-Suele suceder- bromeo.

-Cariño- giro mi rostro hacía Cassandra- ¿Por qué no vas con ellas y te quedas con Lucero mientras me encargo del pueblo?

Asiento de acuerdo- Quiero que me informes de lo que suceda, no dudes en avisarme si necesitas mi ayuda.

-Lo haré- acepta.

-¿Quieres que cuidemos de Lucero?- sonríen con ternura

-Por favor, con todo lo que está sucediendo y ahora que ella se encuentra en peligro- me interrumpen.

-¿Quien quiere lastimarla?

-Alisson- siseo- Mercy me ha advertido que Alexander se encuentra planeando lastimar a Lucero junto a Alisson con el fin de que sufra.

-¡Esos hijos de perra!- gruñe Valeri.

-La cuidaremos, haremos un hechizo de protección para que nada pueda sucederle.

Suspiro- Eso espero, si ellos llegan a lastimarle juro que usaré sus cuerpos como estatuas.

-Vaya... me gustaría ver eso- reímos.

Cierro mis párpados brevemente suspirando.

-Hija estaré con tu padre, mantenme en contacto con Lucero- su voz se escucha lejana.

-¿Cariño?

Sangre.

Dolor.

Gritos.

Cientos de personas sobre el suelo repletas de sangre.

El cuerpo de niños en diferentes partes.

El sufrimiento en los gritos se algunas personas con vida.

La sangre escurría entre mis manos al notar el olor metálico tan característico de esta.

-¡La muerte ha llegado!

-¡No podrás salvarnos!

-¡Vete!

-¡Alice!- siento mi cuerpo caer en un profundo sueño.